Bitácora devenida Golfista, temporal y afortunadamente. La sabiduría es ante todo conocimiento de si - proverbio chino.
viernes, marzo 31, 2006
Confusiones entre laburo y diversión
Me cuesta digerir aún los comentarios bizarros elucubrados desde algunos ministerios de educación para bancar la televisación de los partidos en las escuelas cuando juegue la selección argentina. Esto independientemente si a uno le gusta el fútbol o no, pero me parece que una cosa la constituyen las obligaciones y otra muy distinta son las pasiones, o las diversiones.
Con ese criterio podríamos exigir la televisación de los mundiales de hockey, pelota paleta, golf, remo, etc.
¿Es que uno vive en un mundo equivocado?
Si tenés que ir a laburar, vas a laburar y se acabó.U optás por ir o faltar, da lo mismo en la escuela, que en el laburo. Uno es el que elige.
No podemos sugerir criterios redentoristas, tales como esgrimir que los días que juegue Argentina habrá alto índice de ausentismo, o decir que se relativiza al fútbol como hecho cultural, o calcular la cantidad de horas de clase que insumiría ver los partidos de la selección en caso que llegue hasta la final.
Dejémonos de excusas, porque lo mas grave es que cosas como estas avalan que se paralice toda una Nación por míseros partidos.
¿Que pasaría si los hospitales decidiesen no atender, la policía recluirse en las comisarías para ver los partidos, ,los taxis no circular, o los bares no atender?
Elogio la actitud de las provincias que se expidieron con claridad y dijeron no televisaremos.
Por último, cabe señalar que 30 en 1978 se tapó con una cortina de humo muy efectiva la realidad que transitábamos [como país en medio de una cruel/devastadora dictadura civil-militar], al promover la realización del Mundial 78.
Resulta contradictorio que casi a 30 años, dejemos de lado el aporte del laburo/aprendizaje o enseñanza cotidiana para meternos todos de lleno en el fútbol, mientras la cruda realidad pasa por otro lado.
¿Desarrollaremos criterio propio algún día?
martes, marzo 28, 2006
Cuando no ganan los de siempre
En Carpe Diem, le damos un lugarcito al golf. Resulta que la semana pasada, se disputaron el Player Championship y el Madeira Open. Uno en el PGA Tour Norteamericano, y el otro en la paradisíaca Isla de Portugal en un evento del Tour Europeo.
El Player es como un quinto major no oficial, por ende los 8 palitos verdes que se reparten son un bocado apetecible y se dan cita los mejores golfistas.
El caso es que los triunfadores fueron el triniteño Stephen Ames y el francés Jean Van de Velde. Uno sabe que ambos no pertenecen al círculo aúreo de los triunfadores o ganadores habituales. Ergo los comentarios de la prensa en general son por demás cáusticos. Cito el caso de La Nación [ver notas del lunes y esta otra.
Tanto Ames como Van de Velde, han representado a sus países en innumerables competencias y han tenido top tens en torneos importantes. La pregunta que surge es ¿cuando para la prensa un jugador tiene el prestigio de ganador? Pareciera que con ganar algún torneo no alcanza, y esto me sorprende.
En el 2001 cuando el sudafricano Retief Goosen arrasaba ganando en el Tour Europeo, no se lo tenía en cuenta para los majors, y así se llevó el US Open, pese a que por errar un putt factible en el hoyo 72 y forzar a 18 hoyos para el desempate, lo tildaran de "miedoso" [quiero conservar la postura idiomática]. Retief demostró al día siguiente su nivel golfero y arrasó con esa victoria, y luego de un año fué aceptado a regañadientes como un potencial ganador.
Pareciera ser que el golfista además de eximio debe tener dotes marketineras, para ser tenido en cuenta por la prensa. Por tal motivo veo una desmesurada imagen del Niño García, y otros que ganan de a poco siguen en el anonimato, o se los sigue sepultando por errores del pasado [como se le endilga a Van de Velde].
