Bitácora devenida Golfista, temporal y afortunadamente. La sabiduría es ante todo conocimiento de si - proverbio chino.
miércoles, octubre 26, 2005
Literatura y colimba
Ayer se llevó a cabo una mesa redonda sobre literature en el Museo Nacional de Bellas Artes (Avenida del Libertador entre Luisito Agote y la Avenida Pueyrredón). Participaron Liliana Heker, Ana María Shua y Pablo de Santis.
El museo está fenómeno, abre desde las 12 hasta las 19 horas y tiene una oferta muy variada. Recomiendo especialmente las ofertas de la mini librería de la Planta Baja.
En el auditorio del primer piso se llevó a cabo la charla. Mientras esperaba diera comienzo pude observar el increíble magnetismo de una pieza de Guillermo Roux llamada “La ronda”, que tiene algo así como 3 x 2 metros.
La mesa arrancó y hablaron los tres escritores. Cuando llegó el turno de Heker, esta se proclamó amiga de Shua, y en lugar de hacer su ponencia, cuestionó supuestos enunciados de su predecesora. Esto derivó por andariveles harto surrealistas, pretendió encender una falsa polémica, y no hizo mas que ahondar el carácter anodino/vacío de su presentación. Tanto Shua, como De Santis fueron prolijos y cautos con el manejo del tiempo, y fueron respetuosos porque citaron bastante a otros autores y algunos de ellos no tan conocidos.
Me llevo como algo mas que interesante esta visión de De Santis, con su laburo donde bucea en las profundidades e implicancias del género historietas en la literatura en general: Oesterheld, Trillo, Sasturain, Ricardo Barrera y Breccia [el muchacho de Mataderos]. Y celebro no se haya sumado a la confusión que imperó en la última parte del evento.
Como nota al pie, lo ví luego de unos 23 años, ya que hicimos juntos la colimba, custodiando el Palacio Paz en la época de las Malvinas. Después de tamaño engendro, uno se volcó hacia las letras, y el que suscribe hacia lo computable. Opciones.
Palomita Blanca
Este artículo/post se genera desde un viejo procesador de textos. En rigor de verdad añoro el Word for DOS, donde uno escribía a dos manos, sin tanto requerimiento de hard, y sin el maldito mousse.
Vuelvo al título del “artipost”. Resulta que allá por los 90’ hube de laburar tendiendo redes en un estudio de abogados grandecito. Como todos los laburos, lo mejor que me llevé de allí fueron las experiencias compartidas con un selecto grupo de personas.
Allí tuve la ocasión de conocer una persona que se dedicaba a liquidar sueldos, y analizar los gastos de las facturas telefónicas, ya que este estudio trasladaba los costos de sus llamadas telefónicas internacionales a sus clientes. En medio de esta maraña administrativa, y seguramente potenciada por salir de tamaño tedio, Verónica Paloma manifiesta su interés por cursar periodismo en TEA. Uno que es medio pirucho, la alienta a seguir, y la mina redescubre su potencial profesional.
Unos ocho años atrás cuando estabamos por mudarnos de un depto. a otro nos viene a visitar Palomita. Con su cámara de fotos registra el bolonki de la semana previa a una mudanza.
En medio de tal desbole, ella registra a Tina y Chucho saltando en la cama de sus viejos [nosotros], y hasta nos fotografía cebando mate y conversando con Alejandro [su pareja de aquel entonces].
Cuando estaba al partir, detecta una cámara descartable, y pregunta que tiene. Así como quien no quiere la cosa, le explico que es de Chucho, y que probablemente en medio de la mudanza fuera a perderse. Pide permiso para llevársela y mandar revelar las fotos. “Por supuesto, llévatela. Nosotros jamás las ibamos a revelar”.
Al tiempo y con motivo de un cumple mío, reaparece Paloma, ya ubicados nos en el depto. del General Miguelito de Azcuénaga y Peña. Sorpresa: trae las fotos reveladas. Para nos, resultaban simpáticas, más Paloma agregaba detalles tales como: las fotos había salido en foco [y sin atisbo de movimiento alguno], y los planos que esencialmente iban de la rodilla para abajo, eran el punto de referencia del pequeño fotógrafo. Digamos esa era su realidad.
Tamaña lección me llevé, pensando que aquel rollito era insignificante, cuando en rigor de verdad era todo un documento/manifiesto del pequeño Benjamín.
Hoy Paloma escribe y también labura con fotografía. La foto de Korda fue tomada por ella y publicada en Página 12 con su respectivo reportaje. Atrás quedó el tiempo de parir entre sueldos y pulsos telefónicos. Cambia todo cambia.
viernes, octubre 21, 2005
Sabiduría Celta
En la clase de ayer citaban como caso paradigmático el notable avance de Irlanda, tanto desde la faz económica como educativa. Mas allá de externalidades, hubimos de conversar sobre algunos factores que pueden haber favorecido la cosa. Allá vamos.
