martes, noviembre 22, 2005


Las Calaveras
(copyleft de Lucía, Pedro y Renato los cumpas mexicanos)

Llegaron todos contentos
Por el 21 de agosto,
Agüero les sonreía
Con tortas y con el mosto
Les daba la bienvenida

Pobres mortales aquellos
No sabían de su suerte
Ni siquiera imaginaban,
Que en el IIPE Buenos Aires
Los esperaba la muerte.

Ya no más evaluaciones
Ni preocupación de nada
Tranquilos quedaron todos
guardados en los panteones


La muerte siempre está ahí, nos acompaña toda la vida porque es parte de la vida misma. ¿Valoraríamos la vida como lo hacemos si fuera eterna? Finalmente, la muerte está al servicio de la vida.

Cada 2 de noviembre los mexicanos cruzamos el puente que separa a los vivos de los muertos y celebramos. Nos preparamos días antes para recibir a nuestros familiares fallecidos, con sus comidas favoritas, sus fotos, los objetos que nos los recuerdan.
El día 2 los sentimos llegar, nos acompañan por un día y nosotros los honramos y tomamos nuevamente en nuestro corazón todo lo bueno que nos dieron.

Los muertos están vivos para nosotros ese día y nosotros, los vivos, jugamos un poquito a morirnos.

Hacemos calaveras de azúcar con nuestro nombre en la frente y escribimos versos en los que hablamos de cómo la muerte vino por nosotros y nos llevó al otro mundo.

Son versos humorísticos, que nos recuerdan lo efímero de la vida, pero como nos hacen reír, nos quitan un poquito el miedo que tenemos de irnos y nos ayudan a disfrutar el instante, que es lo único real.

También nos dan oportunidad de reírnos un poquito de los otros, con la maravillosa ironía que tiene el humor negro.

Valga esta introducción para estas “Calaveras” (así se llaman estos versos) hechas con todo cariño para ustedes :





A Buenos Aires llegó
La muerte en su bicicleta
Vino buscando becarios
Que estudian en Recoleta.

Por el IIPE preguntó,
Vaya a Agüero le dijeron
Que ahí, entre Peña y French,
Los becarios se escondieron

La Parca, que es muy coqueta
A unos quiso seducir
A otros los pescó dormidos
Y a los más fue a perseguir



Alicia

Cuando Doña Flor murió
Lloraron sus dos maridos
Los estudiantes dijeron
¿Cómo ha sido? ¿Cómo ha sido?

Ella nos organizó
El viaje hasta Cordobita,
Y en las clases nos contaba
Historias de la Cumbrecita.

Ya no hay con quien discutir
Y arreglar la educación
Pues Alicia en el Panteón
Se ha dedicado a dormir

Alcides

Alcides a la Calaca
un tereré le invitó
Y le dijo en guaraní
A mi no me llevas flaca

La Parca se carcajeó
De sus intentos errados
Igual te llevo mi hermano
Tu hora ya te llegó


Silvia

Renato, Renato, ayúdame
La muerte me quiere llevar
Enseñame a calcular
Pa’ con ella negociar

Así suplicaba Silvia,
Cuando la flaca llegaba
A decirle que sus días
Ahora se terminaban.


Lucía

La muerte andaba perdida
En Buenos Aires un día
Y cual sería su sorpresa,
Se le atravesó Lucía

Muchacha, dijo la parca
En donde te me apareces
Yo te hacía en chilangolandia
No te veía de hace meses

De esta si no te me escapas
No te hagas desentendida
Aunque por porteña pases
Aquí acabaron tus días

Gonzalo

La calavera azorada
Desde el Perú venía,
Buscando solo a un amigo
Que estudió la economía.

La flaca a mi no me lleva
Decía Don Gonzalo enjuto,
Primero me aportaría
Su producto interno bruto.

Pisco sour prometió,
que nos iba a preparar,
Pero como él nos mintió,
El diablo lo va a llevar.

