Que pasa cuando abrís el diario, para anoticiarte de la realidát, y esta te avisa que una persona, a quien no conociste personalmente, pero cuya obra si te impactó hubo de partir a una nube. Así nomás, sin pompa ni circunstancia. A sus joviales 82 años.
Uno podría pensar que es “normal”, pero cuando el sujeto en cuestión, fue un artífice del jazz, remó contra la corriente y se encargó de difundirlo por todo el país, conservando ya no el estilo, porque eso a determinada edad queda impregnado.
Sino que se dedica a enseñar y contagia pasión por doquier, nos dice que quien se fue, es un ser irreemplazable.
Algo así sucedió ayer, lunes 29 de julio, cuando dejó una de sus tantas guitarras eléctricas, el bastión violero, Don Walter Malosetti.
La pausa, fue anunciada por su hijo Javier, otro hombre música. Que se entiende, en parte por su carga genética.
Walter había nacido en Córdoba, un 3 de junio de 1931. Su padre y el hermano mayor eran músicos. La radio fue esencial, porque a través de ella, conoció a Satchmo, Django Reinhardt y otras orquestas de Jazz . En los 50’ formó parte de la Guardia Vieja Jazz Band, The Georgians Jazz Band y otras. Mas tarde integraría el trío Crazy Fingers y los grupos Blue Strings y Swing Timers. En 1958 obtuvo se recibe de Profesor Superior de Guitarra.
Trabajó junto a Oscar Alemán, Hernán Oliva, Roberto "Fats" Fernández, Héctor y Rubén "Baby" López Furst, o el "Negro" González, entre otros.
En 1961 funda la Escuela Superior de Guitarra y Jazz, siendo esta la primera en su especie y contando entre sus profesores y alumnos cantidad de destacados músicos argentinos. En 1972 funda un grupo al estilo Hot Club de France, el inolvidable SWING 39, junto al contrabajista Héctor Basso, el clarinetista Carlos Acosta, y los guitarristas Ricardo Pellicán (sobrino de Walter) y Marcelo Buscio.
También grabó junto al gran Oscar Alemán, David Lebón, Luis Alberto Spinetta.
En 1990 hizo los arreglos para el disco La Mosca y la Sopa de Patricio Rey y sus Redondos.
Walter fue un todo terreno, y algo de eso se ve en Vida con swing, impecable film donde se narra la gesta épica de Oscar Alemán. Allí uno de los músicos comentarias es Walter, quien cuenta como iba a verlo a Oscarzinho, para ver como hacía los milagros de digitación, el escurridizo y rítmico moreno.
Toda su vida enraizada con la música, y eso se ve en el arte de su disco de 2012, Esencia.
Gracias por tanta vida en seis cuerdas.
Por haber contagiado a mucha gente a encontrarse con la guitarra, tal como el buen Ale Simonovich, quien iba a verlo cuando tocaba en Bahía Blanca, y hace mucho se convirtió en un genial guitarrista.
Infinidad de semillas que esparciste por doquier. Algunos habrán devenido buenos violeros, y los que no, con seguridad son amantes de la (güena) música. Que no es poco.
Por todo eso (y por mucho mas), descanza en jazz!
Bitácora devenida Golfista, temporal y afortunadamente. La sabiduría es ante todo conocimiento de si - proverbio chino.
martes, julio 30, 2013
domingo, julio 21, 2013
Muirfield final day for the Open Championship
Estamos transitando la jornada final de la centésima cuadragésima segunda edición del torneo mas importante del noble deporte. Vulgo, la ronda final del British Open de golf. Escocia es la cuna del deporte, y se respira al llegar a estas tierras.
Fijaos el bello video que presenta la conjunción de tierra y deporte:
Fijaos el bello video que presenta la conjunción de tierra y deporte:
lunes, julio 15, 2013
jueves, julio 11, 2013
Día nacional del fuelle
Hoy 11 de julio, se cumplen 99 años del nacimiento de un gran músico.
