domingo, agosto 09, 2009

Despierta

Es ahora otro cantautor, el genial mexicano Alejandro Fillio, a quien conociera en la Casona del Conde de Palermo, allá por los 90'.
Un tipo que me impactó. Subió al escenario, así nomás con la guitarrita, y desplegó todo un arsenal de letras, que nos deshizo a cada paso, y nos adentró en su mundo. En forma sencilla, familiar y profunda. Un poeta de fina estampa. De esos como el Fander, el Pedro Guerra, Jorgito Drexler, Alejandro Del Prado, Esteban Klísich, Litto Nebbia o Miguel Cantilo.
Seres que son el condimento para todos los días.
Vuelvo a Fillio, quien le canta a algo tan sencillo como el arranque de cada mañana, en este caso junto a su crío. Una canciona dedicada a todas las personas que tienen un hijo en quien se reconocen, y que además deben despertar cada mañana. Y allí cual babo-padre, saco a relucir la paternidad y el reflejo ande me veo.
Un cuento delicioso, que no terminó ..


Despierta
Despierta, son las siete y media
y hay que empezar otra vez la tradición.
Despierta, yo también fui presa
de este mal de luchar contra el reloj.

Este milenio acaba y no es sencillo
y no lo ha sido para nadie, entérate.
Sólo despierta que Carlito espera
y la mamá de nuevo no durmió.

Despierta, Preston y la sala
no son nada si o estás alrededor.
Despierta, que encontré en mi almohada
para empezar de nuevo una razón.

Sé que no soy el indicado
para hablarte de soñar,
no hay nada que agregar,
sólo despierta.

Cuando dejas tus zapatos
pegaditos a los míos, no sé bien,
no entiendo bien si estoy
construyéndote un futuro
o curándome un pasado
pero sé que este cuento no acabó.

Cuando dejo mis zapatos
pegaditos a los tuyos, no sé bien
no entiendo bien si estoy
construyéndome un futuro
o curándote un pasado
pero sé que este cuento no acabó.

No terminó...

Despierta, que el volcán no estalla
y Salinas no contó lo que ocurrió.
Despierta, cortas son mis alas
pero están dispuestas al amor.

Ese colegio es todo un paraíso
y en el camino existen bichos y color.
Sólo despierta, o hazme un lugarcito
para soñar y olvidemos el reloj.


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