En el infierno ahora imparte
Sus clases de economía,
Sacó el costo x alumno,
y en el cálculo perdía



Edson

Suspirando por su tierra
Desde el quincho al auditorio
Anda un chico boliviano
Que hoy se va pa’l velatorio

Satanás vino a buscarlo,
por ser indisciplinado,
Por circular papelitos,
en la clase de Alejandro.

La revolución quería
Que organizáramos Edson
Latinoamérica unida,
Con Bolivia a la cabeza

Al infierno fue a parar
Con todito y sus teorías
Satanás le dijo ¡Ay Edson!
¡Basta de filosofías!

La muerte le dijo a Edson
Al oído en lengua aimara
ya aterriza tus ideas
deja de andar por las ramas





Eduardo

Mientras se dormía en la clase
La muerte lo fue a buscar
Ni aunque seas de Chimborazo
Tu suerte te va a salvar.

En el más allá organiza
Cursos interculturales
Pa’ promover la equidad
En las cortes celestiales.

La primera acción de Eduardo
En la patria celestial
Fue la imposición del Kichwa
Como idioma maternal.


Marcela

Pobrecita la huesuda
Ahora viene resfriada,
Llegó hasta la Patagonia,
pero tampoco halló nada.

Al enterarse Marcela
Que la muerte la buscaba
Se decidió a negociar
Pa´ que no se la llevará.

Le invitó un mate a la flaca
Y en plena negociación,
Cigarrillos y cebadas,
A la muerte despistó

¡Ay que fea tu actitud!
Yo no te he entendido nada
De lo que si estoy segura
Es que te llevo cargada


Pedro

Pedrito viajó a Mendoza,
A Córdoba y a Brasil,
Huyendo de la calaca,
Se refugió en un barril.*

¿Dónde anda ese oaxaqueño?
¿Onta’ su monografía?
Por no entregarla a Tedesco,
Me lo llevo a la otra vida.

Ya lo lloran las mininas,
Lo velan en Libertad
Y allá en el Bar Do Bahía,
Recordaron su amistad.

*¡Barril de cerveza, obvio!


Alejandro y Miguel

Ha llegado la huesuda,
Directo desde el Caribe,
Y solamente ha venido
En la búsqueda de un pibe

Y cual sería su sorpresa,
Al hallar a los cubanos,
A estos me los llevo dijo,
Agarrados de las manos.

Alejandro muy alegre,
A la muerte respondió,
Yo sólo quiero igualdad,
Y no quiero ser muy cruel
Pero yo me voy contigo,
Si te llevas a Miguel.

Y Miguel sólo asintió,
Sube y baja la cabeza,
Alejandro respondió
¡Es que quiere una cerveza!

Antes de que tú me lleves
Derechito hasta la tumba
Concedeme un buen deseo,
Contigo bailar la rumba.


La muelte vino a buscal
A 2 becarios cubanos
Que venían a reformar
A to’s los latinoamericanos,

La enfrentaron muy valientes
Con mojitos en las manos

La muerte medio borracha,
No se dejó chantajear,
“Ni entiendo lo que me dicen,
Igual los voy a llevar.”


Renato

Renato creyó que en Baires
A la muerte despistaba.
Pues pensó que ella en Oaxaca,
Esperándolo ya estaba.

Hasta Libertad llegó,
La Calavera Catrina,
Andrés la dejó pasar,
Porque le dio su propina.

Este asunto es inaudito,
Gritó Renato indignado.
Llévenme a ver al gerente.
Quiero ser indemnizado.


Paola

Paola sólo quería
Liquidar sueldos docentes
En su Misiones querida
Donde hay mucha buena gente

Pero cuando llegó al IIPE
Luzbel se le apareció
La castigó porque nunca
En clase puso atención.

Tu castigo en el infierno
Será un curso largo, largo,
Sin derecho a tomar mate
Ni a Edson enviar mensajes.




Las mininas

La catrina se encontró
A las mininas en Lavalle
¿Ah, pero como es posible?
¡Si nunca están en la calle!!

Las mininas por supuesto
De esto nada entendieron
Pero en ese mismo instante
En coro ellas respondieron

Nâo falamos espanhol
Só falamos português
Conceder-nos um desejho
De ficar-nos só um mês.