Aníbal Troilo, Pichuco o el Gordo fue un privilegiado artista que tenía una mágica comunión con el público. Su orquesta marcaba el buen gusto del tango.
Se rodeó de buenos cantores y excelentes músicos. Y supo elegir su repertorio a la hora de grabar discos, logrando inteligentemente con los sellos grabadores.
Pichuco tocaba inclinado hacia adelante, y cerraba sus ojitos.
Tenía influencias de Pedrito Maffia y de Ciriaco Ortiz, pero marcó un camino único en su diálogo con el fuelle del bandoneón.
Nació un 11 de julio de 1914 en Cabrera casi Tomás Manuel de Anchorena, a cuadras del Abasto.
A los 10 años le compraron el bandoneón que lo acompañaría por el resto de sus días.
A los 16 años integró el sexteto conducido por Elvino Vardaro y Osvaldo Pugliese.
Allí tendría como compañeros de violín a Ciriaco Ortiz y Alfredo Gobbi (h).
En 1931 se reencontraría con Ciriaco en la orquesta Los Provincianos, creada por un sello, para grabar discos. Junto a la formación liderada por Julio de Caro, se presentaría en el Luna Park, para pasar luego por tantas otras orquestas, junto a D'Arienzo y D'Agostino entre otros.
Pichuco formó parte del Cuarteto del 900, junto al acordeonista Feliciano Brunelli, Elvino Vardaro y el flautista Enrique Bour.
Luego se sumaría a la gran orquesta de Juan Carlos Cobián, última parada antes de lanzarse al ruedo con su gente.
El genial estreno de la orquesta troiliana tuvo lugar el 1º de julio de ese año en la boite Marabú, donde un letrero anunciaba:
"Hoy debut: Aníbal Troilo y su orquesta", o "Todo el mundo al Marabú / la boite de más alto rango / donde Pichuco y su orquesta / harán bailar buenos tangos".
En el 38 llega al vinilo para el sello Odeón el 7 de marzo de 1938 con los tangos "Comme il faut", de Eduardo Arolas, y "Tinta verde", de Agustín Bardi.
Volvería a granar el 4 de marzo de 1941 para RCA Víctor junto a la voz de Francisco Fiorentino. Desde aquel entonces y hasta 1975, grabó cerca de 500 temas.
Por su orquesta desfilaron voces como las de Fiorentino, Floreal Ruiz, Edmundo Rivero, Nelly Vazquez y Roberto Goyeneche. Algunos pianistas del Gordo fueron: Orlando Goño, Carlos Figari, Osvaldo Manzi, Osvaldo Berlinghieri y José Colángelo. También tocó con Ubaldo de Lío en guitarra y Astor Piazzolla en bandoneón.
La simbiosis de Astor y el Gordo fue mágica, el marplatense había regresado de los Estados Unidos, y contaba con 18 años, acudía todas las noches al café Germinal de la calle Corrientes a escuchar a la orquesta de Troilo. Un día cae enfermo el bandoneonista Toto Rodríguez, y el violinista Hugo Baralis le avisa al "Gato" Piazzolla de la oportunidad que tendría para probarse en la orquesta. Cuando le avisan que tenían un candidato, el Gordo lo miró a Astor, y lo vió joven. Peor aún, cuando le ofreció las partituras para escucharlo. Astor le respondió que no le hacían falta, porque conocía el repertorio de memoria ..
El resto es historia. Astor se integró a la orquesta de Troilo, desde 1939 hasta 1944.
A Pichuco le gustaban los compases simples, que permitiesen al público bailar y lucirse, porque para eso pagaban la entrada.
Piazzolla escribía arreglos demasiado modernos para las partituras, y el Gordo, sacaba la goma de borrar y entraba a modificar compases.
Pese a estas diferencias de gustos musicales, la relación entre ambos siempre fue cordial y de afecto profesional.
De hecho, cuando muere Troilo, Zita la viuda, le obsequia uno de los bandoneones de Pichuco, instrumento que Piazzolla conservó como una reliquia.