La cultura celta tuvo su apogeo alló por el 480 a.C. Luego de diversos retrocesos, forzados por guerras, se refugió casi intacta en Irlanda.
Quienes administraban el poder eran los druidas, una especie de sacerdotes militares que organizaban la sociedad. Se basaban en principios enunciados en tríadas.
Es un modo de pensar diferente del dualismo con el que entendemos al mundo hoy. En la tríada, cada concepto tiene su propia identidad y a la vez, envuelve a los otros manteniéndose en equilibrio.
Me gusta esto de salir de las trilladas y reduccionistas lógicas binarias: ¡ampliemos el espectro!
En la clase de ayer citaban como caso paradigmático el notable avance de Irlanda, tanto desde la faz económica como educativa. Mas allá de externalidades, hubimos de conversar sobre algunos factores que pueden haber favorecido la cosa. Allá vamos.
La cultura celta tuvo su apogeo alló por el 480 a.C. Luego de diversos retrocesos, forzados por guerras, se refugió casi intacta en Irlanda.
Quienes administraban el poder eran los druidas, una especie de sacerdotes militares que organizaban la sociedad. Se basaban en principios enunciados en tríadas.
Es un modo de pensar diferente del dualismo con el que entendemos al mundo hoy. En la tríada, cada concepto tiene su propia identidad y a la vez, envuelve a los otros manteniéndose en equilibrio.
Me gusta esto de salir de las trilladas y reduccionistas lógicas binarias: ¡ampliemos el espectro!
Punto y Línea sobre el Plano
"El punto geométrico es imperceptible. Por ello, debe definirse como un ente abstracto- Si lo pensamos como algo material, el punto parece un cero. No obstante, este cero oculta diversas propiedades "humanas". Para nuestros sentidos, este cero, el punto geométrico, se vincula con la mayor condensación.
Indudablemente habla, pero con la discreción mas grande.
Para nuestros sentidos, el punto es el principal, el único puente entre palabra y silencio.
El punto geométrico tiene su forma material en la escritura: forma parte del lenguaje, y significa silencio".
Celebramos los tres meses que permaneciera Vassily durante 1923, en las márgenes del lago Constanza, sistematizando sus hipótesis y efectuando las experiencias prácticas correspondientes. Esto dió como fruto un profundo Punto y Línea sobre el Plano, prolongación orgánica de Sobre lo Espiritual en el Arte.
A votre santé Vassily!
jueves, octubre 20, 2005
El centro de cómputos de la hormiga del desierto
Si la Cataglyphis sale en busca de comida, hay que apurarse.
Con temperaturas de 50º, y a pleno sol, vale la pena ahorrarse unos metros de carrera.
Y en esto Cata [nuestra hormiga veloz], es toda una autoridad.
Decimos esto porque cuando sale a la búsqueda de cadáveres de insectos que no pudieron soportar el calor, esta hormiga recorre con frecuencia centenares de metros sobre la ardiente arena, y no en línea recta: ¡sino en zigzag!
Pero cuando encuentra un bocado suculento, lo carga y corre derechito con él, en dirección a su agujero, de un centímetro de tamaño, situado encima de su nido.
Esto sorprende aún mas, si pensamos que en la cabeza de esta diminuta criatura, trabaja una calculadora de un miligramo. ¿Cómo se orienta? Ya que por estar en pleno desierto, carece de los usuales puntos de referencia ...
Investigadores de la Escuela Técnica Superior Confederada de Zurich, investigan el sitema de navegación de la hormiga del desierto. Esta puede reconocer merced a sus ojos compuestos, un espectro de polarización en el cielo invisible para nosotros. Gracias a esto siempre sabe en que dirección camina. Pero eso no es todo: cuenta sus pasos, registrando los desniveles de subida y los vientos.
Resultado: la Cataglyphis [nuestra Cata], calcula exactamente el camino de regreso mas corto.
¿Que como encuentra el agujero de su nido? Buena pregunta, lo logra gracias a registrar todas las singularidades ópticas en el entorno inmediato del nido.
Al ver una hormiguita: ¿la pisaremos, o le pediremos que nos ayude con problemas de programación lineal?
La teoría como responsabilidad - Recordando a Pierre Bourdieu, artículo de Wolf Lepenies publicado en Kulturchronik 2, 2002
Desde la Ilustración, uno de los designios de la Filosofía ha sido el de eliminar el asombro.
El sentido de la Sociología es no creer en la casualidad dentro de la sociedad.
Pierre Bourdieu, quien contaba con 71 años en el 2001, fué catedrático de Sociología en el College de France, y hasta 1998 director del "Centre de Sociologie Européenne" en la "École des Hautes Etudes". Alcanzó la cumbre a la que puede aspirar un sociólogo, pero el éxito no disminuyó sus diversas inquietudes.