La calaca no entendió
Aquella habla tan extraña
Pero supuso por cierto
Que todo era una patraña.

Las mininas decidieron
Invertir el bien escaso
Y dividirse el trabajo
Sin cansarse de los brazos



La Bernardete de Goias
Haría todas las compras,
¡Oh meu Deus! dijo a la flaca
No me vayas a llevar
Tengo que seguir bailando
En mí querido Goias

No Berna dijo la muerte
¿Pues en que mundo tu vives?
Ya te quité tu cartón
A ver si así no me sigues

Eulina busca la música
De diferentes sonidos
Pa´ que por allá en el cielo
No estuvieran aburridos

Y de tanto practicar
El Forro, salsa, la samba
Desmayada se quedó
En los brazos de la parca

Minina tan descuidada
Que se olvidó de comer
Recuerda que alimentarte
Es también otro deber
Aunque ahora allá con la muerte
Solo huesos vas a ver


Pa` no estar en repitencia
En el curso regional
Malu en el fin de semana
No dejaba de estudiar

Y de tanto repasar
A Tedesco y compañía
Su conclusión fabulosa
A la flaca enseñaría:

“Nada se cria, tudo se copia”
Era todo su falar

Mientras Celia muy campante
Visita a todos los compas,
Tomándole las medidas
La flaca nomás la ronda

Ella quería transformar
En el vecino Brasil
A la región 16
Del estado de Ceará

Pero la malvada flaca
La esperaba en Argentina
Y Celia fue a preparar
Feijoada con la catrina


Los vinos le hicieron poco
A Bernardete de Brasilia
Mientras la muerte campante
Preparaba su embestida

Al mirar esta minina
La suerte que le esperaba
Un collar de ajos se puso
Para ver si la espantaba

La muerte muy maliciosa
Se la llevó al camposanto
Y en los tenedores libres
La deja comiendo asado


Ricardiño muy jocoso
Secuestró el Bar do Bahia
Para celebrar la fiesta
De la independencia un día

La muerte ya bien picada
Le dio un abrazo al minino
Y haciendo que ella bailaba
P´al panteón tomó camino


Ricardo muy espantado
En portuñol le argumenta
Dejame ir por mis cachorros
O al menos paga la cuenta

Sin remedio se llevaron
A este minino tan tierno
A asar la barriga verde
En los fuegos del infierno

Y la muerte muy mañosa
A tod@s sin excepción
Les preparó muy gustosa
Un fabuloso cajón







Sonnia

La zoóloga se enojó
Al ver llegar a la muerte
¿Y esta de dónde salió?
¿Qué clase nos dará ella?

La flaca con su guadaña
No sabía si amenazarla
Explicarle a qué venía
O de plano perdonarla.

Pero cumplió su deber
Y la arrastró hasta el infierno
Y así Sonnia impuso el orden
En toditito el averno.

Hoy se quejan los diablitos
De que los puso a estudiar,
Y que los tiene encerrados
En la cárcel del lugar.

Blanca y Hernando

Así los quería agarrar
Estando los dos juntitos
Nunca se van a salvar
Aunque se hagan los santitos.

Así sucedió una noche,
Allá en la calle Las Herás
Cuando Blanquita y Hernando
Felices compraban peras.

No más café colombiano,
Ni whiskisitos de acá,
Ustedes se van conmigo
Ya nadie los salvará.

Está feliz la catrina
Por su nueva adquisición
Llevándose al dos por uno
En un hermoso cajón.

Ay señora, su merced
No podría a mi dejarme,
Y llevarse sólo a Hernando
No la friegue, no desarme.

Yo aquí no dejo nada
Y mucho menos a usted
Ya vámonos mi Blanquita
Que me vo´a morir de sed.


Mónica

La huesuda ya llegó
Busca la Ciudad de Quito
Cuando a Mónica encontró,
Le pega tremendo grito.

Mónica afanosa dice:
Que a las doce y cuarto espere
Antes de la evaluación
Seguro que ella se muere.