A pesar de que el Gordo no le gustaba mucho la música de Piazzolla, pues en varias ocasiones declaró que era una 'cosa' que no la entendía, supo valorar la obra de su amigo, a tal punto que le grabó en la década del 50 los tangos "Para lucirse", "Prepárense", "Contratiempo", "Triunfal", "Lo que vendrá" y el tango que compusieron juntos "Contrabajeando".
Y en 1966, llevó al disco "Verano Porteño" y el magistral "Adiós Nonino".Piazzolla también le demostró a Troilo su profundo respeto y cariño, escribiendo un tango con versos de Horacio Ferrer "El Gordo Triste", obra escrita en homenaje y en vida de su amigo, y después de la muerte de Pichuco, escribió en su honor la "Suite Troiliana", en la que incluye según Astor, los cuatro grandes amores de Troilo tuvo en su vida, el "Bandoneón", "Zita", "Whisky" y "Escolaso".
Para cerrar esta evocación, recuerdo los comentarios que hacían su público, sobre la magia que ponía el Gordo en su orquesta, porque si faltaba algún integrante, merced a algún artilugio desconocido, Troilo, tocaba de tal modo que la ausencia pasara inadvertida para el oyente. Allí radicaba parte de su magia.
El resto estaba también en su forma de ser, su tremenda humanidad encerrada en aquel gordo, retratado en eesta reflexión troiliana:
- "Hay cosas que tienen que ser fundamentales en un hombre: la bonhomía y el repeto. El respeto sobre todas las cosas. Yo tenía 17 años y trabajaba en un cabaret. sabe cómo les decía a las bailarinas? Cómo está señora? Señora, les decía... (Aníbal Troilo)"
No en vano, en 2005 sancionaron este día en el Congreso, la Ley que corona este 11 de julio como día nacional del Bandoneón.Aníbal Troilo, Pichuco o el Gordo fue un privilegiado artista que tenía una mágica comunión con el público. Su orquesta marcaba el buen gusto del tango.
Se rodeó de buenos cantores y excelentes músicos. Y supo elegir su repertorio a la hora de grabar discos, logrando inteligentemente con los sellos grabadores.
Pichuco tocaba inclinado hacia adelante, y cerraba sus ojitos.
Tenía influencias de Pedrito Maffia y de Ciriaco Ortiz, pero marcó un camino único en su diálogo con el fuelle del bandoneón.
Nació un 11 de julio de 1914 en Cabrera casi Tomás Manuel de Anchorena, a cuadras del Abasto.
A los 10 años le compraron el bandoneón que lo acompañaría por el resto de sus días.
A los 16 años integró el sexteto conducido por Elvino Vardaro y Osvaldo Pugliese.
Allí tendría como compañeros de violín a Ciriaco Ortiz y Alfredo Gobbi (h).
En 1931 se reencontraría con Ciriaco en la orquesta Los Provincianos, creada por un sello, para grabar discos. Junto a la formación liderada por Julio de Caro, se presentaría en el Luna Park, para pasar luego por tantas otras orquestas, junto a D'Arienzo y D'Agostino entre otros.
Pichuco formó parte del Cuarteto del 900, junto al acordeonista Feliciano Brunelli, Elvino Vardaro y el flautista Enrique Bour.
Luego se sumaría a la gran orquesta de Juan Carlos Cobián, última parada antes de lanzarse al ruedo con su gente.
El genial estreno de la orquesta troiliana tuvo lugar el 1º de julio de ese año en la boite Marabú, donde un letrero anunciaba:
"Hoy debut: Aníbal Troilo y su orquesta", o "Todo el mundo al Marabú / la boite de más alto rango / donde Pichuco y su orquesta / harán bailar buenos tangos".
En el 38 llega al vinilo para el sello Odeón el 7 de marzo de 1938 con los tangos "Comme il faut", de Eduardo Arolas, y "Tinta verde", de Agustín Bardi.
