Vivimos la vida según la vemos.
Así que la gran pregunta es: ¿cómo la vemos?
Pues a través de una visión que se encuentra lejos de ser lógica y racional.
Está claro (¿estará?): el mundo es uno, y en cambio todos y cada uno de nosotros lo vemos de forma distinta.
Y en el fondo, nuestra sensación mas íntima es que nosotros lo percibimos tal y como es, y el resto de forma distorsionada.
os equivocamos porque incluso nosotros, aunque no nos lo parezca, distorsionamos (cuándo no!).
Si todos tenemos una visión deformada, podríamos pensar que vivir la vida de una forma más o menos plena podría depender del grado de distorsión de nuestras gafas, pero la clave no esta en cuánto deformamos la realidad, sino en cómo.
Nuestro lenguaje delata que una de las formas en que desfiguramos la visión de la vida es a través de las metáforas: "vivo en una cárcel", "trabajo como una máquina", "los acontecimientos me arrastran..."
Las metáforas con las que describimos nuestra existencia determinan como la vivimos.
Podríamos decir que existen metáforas que pueden resultar útiles para vivir y otras mas bien devastadoras, estas últimas tiñen nuestra visión de la vida y generan un estrés (innecesario). Adaptando la canción de Pedro y Pablo, "Guarda con la rutina", decimos: "Guarda con las palabras".
trataré de no ser un ser grosero...veamos si puedo cuidar (acepción de "guardar") mis palabras:
ResponderBorrarusted, señor, carece de rostro para sentenciar a vuestros lectobloggers, cual amenaza más q como advertencia, acerca del uso de las palabras, y sabe por q? básicamente porq ha pronunciado / tipeado usted demasiadas, en especial, con desmedido apego al uso metafórico q hoy y aqui denosta.
y concluyo:
haga uso de las palabras como le plazca, pero ya lo dice el refranero popular que de aspectos oratorios ostenta honda sabiduría, "lo dicho, dicho está".
y punto.
Imagino la cara del coordinador de este blog...cómo me divierto gratis!!!
ResponderBorrarLectoanónimo, ¿se divierte con la bitácora?
ResponderBorrarEntonces, este espacio logra su objetivo, hacer renacer.
Ora el divertimento, ora los comentarios, ora lo que fuere.
Signo inequívoco de la vida, y que nadie es dueño de la verdad absoluta.
Ya lo dijo Campoamor:
"Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira:
"todo es según el color
del cristal con que se mira""
Mi cristal está a la vista, es el que tiene Carpe.