Cinturón en mano, cordones sin atar, me tiro por la escalera. No hacia el cielo, sino hacia la lleca.
Asomo y pispeo la Irigoyen: allí está el interno 29, mi amigo que me trae a laburar.
Primera, corro. El muy guacho me imita, pero me deja atrás.
Se detiene a dos cuadras.
Segunda, corro.
Tercera, caigo muerto, y quedo tendido en medio de la lleca ppal. trelewense.
Obreros ciclistas me retiran de la calzada, y cuando están por reanimarme con primeros auxilios, recuperome (fiuuu).
Vuelvo con la cabeza gacha a casa, mascullando: ma-ña- na de mer-da
Recurro al vehículo. Ese al cual le escapo para venir a Rw.
Subo y pongo la musiquita: Marcelo San Juan - Tres vidas, casete de 1985. Un artista olvidado, y omnivigente.
Poco a poco, me voy entonando y reencontrando.
A mitad de camino, canto a viva voz y gesticulo.
Los autos que me pasan, giran la cabeza para ver si estoy cuerdo (no, no lo estoy).
Aparece Gonzalito, un tema duro.
Lo escucho y canto de cabo a rabo.
De repente, se establece una súbita conexión entre axón y dendrita (enciéndese la remolona neurona).
He allí mi un buen argumento para evitar la escalada de la pena de muerte, o la reducción de la imputabilidad pa' los menores.
No se si tiene lógica, pero escuchando la historia de Gonzalito, que en rigor es una letra que pertenece a Francisco Bagalá, uno piensa y reflexiona desde otro lugar.
Sale el sol, no llegué tarde. Y estoy (aún) mas entonado.
Amén.
Gonzalito
Letra Francisco Bagalá
Música: Marcelo San Juan
Juan González, Gonzalito
Era un pibe del montón
Esta noche lo mataron por ladrón.
Salió del pueblo una tarde
Colado en un tren
A nadie dejaba y nadie preguntó por él
Era difícil comer
Y tener padre
Por eso corrió una tarde la suerte del tren.
Juan González, Gonzalito
Era un pibe del montón
Esta noche su carrera terminó.
Qué solo con Buenos Aires
Quedó en el andén
A nadie buscaba y nadie esperó por él.
Era difícil crecer
En tanta calle
Qué sola con Buenos Aires quedó su niñez.
Juan González, Gonzalito
Era un pibe del montón
Esta noche su destino se cumplió.
La villa más miserable
Lo vio padecer
Por nadie vivía y nadie vivió para él.
Era difícil querer
Viviendo al margen
La voluntad de su carne no tuvo con quien.
Juan González, Gonzalito
Era un pibe del montón
Esta noche su prontuario se cerró.
Quedó tirado en la calle
Caído en su ley
A nadie le importa y nadie llorará por él.
La luna pasa sin luz
Sobre su sangre
Su sombra como una madre lo quiere esconder.
Juan González, Gonzalito,
Era un pibe del montón
Esta noche lo mataron por ladrón, por ladrón
Juan González, Gonzalito
Era un pibe del montón
Esta noche su memoria se borró, se borro.
Gracias por recordar a mi viejo. Se lo extraña mucho.
ResponderBorrarSaludos,
Gabriela Bagalá