Volvería a granar el 4 de marzo de 1941 para RCA Víctor junto a la voz de Francisco Fiorentino. Desde aquel entonces y hasta 1975, grabó cerca de 500 temas.
Por su orquesta desfilaron voces como las de Fiorentino, Floreal Ruiz, Edmundo Rivero, Nelly Vazquez y Roberto Goyeneche. Algunos pianistas del Gordo fueron: Orlando Goño, Carlos Figari, Osvaldo Manzi, Osvaldo Berlinghieri y José Colángelo. También tocó con Ubaldo de Lío en guitarra y Astor Piazzolla en bandoneón.
La simbiosis de Astor y el Gordo fue mágica, el marplatense había regresado de los Estados Unidos, y contaba con 18 años, acudía todas las noches al café Germinal de la calle Corrientes a escuchar a la orquesta de Troilo. Un día cae enfermo el bandoneonista Toto Rodríguez, y el violinista Hugo Baralis le avisa al "Gato" Piazzolla de la oportunidad que tendría para probarse en la orquesta. Cuando le avisan que tenían un candidato, el Gordo lo miró a Astor, y lo vió joven. Peor aún, cuando le ofreció las partituras para escucharlo. Astor le respondió que no le hacían falta, porque conocía el repertorio de memoria ..
El resto es historia. Astor se integró a la orquesta de Troilo, desde 1939 hasta 1944.
A Pichuco le gustaban los compases simples, que permitiesen al público bailar y lucirse, porque para eso pagaban la entrada.
Piazzolla escribía arreglos demasiado modernos para las partituras, y el Gordo, sacaba la goma de borrar y entraba a modificar compases.
Pese a estas diferencias de gustos musicales, la relación entre ambos siempre fue cordial y de afecto profesional.
De hecho, cuando muere Troilo, Zita la viuda, le obsequia uno de los bandoneones de Pichuco, instrumento que Piazzolla conservó como una reliquia.
A pesar de que el Gordo no le gustaba mucho la música de Piazzolla, pues en varias ocasiones declaró que era una 'cosa' que no la entendía, supo valorar la obra de su amigo, a tal punto que le grabó en la década del 50 los tangos "Para lucirse", "Prepárense", "Contratiempo", "Triunfal", "Lo que vendrá" y el tango que compusieron juntos "Contrabajeando".
Y en 1966, llevó al disco "Verano Porteño" y el magistral "Adiós Nonino".Piazzolla también le demostró a Troilo su profundo respeto y cariño, escribiendo un tango con versos de Horacio Ferrer "El Gordo Triste", obra escrita en homenaje y en vida de su amigo, y después de la muerte de Pichuco, escribió en su honor la "Suite Troiliana", en la que incluye según Astor, los cuatro grandes amores de Troilo tuvo en su vida, el "Bandoneón", "Zita", "Whisky" y "Escolaso".
Para cerrar esta evocación, recuerdo los comentarios que hacían su público, sobre la magia que ponía el Gordo en su orquesta, porque si faltaba algún integrante, merced a algún artilugio desconocido, Troilo, tocaba de tal modo que la ausencia pasara inadvertida para el oyente. Allí radicaba parte de su magia.