Xtema Olazábal declaró que si el hubiera pasado por el calvario del British Open de Carnoustie 99, no hubiese tocado nunca mas un palo de golf. Acá el galo, no solo siguió estoicamente, contra todo tipo de embates y bromas de la prensa, sino que se recuperó de operaciones complejas y tuvo que remontar perder otros dos desempates [uno en el Tucson Open del PGA 2000 y el Open de France 2005].
"A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César".
Vienen a mi mente las palabras de Litto Nebbia: "la verdadera historia, quien quiera oir que oiga".
He dicho, Quique F.
Abril, mes de bajas en Radio Nacional
En pleno siglo XXI, muchos de los internautas seguimos con pasión al excelso medio de comunicación que es la radio. En los últimos 15 años asistimos a una pauperización sin precedentes de las emisoras. Generalmente las tops, tienen un estilo que luego copian las restantes hasta en la forma de gritar de las locutoras.
Por tal motivo, cada vez que uno sintoniza por el dial algo pasable, debe aplaudir, elevar la mirada al cielo y agradecer al mismísimo Dios.
Radio Nacional, Radio Municipal, FM Urquiza, Radio Cultura, Radio Universidad de Córdoba, SODRE, Radio El Espectador de Uruguay, Radio Exterior de España, Radio Nederland, son algunas de las que siguen comunicando. Y varias de ellas son de la onda corta.
En el caso de Radio Nacional, programas como el de Beto Solas [Las Cuarenta de lu-vier de 12-14], el de Huguito Paredero [Por Amor al Arte lu-vier 14-15], el de Néstor Rodríguez [La pasión según Bs.As., sábados de 20 a 21], Marcelo Pérez Cotten con su Buscahuellas [Martes y Jueves de 22 a 23], Albino Gómez y Clara Rocca con su Taller de las Palabras [Domingos de 13 a 14], Atilio Bletta que Suelta Pájaros los sábados de 10 a 11, Daniel Viglietti con su Tímpano [sábados de 19 a 19:30], o el equipo de Contenidos de Radio Nacional con su excelente "Con ciencia y trabajo" en el estelar horario de los Domingos de 6:30 a 7. Todos ellos son programas únicos en su género e irremplazables.
Ahora resulta, que desde abril habrá cambios en la grilla de programación, y de entrada se irán: Beto Solas, Hugo Paredero, Mex Urtizberea, el Compañero Néstor Rodríguez y su genial equipo [Carlitos Elorza, María Angélica Basualdo, Matías D'Angelo y Verónica], por mencionar algunos de los cambios efectivos.
Apelo al buen sentido de las autoridades de Nacional, para que revean este modus operandi, que pareciera ser fundacional por siempre, desconociendo el inmenso e importante camino que labraron los conductores a lo largo del tiempo en el aire.
Hay oyentes por medio, y no es fácil rearmar una propuesta plena de contenido.
Haciendo uso de las ventajas de la tecnología, espero que tanto la Sra.Directora como aquellos que arman la programación revean estos cambios, antes de dar lugar a una pérdida irrecuperable.
Con esperanza de seguir escuchando estos programas,
Quique Figueroa - Radioescucha compulsivo.
jueves, marzo 23, 2006
El oficio de la escritura durante la nefasta dictadura:
"Hic meus locus pugnare est et hinc non me removebunt"
Una pequeña semblanza de Haroldo Pedro y Rodolfo.
Ambos fueron grandes escritores, tuvieron una actuación memorable durante la década del 70' y fueron chupados/asesinados por la dictadura.
Ellos son una muestra cabal sobre como operaban "estratégicamente" los cerebros que [des]gobernaron el país desde el 76 hasta el 83, aunque el descontrol había comenzado tiempo antes.
Haroldo Pedro Conti nació el 25 de Mayo de 1925 en Chacabuco, provincia de Buenos Aires. Tuvo múltiples oficios: desde aviador civil, hasta seminarista. Esto no fué en vano, ya que desde 1967, hasta 1979 fué profesor de latín en el Liceo Nº 5 sito en Callao y Corrientes de la Ciudad Autónoma.
