Ciertas fotos familiares son mágicas.
Máxime, aquellas que contienen personas esenciales de nuestras vidas. La de esta entrada parece ser elocuente.
Fué tomada en agosto de 1961, con motivo de la recordada quinta sesión plenaria del Consejo Interamericano Económico y Social, celebrado en Punta del Este.
Allí pudieron encontrarse con Ernesto Che Guevara, varios amigos de su infancia y juventud.
Ellos son [de derecha a izquierda]: Juan Martín y Roberto Guevara, Luis Rodríguez Argañaraz, Ernesto Che Guevara, Julio Castro, Juan González Aguilar y Carlos Figueroa, mi Viejo. Quien compartiera junto al Che, infancia y juventud, en la Alta Gracia de otros años.
Como quien no quiere la cosa, ayer le pasé el archivo de la foto escaneada a Marito, un compañero de laburo. Todo vía messenger.
Rato después, el tipo me pide que pase por la oficina cuando pueda, y me entrega una foto tamaño A4 del archivo oportunamente remitido, precisamente esta que estoy compartiendo.
Fué un gesto que le dió mucha polenta a la mañana, y de paso vislumbré como el Viejo se hacía presente a través de un obsequio cumpleañero. Y de algún modo me hacía un guiño como para editar sus memorias sobre los diveros episodios que compartió junto al Che, cuando aún era Ernesto Guevara, un libro que verá la luz en 2009.
Máxime, aquellas que contienen personas esenciales de nuestras vidas. La de esta entrada parece ser elocuente.
Fué tomada en agosto de 1961, con motivo de la recordada quinta sesión plenaria del Consejo Interamericano Económico y Social, celebrado en Punta del Este.
Allí pudieron encontrarse con Ernesto Che Guevara, varios amigos de su infancia y juventud.
Ellos son [de derecha a izquierda]: Juan Martín y Roberto Guevara, Luis Rodríguez Argañaraz, Ernesto Che Guevara, Julio Castro, Juan González Aguilar y Carlos Figueroa, mi Viejo. Quien compartiera junto al Che, infancia y juventud, en la Alta Gracia de otros años.
Como quien no quiere la cosa, ayer le pasé el archivo de la foto escaneada a Marito, un compañero de laburo. Todo vía messenger.
Rato después, el tipo me pide que pase por la oficina cuando pueda, y me entrega una foto tamaño A4 del archivo oportunamente remitido, precisamente esta que estoy compartiendo.
Fué un gesto que le dió mucha polenta a la mañana, y de paso vislumbré como el Viejo se hacía presente a través de un obsequio cumpleañero. Y de algún modo me hacía un guiño como para editar sus memorias sobre los diveros episodios que compartió junto al Che, cuando aún era Ernesto Guevara, un libro que verá la luz en 2009.
Kikillo, falta la segunda parte: la foto tomada unos segundos después con la boina del Che en poder de tu viejo!!
ResponderBorrarAbrazo
Marcelo
Quique, me llamo Delfina, estoy escribiendo sobre el Che y quiero cruzar unas palabras con vos. Si podés por favor contactate conmigo, voy a estar muy agradecida.
ResponderBorrardelfina-torres@hotamail.com