El resto estaba también en su forma de ser, su tremenda humanidad encerrada en aquel gordo, retratado en eesta reflexión troiliana:
- "Hay cosas que tienen que ser fundamentales en un hombre: la bonhomía y el repeto. El respeto sobre todas las cosas. Yo tenía 17 años y trabajaba en un cabaret. sabe cómo les decía a las bailarinas? Cómo está señora? Señora, les decía... (Aníbal Troilo)"
Como si esto fuera poco, compartimos un soneto sobre el Dogor, compuesto por Gustavo (vero) Grosso
"Y siempre está volviendo al barrio/ Pichuco Troilo del fuelle esquina Buenos Aires/ con t de tango/ Zita y el amor por el whisky/ el escolazo y los amigos/ así de taciturno/ noctámbulo de todas las esquinas./ Un día como hoy/ frío y en mayo/ colocó por última vez el paño de terciopelo en las rodillas/ y sin más entrecerró los ojos/ y desde entonces/ el son del bandoneón quedó solo y con quejas./ Cerraba los ojos cuando tocaba/ y nunca supo explicar por qué/ parecía que se quedaba dormido/ hasta los aplausos/ La última curda/ Romance de barrio. "Yo sé que la gente me quiere... No sé si soy un ídolo... Por otra parte, no soy tan vanidoso como para creerme eso... ¿Buenos Aires? No, que voy a ser Buenos Aires... Pero yo quisiera ser media calle de un barrio cualquiera de mi ciudad..."/ Palabra del Gordo/ el más querido de todos los tangueros/ vaya alguien a saber cómo y por qué esa magia/ esa comunión inalterable con su gente./ No fue un gran estilista ni un enorme creador/ pero fue él mismo/ y nadie como Pichuco de las manos como patios/ pinta poeta de gorrión con gomina/ A los diez años convenció a su mamá y compró un bandoneón a 140 pesos y en 14 cuotas/ con ese fueye tocó casi siempre/ y a los once ya andaba por el Abasto/ con sus primeras notas/ y tenía menos de quince cuando formó el quinteto/ Troilo con Elvino Vardaro/ con Pugliese/ con los mejores cantores/ con Gobbi/ ¿De qué Shakespeare lunfardo se ha escapado este hombre?/ preguntó Ferrer describiendo al Gordo triste/ el cabaret/ el fútbol/ River/ los burros/ Aníbal Carmelo había nacido en el 14, el 11 de julio/ en el Abasto/ y cómo no ser tanguero naciendo allí/ la familia lo bautizó Pichuco y fue Pichuco para siempre/ "Se dice que yo me emociono demasiado a menudo y que lloro. Sí, es cierto. Pero nunca lo hago por cosas sin importancia"/ Un día de mayo Pichuco de las manos como patios/ cerró los ojos y desde entonces/ nunca hubo un porteño tan baqueano del alba."
lunes, julio 08, 2013
Aburrimiento productivo
George Harrison escribió “Here comes
the sun” en el jardín de la casa de Eric Clapton con una
guitarra acústica del dueño de casa, quien recuerda: "fue una
de esas preciosas mañanas de primavera. Debe haber sido por el mes
de abril, estabamos paseando por el jardín con las guitarras, nos
sentamos en algún lugar, y desde alí mismo, George mirando la gota
de agua que pendía de una hoja arrancó a cantar las primeras líneas
de Here comes the Sun”.
Resulta que el Beatle se aburría
terriblemente en las reuniones ejecutivas de Apple y las detestaba. Y
una vez que murierar Brian Epstein, Los Beatles tuvieron que ocuparse
un poco mas de todo eso. De allí el tedio de Harrison que motivara
su rateadad a la casa de Clapton. Esto sumado al arribo de la
primavera, en el invernal Londres, terminó de inspirarlo
“soleadamente”.
La grabación arrancó el 7 de julio de
1969, culminó el 19 de agosto y fue lanzada el 26 de
septiembre de ese año. La música
arranca en el canal izquierdo y se mueve gradualmente hacia
el derecho, al comenzar la voz de
Harrison. La parte instrumental es similar a "Badge",
escrita
entre Harrison y Clapton, grabada por
la banda de este último, Cream.
John Lennon, no participó de las
grabaciones, porque estaba hospitalizado debido a un
accidente automovilístico. Harrison
es el vocalista principal, toca la guitarra acústica y utilizó
su sintetizador Moog recientemente
adquirido. Fue una de las primeras canciones pop con este
agregado.