Desde el seminario, leía las historias de los misioneros, y se veía viviendo en algún paraje lejano, ayudando al prójimo. Haroldo tenía claridad al respecto, y entendía al prójimo como el mas próximo. Esto sentó las bases del acentuado humanismo que pulula en sus obras. Entre los personajes de sus libros, hay seres reales de carne y hueso. Algunos oriuundos de Chacabuco, otros del delta del Tigre, y personajes de La Paloma, Uruguay. Pueblo que conoció al naufragar el "Atlantic", un barco que iba en una regata hacia Río de Janeiro. Algunos palomenses aparecen en Mascaró, el cazador americano.
Digamos que su vida transcurrió entre el Tigre, Buenos Aires y Chacabuco. Haroldo adoraba irse a su casita en el Tigre, y se recluía allí para escribir. Antes de darle a las teclas de su máquina de escribir se cortaba prolijamente las uñas, para evitar comerselas y distraer el proceso creativo. En Buenos Aires, vivía encima del Viejo Almacén allí en Independencia y Balcarce, pero Haroldo pugnaba por salir rumbo a la naturaleza. Ya en el auto, rumbo a su Chacabuco Natal o con la proa hacia el Tigre, era profundamente feliz.
Con su relato "La causa" ganó un premio otorgado por la revista Life, en 1960, obra un tanto pretenciosa, enrolada en la tradición reformista, característica de los escritores liberales que sostenía una censura manifiesta contra la lenta vida pueblerina y la política criolla conservadora.
Mas tarde vendrían Sudeste, Alrededor de la Jaula [llevada al cine por Renán en Crecer de Golpe] y Mascaró. Conti integró el equipo de rdacción de Crisis, junto a Vogelius, Juan Gelman y el mítico Aníbal Ford. Este último recuerda, que en una nota le publicaron una foto de sus tiempos de seminarista, cosa que no era muy sabida, pero en realidad no era muy descabellada dadas sus convicciones y declaraciones:
"Yo soy escritor nada más que cuando escribo. El resto del tiempo me pierdo entre la gente. Pero el mundo está tan lleno de vida, de cosas y sucesos, que tarde o temprano vuelvo con un libro. Entre la literatura y la vida, elijo la vida. Con la vida rescato la literatura; pero aunque no fuera así, la elegiría de todas maneras".
En uno de los famosos encuentros de escritores con Videla, donde concurrieron Sábato, Borges y el Padre Castellani, el único que preguntó por Conti [quien ya había sido secuestrado], fué Castellani. Este tuvo acceso al centro de detención y torturas y lo encontró irreconocible.
Rescato este gesto, ya que el cura tenía sus tendencias en las antípodas políticas de Haroldo, quien apoyaba la Revolución Cubana, al sindicalista Agustín Tosco y al PRT [Partido Revolucionario de los Trabajadores].
El copete de este artículo [escrito en latín], significa "Este es mi lugar de combate y de aquí no me moverán", y fué colocado por Haroldo en su escritorio, poco tiempo antes que lo secuestraran.
El cinismo de la dictadura, hizo que aún desaparecido le siguieran computando sus ausencias [obvias] a sus clases de latín, para darlo de baja en 1979.
Esta cuestión de denigrar al ausente, fué una de las tantas formas cínicas de operar desde diversos ámbitos, y pensaban que así se librarían de estos "personajes molestos". Afortunadamente el rescate de la historia, nos dan la oportunidad de reflexionar y tratar de evitar interruputus democráticos o peligrosas lagunas históricas.
De Rodolfo Walsh, poco puede uno agregar. Simplemente que su vocación por el oficio de narrar se hizo evidente ya desde su época de colegial. Allí internado en un colegio de curas en Capilla del Señor, una vez que estaba en la enfermería, se puso a leer un libro con la dramatización del caso, para el resto de los enfermos. Este episodio tuvo gran repercusión dentro del colegio, y dió la pauta del futuro de Rodolfo.
Walsh vivia en La Plata y una de sus pasiones era el ajedrez. Hasta que se topó con la masacre de los fusilamientos de José León Suarez, por el levantamiento del Gral. Valle contra Aramburu. Enterarse de la existencia de un sobreviviente y sus posteriores indagaciones, hicieron que se inclinara por el género policial, pero desde un compromiso que trascendía lo que hoy vemos en las amarillas y sangrientas páginas policiales de los diarios en general.