La muerte decepcionada
Pues nada paso a esa hora
Ve que Mónica angustiada
Se la pasa llora y llora

De mi te querías burlar,
Guardándote los domingos,
Vas a ver como es el pingo
Te llevo con todo y libros


María Inés

Desde Córdoba llegó
Buscando la formación
Pero llevó un gran revés
Pues a la parca encontró

La muerte quería llevarse
Cuanto antes a María Inés
Pues a ella le encantaba
El acento cordobés

No te resistas güerita
Dijo la muerte obstinada
Que aunque pases calladita
Te tengo identificada





Cecilia Primo

La educación de Neuquén
Le ha sacado canas verdes
Hoy la llevó hasta la tumba,
Cecilia, qué mala suerte

La velan en el gimnasio
De la torre San José,
María Inés se fuma un pucho
Rezándole a no se quien

¡Tan buena que Ceci era!
Inteligente también
Hoy sin duda allá en el cielo
Ni se acuerda de Neuquén








Claudio

Claudio con gran decisión
A la muerte argumentaba
Sin cigarrillos no voy
Y del IIPE no me sacas

Tú ya tienes penitencia
La muerte le dijo a Claudio
Por no creer en la escuela
Te has condenado al infierno

Te conozco bien, zurdito
¿Crees que cuenta no me he dado?
Ya no vas a alborotar
Todo sector suburbano

Aunque ya hayas terminado
Con tu trabajo de Tenti,
Te vas para Chacarita,
Y en esto ya no hay remedio.





Quique

La muerte se llevó a Quique,
Derechito hasta el panteón.
Ser siempre tan prolijito,
Del susto no lo salvó

Cuando en Internet buscaba
Ranas, sapos y pavadas,
Que llega la calavera
Y le prepara una emboscada

Sus maestros hoy lo lloran,
¡si sólo él ponía atención!
Y anotaba hasta las moscas
Que vuelan por el salón

Cita al Obispo de Hipona
y así quiere apantallar
a San Pedro que en el cielo,
no lo va a dejar entrar.

Se va entonces al infierno
a negociar con Luzbel,
si te traigo chocolates
dejame entrar en la web.







Una pausa…



…pa´ tomar aire
Cecilia Mata

Ceci corría por el IIPE
Y se oían sus taconeos
Cuando la flaca huesuda
Se acercaba por Agüero.

A Cecilia la mató
El conflicto diplomático
Que entre México y Brasil
Se organizó en poco rato

La carta al embajador
La llamada al consulado
La parca le interceptó
Pa´ llevársela a otro lado

Cecilia por celebrar
A aquella flaca tan brava
Una torta le compró
Con una vela adornada

La muerte muy divertida
Al ver aquella jugada
A Cecilia y a la torta
Llevó a su última morada

La lloraron los becarios,
A pesar de ser culpable
De darles tantas lecturas
Que encargaron los docentes.
Ahora con nuevo escritorio
Despacha en la nube diez
Desde donde manda mails
A Rossana, Luis e Inés.

Horacio

La muerte se equivocó
Al hacer una llamada,
Horacio le respondió,
De eso si, yo no se nada.

Los cubanos lo acosaban
Pa´ tener una moneda
De plano lo amenazaron
Con romper la cafetera

A diario el pobre de Horacio
La cabeza se quebraba
Destrabando la impresora
Que quien sabe quien dañaba

Compadecida la muerte
Llevó a descansar a Horacio
Duerme el sueño de los justos
Donde no hay ningún becario




Doña Elena

Doña Elena en la cocina
Esta tarde se ha enojado,
Pues al morir los becarios
Mucho desorden dejaron.

Cuando estaba por limpiar
El quilombo que ha encontrado
Llegó la muerte y le dijo
Tu hora también ha llegado.

Te condeno a preparar
Tu comida paraguaya
Pa´ todos los angelitos
Que de hambre se me desmayan

Nomás no vaya a llevarles
Esa palta con azúcar
Que en el cielo el guacamole,
Es lo que a todos más gusta.