El 20 de noviembre de 1976, Harrison
tocó este tema junto a Paul Simon en Saturday
Night Live. El astrónomo Carl Sagan
quería que esta canción se incluyese en el disco de oro de
la sonda Voyager, como muestra
representativa de la civilización humana. Si bien los Beatles
estaban de acuerdo, por problemas de
propiedad intelectual, no se pudo incluir en la sonda,
lanzada en 1977. Pese a todo, estimamos
el tema debe haber llegado al sol …
miércoles, julio 03, 2013
La SAL de los medios
La Sociedad Argentina de Locutores nació un 3 de Julio de 1943. Ese día, veintiún "trasnochadores" se reunieron en el edificio de Corrientes 830, Capital Federal, donde funcionaba la redacción de la desaparecida Revista Antena y fundaron la SAL.
Raúl ARMAGNO COSENTINO, Ricardo BERUTTI, Eduardo BESNARD, Ricardo BRUNI, Roberto CANO, Pedro DEL OLMO, Juan Bernabé FERREYRA, Carlos FONTANA, Carlos FORESTI, Roberto GALAN, Juan Carlos GRASSI, Jorge Homar DEL RIO, Carlos IGLESIAS, Roberto LAFONT, Milton LIMA MANSILLA, Rodolfo LOPEZ ERVILHA, Jaime MAS, Juan MONTI, Alberto RIAL, Rodolfo TORWILL y Pedro VALDEZ, fueron los locutores que sentaron las bases de la entidad y designaron una Junta Directiva Provisoria que tuvo como Presidente a Pedro del Olmo (LR4) y como Secretario a Roberto Galán (LR1).
Para afrontar los primeros gastos, cada uno de los presentes aportó un peso moneda nacional.
A las 4,15 de la madrugada terminó la sesión...y si bien la crónica no lo dice, sospechamos que durante o después de la Asamblea, los presentes se hicieron una escapadita a la pizzería Las Cuartetas que funcionaba en la planta baja del edificio, para reponer energías con una porción de pizza con fainá y un buen semillón o moscato.
Brindo pa que seamos la SAL de los medios, y que nuestras voces aporten a la construcción de una sociedad mejor.
Feliz día pa tuitos los Locos de la Azotea, sus (in)fieles seguidores.
Y el recuerdo de un gran profesional de los medios, alguien que sigue alumbrando:
Raúl ARMAGNO COSENTINO, Ricardo BERUTTI, Eduardo BESNARD, Ricardo BRUNI, Roberto CANO, Pedro DEL OLMO, Juan Bernabé FERREYRA, Carlos FONTANA, Carlos FORESTI, Roberto GALAN, Juan Carlos GRASSI, Jorge Homar DEL RIO, Carlos IGLESIAS, Roberto LAFONT, Milton LIMA MANSILLA, Rodolfo LOPEZ ERVILHA, Jaime MAS, Juan MONTI, Alberto RIAL, Rodolfo TORWILL y Pedro VALDEZ, fueron los locutores que sentaron las bases de la entidad y designaron una Junta Directiva Provisoria que tuvo como Presidente a Pedro del Olmo (LR4) y como Secretario a Roberto Galán (LR1).
Para afrontar los primeros gastos, cada uno de los presentes aportó un peso moneda nacional.
A las 4,15 de la madrugada terminó la sesión...y si bien la crónica no lo dice, sospechamos que durante o después de la Asamblea, los presentes se hicieron una escapadita a la pizzería Las Cuartetas que funcionaba en la planta baja del edificio, para reponer energías con una porción de pizza con fainá y un buen semillón o moscato.
Brindo pa que seamos la SAL de los medios, y que nuestras voces aporten a la construcción de una sociedad mejor.
Feliz día pa tuitos los Locos de la Azotea, sus (in)fieles seguidores.
Y el recuerdo de un gran profesional de los medios, alguien que sigue alumbrando:
martes, julio 02, 2013
Samba Novo - Baden Powell
Ande están los dedos?
Un lujo la poesía digitadora de los mismos. El fraseo, la elegancia del cuerpo, la inmutabilidad del rostro de Baden. Todo Brazil, resumido allí.