Fruto de esto surgieron "Operación Masacre", "¿Quien mató a Rosendo?" y "El caso Satanovsky". Rodolfo estaba metido en la parte de prensa de la CGT y Horacio Verbitsky recuerda su proverbial discreción para con los entrevistados y con el resto, su forma de pasar inadvertido. Luego dentro de Montoneros, fue uno de los encargados de mantener encuentros semanales con Jorge Born durante su cautiverio. Este esperaba ese momento, a sabiendas que su interlocutor [Profesor Neurus, tal su nombre de guerra], era una mente brillante. Fruto de estos encuentros, algunas tácticas de Montoneros, tuvieron buena acogida en el secuestrado empresario, y delinearon así no solo el rescate millonario, sino otras tácticas tales como reparto de alimentos en villas miserias y otras.
Walsh se recluye en una quinta de San Vicente para pasar sus últimos días, bajo la identidad falsa de un profesor de inglés. Las condiciones eran precarias, no tenían agua ni luz. Esto no achicaba a Rodolfo. Un año después de cumplido el primer año del golpe, sale a enviar su Carta Abierta a la Junta Militar, y la firma con su nombre y DNI. Fué su último acto, ya que luego de depositarlas en diversos buzones, fue masacrado en Pichincha y San Juan.
La inauguración de una biblioteca que lleva su nombre en la sede Trelew de ATE muestra que su obra sigue viva ...
"Hic meus locus pugnare est et hinc non me removebunt"
Una pequeña semblanza de Haroldo Pedro y Rodolfo.
Ambos fueron grandes escritores, tuvieron una actuación memorable durante la década del 70' y fueron chupados/asesinados por la dictadura.
Ellos son una muestra cabal sobre como operaban "estratégicamente" los cerebros que [des]gobernaron el país desde el 76 hasta el 83, aunque el descontrol había comenzado tiempo antes.
Haroldo Pedro Conti nació el 25 de Mayo de 1925 en Chacabuco, provincia de Buenos Aires. Tuvo múltiples oficios: desde aviador civil, hasta seminarista. Esto no fué en vano, ya que desde 1967, hasta 1979 fué profesor de latín en el Liceo Nº 5 sito en Callao y Corrientes de la Ciudad Autónoma.
Desde el seminario, leía las historias de los misioneros, y se veía viviendo en algún paraje lejano, ayudando al prójimo. Haroldo tenía claridad al respecto, y entendía al prójimo como el mas próximo. Esto sentó las bases del acentuado humanismo que pulula en sus obras. Entre los personajes de sus libros, hay seres reales de carne y hueso. Algunos oriuundos de Chacabuco, otros del delta del Tigre, y personajes de La Paloma, Uruguay. Pueblo que conoció al naufragar el "Atlantic", un barco que iba en una regata hacia Río de Janeiro. Algunos palomenses aparecen en Mascaró, el cazador americano.
Digamos que su vida transcurrió entre el Tigre, Buenos Aires y Chacabuco. Haroldo adoraba irse a su casita en el Tigre, y se recluía allí para escribir. Antes de darle a las teclas de su máquina de escribir se cortaba prolijamente las uñas, para evitar comerselas y distraer el proceso creativo. En Buenos Aires, vivía encima del Viejo Almacén allí en Independencia y Balcarce, pero Haroldo pugnaba por salir rumbo a la naturaleza. Ya en el auto, rumbo a su Chacabuco Natal o con la proa hacia el Tigre, era profundamente feliz.
Con su relato "La causa" ganó un premio otorgado por la revista Life, en 1960, obra un tanto pretenciosa, enrolada en la tradición reformista, característica de los escritores liberales que sostenía una censura manifiesta contra la lenta vida pueblerina y la política criolla conservadora.