Rossana

Le llegó puntual la muerte
A Rossana una mañana
Cuando con gran precisión
Planeaba el fin de semana

Hacia el vecino Brasil,
Ella calculó con tino
Gastos de avión y de hotel
Pa´ ir a estudiar el ensino

La calaca ha sido cruel
Cuando le dijo con gozo
Con Luis Roggi, o sin él
Tu también te vas al pozo

En el panteón hoy se encuentra
La tumba de la Rossana.
Ahí organiza otros cursos
Siete días a la semana.



Paula Scaliter

Paula Scaliter estaba
paseando con sus chamacos
cuando llegó la Calaca
y se la cargó en un saco

Ora sí se te acabó
El gusto de investigar
Te me vas pa’l otro mundo
Que ahí te voy a aguardar

Ella gritaba ¡Tedesco!
Me tienes que rescatar
Si no de tanto becario
Quién más se habrá de ocupar





Carmen Crouzeilles

Carmen con mucha ternura
Quería enseñar a escribir
A la terrible huesuda
Que un día llegó por aquí

La muerte haciéndose tonta
Mientras con Carmen hablaba
Preparó tremenda fosa
Con mil textos adornada

Admirada de aquella obra
Entró al hoyo muy curiosa
Y la malvada calaca
La cubrió con tierra y hojas

Ahora Carmen ya no enseña
La retórica en el IIPE,
no organiza aulas virtuales
ni de otros temas escribe




Esther

Ella siempre muy atenta,
Al ver la muerte llegar,
Le preguntó si era un libro
Lo que ella venía a buscar.

Ay pobrecita de Esther,
Cómo será de inocente,
Vengo a llevármela a usted,
Aunque sea tan buena gente.

Sonnia estaba muy sonriente
Pues no quería devolver
A la biblioteca todos
Los libros que ella iba a leer.

El resto de los becarios,
La lloró con desconsuelo,
Pues hoy en el IIPE nadie
Cuida los libros con celo.








Ignacio Hernaiz

Ignacio Hernaiz daba clases
En el IIPE Buenos Aires,
Junto a Juan Carlos Tedesco
Asistía todas las tardes.

Por eso es que la calaca
Lo esperó muy sentadita
A que confiado llegara
Hasta su última cita.

Por él sufrían los becarios
Que fueron a su velorio
Pues él siempre amenazaba
¡Vendrá el recuperatorio!

Hoy ese vasco argentino
No despacha en el Pizzurno
En el cementerio habita,
Pues le ha llegado su turno.



Luis Roggi

La parca preguntó un día
Sobre el método seguro
Para llevarse sin falla
A Luis Roggi hasta lo oscuro

Ni tardo ni perezoso
Roggi con mucho colmillo
Le dio un camino engañoso
Pues él quería seguir vivo

Pero lo que no sabía
El buen amigo Luisito
Que a la muerte no la burla
Ni el diablo, que es muy maldito



Federico y Juan

A Don Federico Mejer
La calaca fue a buscar
Y junto con Juan Rigal
Al panteón fueron a dar.

Los cálculos son muy claros,
No dejan lugar a dudas,
El costo por egresado
Se ha elevado hasta las nubes.

Allá en el cielo los dos
Imparten su asignatura,
Estadística ¡vea usted,
Lo que se enseña en la altura!

Tasa de desgranamiento,
Calculan para los ángeles
Pues resulta preocupante
Cuántos se han ido al infierno.

Los becarios se han librado
De sus cálculos macabros,
No más sumas, restas, tablas
Hoy no sufren descalabros.



Liliana y Ernesto

Desde el Uruguay llegaba
Una chica muy sonriente
Que en el IIPE procuraba
Comunicar a la gente.

La vio llegar la huesuda
Y le dio con su guadaña
Aunque Liliana intentara
Escapársele con maña.

Púsose negociadora
La uruguaya y le propuso
Si me armas estos cuadraditos,
Contigo me voy, es justo.

En eso llegaba Ernesto,
Que le dijo aquí te voy
A ver si armas una torre
Con estos diarios de hoy.

Para completar la trampa
Ernesto muy inspirado
Le dijo: en verdad soy Pedro
Yo no soy el condenado


La calaca confundida
Quiso seguir las consignas
En lo que aquellos colegas
Corrían a salvar sus vidas.

