domingo, noviembre 08, 2009

El Viejo

Van dos años, que dejaste esta tierra
para volar y ser viento.
Ese que te pega en la cara, te despeina
[y te despierta].

Muchas veces, miro alrededor
presintiendote,
imaginando un comentario socarrón,
sobre algún "agudo comentarista de la realidá".

Se fue el Viejo, y nos quedamos mas solos,
mas cerca de dar el paso de ser los mayores,
con ganas de tenerlo (mas) a tiro pa' charlar
[y preguntar].

Parece mucho, pero es un ayer nomás.
Tantos cafés, tantas caminatas, tanto tren.
De brolis comentados, de series compartidas,
o de guisos de lentejas en algún andén.

Quedamos solos en la vía,
pero en traqueteo, presentimos la presencia
de tantos locos que nos señalan el norte,
en este sur tan poco rielizado.

Alegres fiestas gauchas,
una tasación al paso,
café de dorapa, o imperial ruso pal' postre.

Te vi jugar miles de solitarios,
incontables partidas de ajedrez,
o narrar historias del Che.

Escritor de cartas por doquier,
los medios se perdieron
de un narrador con buen ojo,
y cuore sensible.

Nunca es tarde,
de vez en cuando me sopla.
El punto está,
en que sepa darle bola.

Estará tomando la copa,
en algún boliche celestial,
festejando tantos reencuentros
con los finados que partirán.

Ha de seguir leyendo el diario
pa' ver quienes partieron
así prepara allá arriba algún festejo,
o conversación de recuerdos.

No creo que todo tiempo pasado
sea mejor,
Pero si, que el Viejo (como sea)
siempre está volviendo ...

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