Un hombre reflexivo, a tal punto que al dar su lección de cátedra inaugural, allá por 1982, dejaba en claro que lejos de gozar el momento, lo analizaba: "La Sociología crea una distancia insuperable, a veces insoportable no sólo para la institucion".
La Sociología era para Bourdieu, lo opuesto a una "gaya ciencia" [en el sentido de Nietzche]. Para él, era la disciplina científica de la seriedad y también de la miseria de la vida social.
Los franceses conocen el "homme nécessaire": para Bourdieu la Sociología era una ciencia imprescindible. Sólo ella podía comprender el carácter ineludible de los hechos sociales, y al mismo tiempo averiguar como el individuo era capaz de conquistar para sí, contra estas coerciones, espacios libres para la actuación.
Así por ejemplo, toda sociedad está determinada por ciertos sistemas de matrimonio, sin embargo, los que deseaban contraer matrimonio desarrollaban algunas estrategias con las que probaban la flexibilidad del sistema. Por lo general, tanto etnógrafos como sociólogos, se orientaban hacia el sistema, o hacia el sujeto. O bien miraban sólo hacia las estructuras objetivas e inmutables en las que los actores se movían como marionetas, o bien hacían suyo el punto de vista de los personajes representados y les conferían una ilusoria libertad.
Frente a esto Bourdieu subrayó la paradoja que supone el que la actividad humana esté orientada hacia fines sociales, sin que siga conscientemente tales fines. Hizo hincapié en un paralelismo tomado de la gramática generativa de Noam Chomsky: en cuanto hablantes conocedores de la lengua, estamos inmersos en un limitado repertorio de reglas y normas, pero al mismo tiempo podemos formular un número infinito [conmensurable] de frases gramaticalmente correctas.
Sin identificarse con la filosofía de la Historia que le sirva de trasfondo, Bourdieu ha hecho suya la actitud que va unida a ella, y desarrolló perspectivas de investigación propias mediante la recombinación de fragmentos de teorías y métodos existentes, sin caer en la simple imitación.
Su obra mas deslumbrante es "La Misère du Monde", un libro-miscelánea en el que hablan los propios afectados. El título recuerda a "Los miserables" de Victor Hugo. La toma de partido de Bourdieu en favor de los obreros y campesinos franceses, y su lucha contra las catastróficas consecuencias a nivel mundial del fundamentealismo hallan algunos antecedentes el "La Misère du Monde".
El libro es una obra en equipo. Promovió este tipo de actitudes para lograr mayor cohesión. No se si lo logró, pero captó con gran precisión los vericuetos de la sociedad.
lunes, octubre 17, 2005
Zurbaran y sus sorpresas
En su local de la calle Cerrito, expone José Alberto Marchi. Otro pintor curioso, con grandes influencias del arte sacro, y con un toque realmente curioso, tal como puede observarse en "Iluminadores de montañas". Una concepción particular de las cosas.
Marchi fue amén de docente, preceptor. Seguramente este trabajo lo ayudó a ver algunas cosas de las clases, que luego habría de plasmar en sus obras.
Trabajó también en el dibujo humorístico-publicitario y dió clases en la academia de dibujo de su cuñado [Carlos Garycochea].
Lo anecdótico, es que Marchi se preguntó varias veces por su condición de pintor, ya que no siempre las ventas producto de las exposiciones le dieron el sustento necesario. Afortunadamente esto pareciera ser parte de un pasado que no volverá.
Las expresiones de los rostros, son de una profundidad poco usual, el manejo de la luz es otra habilidad, y los planteos en muchos casos son surrealistas.
Un artista completo, y otro regalo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Anotadlo. ¡Paleta llena!
viernes, octubre 14, 2005
Gregorio Cerrolaza expone en Centoira
Un versátil y ecléctico artista posee un vasto arsenal de obras: dibujos, pinturas, objetos, etc.
Aparecen cosas de Escher, admiración por Magritte, pero en esencia Cerrolaza desarrolla un estilo propio, que conjuga la ironía, y una mirada amplia a la vez que inteligente sobre la realidad.
Aparecen personajes que se repiten: sapos, águilas, vaquitas, manchas.
Y una forma de resolver situaciones similar a las de la publicidad.
Un excelente manejador de tramas, creando climas propicios para volar con la imaginación, llegando a resultados poco/nada previsibles.
La imagen que acompaña esta nota es "Cielo del Sur", un interesante óleo de 1 mt cuadrado.
¿Que donde está Centoira? En Dominguito French entre Francisco Narciso de Laprida y Tomás Manuel de Anchorena, en pleno Barrio Norte de Bs.As.
Concurrid, Cerrolaza no expone su obra muy seguido.