Mas de la flaca no hay nadie
Que se salve por las malas,
Y a estos dos especialistas
Les han cortado las alas.


Nerio Neirotti

Al mirar la muerte a Nerio
Y a sus alumnos sufrir
Pensó: este tipo es serio
Ya no debe estar aquí

Mas la muerte muy cortés
Le formuló una propuesta
Decidamos por tu vida
Y hagamos alguna apuesta

Si en tu evaluación no sale
Ningún dato que sea cierto
Comienzas a despedirte
Ya vete dando por muerto







Emilio Tenti

A fuerzas de analizar
El sistema educativo
Emilio encontró a la flaca
Enredada entre sus libros

De nada te servirán
Todos tus juicios tan críticos
Mejor vete preparando
Pa´ bailar rumba en el limbo

Emilio con mucho ánimo,
Cargó con su grabadora
Con aguardiente y mezcal
Y en el averno ahora mora




Néstor López

Néstor López al CONAFE
Venía de diagnosticar,
Cuando se iba al aeropuerto
La flaca lo fue a alcanzar.

¿A dónde va ese argentino?
Tráiganmelo para acá
Que la muerte mexicana
Se lo ha venido a llevar.

El sociólogo creía
Que la podía despistar,
Sirviéndole unos tequilas
Y hablándole de equidad.

Pero la calaca es sabia
Y no se deja engañar
“no me marea tu discurso,
ni los datos del SITEAL”.

A Néstor cargó la muerte
Y antes de que lo enterrara
Las mininas muy gustosas
Pidieron lo rasurara




Alejandro y Luisa

Alejandro Morduchovicz
y Luisa Duro también
Calculaban bien los costos
para al hoyo no caer

A pesar de sus esfuerzos
al panteón fueron a dar
donde hoy sin remedio sufren
la equidad horizontal.

Los lloraron los becarios,
y no con poca razón,
pues se fueron de este mundo
sin dar calificación.

Los becarios no son tontos,
y hoy han recapacitado,
¡Nos libramos de entregarles
el trabajo por Estado!



Susana Xifra

Planeación situacional
Enseña Susana Xifra
Cuando ella menos lo espera
Llega la muerte y le timbra

¿Quién llama? Preguntó ella
Soy yo, le dijo la muerte,
Hoy ni el buen Matus te salva
Se te ha acabado la suerte

Susana le pidió a Inés,
Que corriera a rescatarla
Pero ella desde Mercedes,
No ha alcanzado ni a escucharla.

Se resignó pues Susana
A instalarse en el panteón
Donde hoy sigue dando clases
Pero desde su cajón.


Inés Aguerrondo

La muerte encontró a la Inés
En la estancia de Mercedes
Desde hoy no estudias le dijo
Las estructuras en redes

La flaca tenía muy clara
Cuál su imagen objetivo
Cargarse con todo el IIPE
No dejar a nadie vivo

Si me quieres tú llevar
Contestó Inés a la flaca
Me debes de presentar
Un plan sin ninguna mancha

Ya déjate de pretextos
Tú no me vas a enredar
Yo te llevo aunque no entienda
Eso de planificar





Juan Carlos Tedesco

La huesuda no lo hallaba
En lugar muy conocido
Es porque Tedesco estaba
Por todo el mundo escondido

Juan Carlos te lo aseguro
No te me vas a escapar
Pues hasta por Internet
Ya te se localizar

La sociedad del conocimiento
Tú nunca vas a extrañar
Cuando veas que con los muertos
Todo el mundo va a parar

Aunque vayas a París
A México o Portugal
Recuerda que en mi panteón
Ya te preparé un lugar






Se va la muerte bailando,
Tango, milonga y folklore,
Llevándose a los becarios
Y maestros al por mayor.

El IIPE está desolado
Después de tanto deceso
Por sus pasillos deambula
El fantasma de Tedesco

Ya se va la calavera
Sin dejar a nadie vivo,
Pues tan sólo le faltaba
El sistema educativo

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