jueves, septiembre 17, 2009

¿Qué haría Vd. si encontrara un broli en la lleca?

De la mano de un grupo de estudiantes surgió una iniciativa destinada a fomentar la lectura.
Me encantó, porque me recuerda una vieja costumbre paterna. Resulta que cuando ibamos en tren al club, el Viejo compraba Clarín, lo leía, hacía la Claringrilla, y luego dejaba el diario sobre el asiento. Cuando bajabamos yo se lo acercaba, pero el me decía, no anda y dejalo.
No captaba la esencia, pero era algo similar a lo que propone el proyecto pero con brolis: que pasen de mano en mano, que se comparta el conocimiento. Una iniciativa que nos interconecta desde las palabras. Bellísimo, potente, eficaz, humanitario proyecto.


El proyecto se llama Yo leí este libro y funciona así: se dejan libros por la ciudad para que la gente los encuentre fortuitamente, los lea y luego los vuelva a dejar para que otras personas los encuentren.
Cada libro lleva dentro una serie de indicaciones para que aquel que lo encuentre sepa qué puede hacer.
Federico Sordo y Germán Barbato, dos de los autores de este proyecto, comentan cómo surgió y cómo se llevó a cabo esta iniciativa que ya anda dando vueltas por varios países del mundo como Colombia y Costa Rica.
Según una encuesta sobre los hábitos de lectura, el principal motivo de la lectura de libros es el placer (38% de los encuestados), seguido del estudio (33%), la necesidad de informarse (14%) y por trabajo (10%). Del 13% que no lee libros, un 40% no lo hace porque no le gusta o le aburre, un 37% por no tener tiempo y un 28% debido al costo de los libros.
En promedio, la mayoría lee entre 1 y 5 libros al año, y son las novelas, los libros de estudio o manuales y los clásicos los que encabezan el ranking de los más leídos. Entre éstos, el 40% compra los ejemplares, un 27% los pide prestados o se los regalan, el 13% los obtiene del colegio o la universidad, un 8% los descarga de Internet y un 6% los busca en la biblioteca pública.

Con la intención de fomentar la lectura, se empezaron a dejar libros en la calle con una serie de instrucciones que explicaban qué hacer luego de encontrar el libro; esto era, leerlo, desde ya, y dejarlo en algún lado para que otro lo lea.
El movimiento llegó a la radio (en Perros de la calle), la TV (en un programa educativo de Canal 7, Foro 21), a Facebook, formó su blog, http://www.yoleiestelibro.blogspot.com/ .
Además trascendió fronteras: la idea fue tomada por gente de Colombia y recientemente también llegó a Costa Rica con el libro de Mario Benedetti El amor, las mujeres y la vida."
Conseguimos los libros comprándolos de nuestro bolsillo y de donaciones que nos hacen amigos y gente que se entusiasma con el proyecto. Igualmente, en el blog están las instrucciones para que aquel que quiera, las baje y deje libros por su cuenta", explicaron los autores.

Con respecto a dónde se dejan los libros, explicaron: "Tratamos de dejarlos en lugares como bancos de plaza, cajeros automáticos, cibers, para que parezcan olvidados".

Si encontrase un broli, habría de llevarlo, hojearlo, disfrutarlo, leerlo para luego regresarlo al mismo punto donde hube de hallarlo.
Ecología literaria que le dicen.

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