Artísticos Saludos.
martes, octubre 11, 2005
La imaginación al poder
Adjunto una colaboración del buen y gran compañero Renato Zarate Baños. El tipo es mexicano y compartimos el curso del IIPE. Sin embargo la cosa es que amén del tema social/educativo, el hombre escribe. ¡Y como! Va una copia de su cuentico.
¡Gracias Renato!
___________________________________________________________
A la niña morena le daba miedo
Cuento que cambia cada vez que se cuenta
Para Mayahuel y Renato
que me iluminan en mis días y mis noches.
A la niña morena le daba miedo quedarse a oscuras después de que mamá la besaba y le decía que soñara con los angelitos.
Miraba con sus ojitos espantados cada rincón de su cuarto, y el corazón le brincaba si percibía algún sonido extraño.
Así la pasaba, de susto en susto, hasta que el sueño la liberaba de su tormento.
Una noche de octubre le dio por correr las cortinas de la ventana que quedaba justo sobre de su cabeza, apurada por descubrir al pájaro-fantasma que hacía “p´st, p´st” desde la noche. Admirada, descubrió el cielo iluminado por millares de luces, tan hermoso era el paisaje que hasta del pájaro-fantasma se olvidó para quedarse mirando, hipnotizada, cada uno de esos destellos.
Repuesta de su sorpresa, comenzó a contar una a una las estrellas. Primero de la derecha a la izquierda, llevaba su cuenta con mucha emoción, hasta que la vista se le nublaba de tanta luz y se quedaba dormida, con sus ojitos cerrados dirigidos al cielo.
Después de tres o cuatro noches que con tenacidad intentó llevar la cuenta de memoria, se propuso anotar en un papel para no equivocarse. Pasó de los números a las rayitas para terminar con un intento de dibujar un punto por cada una de las estrellas, hasta que se percató que el papel se había acabado y ella no había abarcado ni siquiera un pedacito de cielo que la hiciera guardar la esperanza de terminar algún día.
Esa noche se durmió un poco triste, el entusiasmo de los días anteriores no le había permitido medir la magnitud de la tarea que se había puesto enfrente.
Al día siguiente, cuando hacía el camino de regreso de la escuela a su casa, miró la piedra que había para sentarse en la puerta una casa en la que diario se detenía a tomar un respiro, se acordó que su abuelo se sentaba todas las noches en una piedra igual y se quedaba mirando el cielo, algunas veces lo escuchó roncar, pero otras, se acercaba sigilosa para asustarlo y él, juguetón, le gruñía de una forma que acababa por espantarla más.
Entonces, pensó que de seguro él, con tantos años encima, sí sabía como hacer las cuentas de ese cielo. Decidió preguntarle esa misma noche.
El viejo apenas y movió la vista un poco cuando la escuchó, ella notó que lo había inquietado, pensó que tal vez había estado mal preguntarle una cosa tan difícil. Estaba a punto de regresar a su casa cuando sintió la mano cariñosa sobre su hombro y escuchó lo siguiente:
I. Primera noche
¿Para que quieres contar las estrellas?
Yo también lo intenté hace muchos años, porque tenía la ambición de atesorarlas, como el avaro las monedas, después de muchos intentos, descubrí que podía tenerlas todas si miraba al cielo en su conjunto, de ese modo, entraban como un río desde mis ojos hasta mi corazón y sentía como si viajara de un lugar a otro, flotando entre ellas, ahí encontré otros corazones como el mío, también flotando.
II. Segunda noche
¿Para que contar las estrellas?
Yo también lo intenté hace muchos años, porque creía que eran todas iguales y se podían poner en una caja como manzanas. Descubrí que son diferentes, que algunas brillan fuerte y otras apenas tiritan, que unas tienen luces amarillas, otras blancas y algunas casi rojas; que algunas alegres salen diario y otras, muy tímidas, apenas se aparecen de cuando en cuando.
Ahora las disfruto tal cual son, diferentes, como se les ocurre aparecer, a veces alimentan mi alegría, a veces consuelan mis tristezas, siempre hay alguna, que me sonríe aunque sea un breve instante. Las dejo que vengan a mi vida, libres, sin intentar ponerlas en cajones.
III. Tercera noche
¿Para que contar las estrellas?
¿Que se te ocurre?
Escríbelo…
Final
Desde entonces, la niña ya no le tiene miedo a la oscuridad de la noche, porque sabe que, aunque esté nublado, siempre hay luces en el cielo. Se acuesta contenta y recibe el beso de su madre con los ojos cerrados, después corre un poco las cortinas, mira el cielo un momento y se duerme en la oscuridad, con una gran sonrisa.
A veces, de plano deja abierta la ventana y su corazón navega feliz entre las luces.
Renato Zárate Baños
Buenos Aires, desde hace 12 años contándolo, hoy lo comienzo a escribir.
Octubre del 2005.