Bitácora devenida Golfista, temporal y afortunadamente. La sabiduría es ante todo conocimiento de si - proverbio chino.
miércoles, junio 29, 2005
El Universo de Einstein
Allá por 1925, Albertito Einstein visitaba la Argentina para dar un ciclo de conferencias. Por aquel entonces había publicado varios de sus trabajos que revolucionarían la física clásica.
Einstein [como tantos otros] sufriría las vicisitudes del sistema educativo. Basta recordar con que era considerado como un alumno mediocre. Pese a esto el germano, prosiguió buscando saciar su interés, y para ello se dispuso a estudiar física.
Evidentemente era una persona firme en sus convicciones. Digo, si se hubiese dejado guiar por las opiniones de algunos de sus profesores, Einstein hubiese optado por una carrera mas liviana. Pero, el físico llevaba grabado a fuego aquello de "5% de inspiración, y 95% de esfuerzo".
Creo no hemos comprendido cabalmente su mensaje, y en muchos casos seguimos estigmatizando a nuestros alumnos. Una cosa era obrar con determinado rigor a principios del siglos XX, pero con los medios que tenemos a nuestro alcance (hoy 2005), y la experiencia acumulada de diversos métodos de enseñanza, tenemos que acercar el conocimiento a los alumnos. Desacartonarlo, mostrar que aquellos que hoy consideramos como genios cabales, también fueron alumnos, y hasta reprobaban materias, o tenían problemas en la escuela, o en la universidad.
Nunca entendí demasiado de física, quizá por carecer de docentes que la hicieran atractiva. Pero, la veo como una ciencia mas compleja que la propia matemática.
Lo que mas me asombra, fue el resumen que hiciera Einstein sobre su estadía de un mes en Buenos Aires: "ciudad cómoda, pero aburrida. Gente cariñosa, ojos de gacela, con gracia, pero estereotipados. Lujo, superficialidad".
En sus notas personales, deja asentado del aburrimiento que sentía ante el auditorio que lo consideraba un semidios, y la masa de periodistas que lo abrumaban. Lamentablemente, poco cambiaron algunas de estas cosas.
Ojalá estudiemos y mostremos, no solo la ciencia, sino también los hombres de carne y hueso que la forjaron, para mostrar al resto de la comunidad que el aporte de cada uno de nosotros, puede ser decisivo y trascendente.
Quique F. - Cronista sin bronce [ni brillo]
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