Mas tarde vendrían Sudeste, Alrededor de la Jaula [llevada al cine por Renán en Crecer de Golpe] y Mascaró. Conti integró el equipo de rdacción de Crisis, junto a Vogelius, Juan Gelman y el mítico Aníbal Ford. Este último recuerda, que en una nota le publicaron una foto de sus tiempos de seminarista, cosa que no era muy sabida, pero en realidad no era muy descabellada dadas sus convicciones y declaraciones:
"Yo soy escritor nada más que cuando escribo. El resto del tiempo me pierdo entre la gente. Pero el mundo está tan lleno de vida, de cosas y sucesos, que tarde o temprano vuelvo con un libro. Entre la literatura y la vida, elijo la vida. Con la vida rescato la literatura; pero aunque no fuera así, la elegiría de todas maneras".
En uno de los famosos encuentros de escritores con Videla, donde concurrieron Sábato, Borges y el Padre Castellani, el único que preguntó por Conti [quien ya había sido secuestrado], fué Castellani. Este tuvo acceso al centro de detención y torturas y lo encontró irreconocible.
Rescato este gesto, ya que el cura tenía sus tendencias en las antípodas políticas de Haroldo, quien apoyaba la Revolución Cubana, al sindicalista Agustín Tosco y al PRT [Partido Revolucionario de los Trabajadores].
El copete de este artículo [escrito en latín], significa "Este es mi lugar de combate y de aquí no me moverán", y fué colocado por Haroldo en su escritorio, poco tiempo antes que lo secuestraran.
El cinismo de la dictadura, hizo que aún desaparecido le siguieran computando sus ausencias [obvias] a sus clases de latín, para darlo de baja en 1979.
Esta cuestión de denigrar al ausente, fué una de las tantas formas cínicas de operar desde diversos ámbitos, y pensaban que así se librarían de estos "personajes molestos". Afortunadamente el rescate de la historia, nos dan la oportunidad de reflexionar y tratar de evitar interruputus democráticos o peligrosas lagunas históricas.
De Rodolfo Walsh, poco puede uno agregar. Simplemente que su vocación por el oficio de narrar se hizo evidente ya desde su época de colegial. Allí internado en un colegio de curas en Capilla del Señor, una vez que estaba en la enfermería, se puso a leer un libro con la dramatización del caso, para el resto de los enfermos. Este episodio tuvo gran repercusión dentro del colegio, y dió la pauta del futuro de Rodolfo.
Walsh vivia en La Plata y una de sus pasiones era el ajedrez. Hasta que se topó con la masacre de los fusilamientos de José León Suarez, por el levantamiento del Gral. Valle contra Aramburu. Enterarse de la existencia de un sobreviviente y sus posteriores indagaciones, hicieron que se inclinara por el género policial, pero desde un compromiso que trascendía lo que hoy vemos en las amarillas y sangrientas páginas policiales de los diarios en general.
Fruto de esto surgieron "Operación Masacre", "¿Quien mató a Rosendo?" y "El caso Satanovsky". Rodolfo estaba metido en la parte de prensa de la CGT y Horacio Verbitsky recuerda su proverbial discreción para con los entrevistados y con el resto, su forma de pasar inadvertido. Luego dentro de Montoneros, fue uno de los encargados de mantener encuentros semanales con Jorge Born durante su cautiverio. Este esperaba ese momento, a sabiendas que su interlocutor [Profesor Neurus, tal su nombre de guerra], era una mente brillante. Fruto de estos encuentros, algunas tácticas de Montoneros, tuvieron buena acogida en el secuestrado empresario, y delinearon así no solo el rescate millonario, sino otras tácticas tales como reparto de alimentos en villas miserias y otras.
Walsh se recluye en una quinta de San Vicente para pasar sus últimos días, bajo la identidad falsa de un profesor de inglés. Las condiciones eran precarias, no tenían agua ni luz. Esto no achicaba a Rodolfo. Un año después de cumplido el primer año del golpe, sale a enviar su Carta Abierta a la Junta Militar, y la firma con su nombre y DNI. Fué su último acto, ya que luego de depositarlas en diversos buzones, fue masacrado en Pichincha y San Juan.
La inauguración de una biblioteca que lleva su nombre en la sede Trelew de ATE muestra que su obra sigue viva ...