domingo, diciembre 13, 2009

Antecesores

Una entrada del Juano y sus comentarios motivan estas líneas.
El Juano aludía a la ausencia de los Viejos, cuando uno pasó cierta etapa de la vida, y ¡cuanta falta nos harían para conversar con ellos sobre ciertos y determinados temas!
Esto parece una prolongación de una charla que cumplió (en estos días) una semana con el caro compadre.

Varias veces, a lo largo de este bizarro 2009, sentí la (imperiosa) necesidad de charlar con mi Viejo.
Me imaginé infinidad de diálogos.
Y en algunos casos "decía" una cosa, y luego al replantear la situación tiempo mas tarde, opinaba distinto!

En fin, la vida es dinámica, y las situaciones (lógicamente), también.
No hay respuestas mágicas y unívocas.
Las preguntas que les haríamos a ellos, tampoco tendrían respuestas tajantes.

En mi caso, me encantaría hacerlo a través de alguna caminata posterior a una ingesta de un morfi cualquiera, creyendo que daríamos la vuelta a la manzana, para luego soprendernos en la puerta del Touring Club (a 12 cuadras de casa), entrando pa' tomar un Robertito (una medida de Robert Brown), e ingresar en una etapa donde la charla derivaría hacia anédcotas del pasado, con puntos de contacto con la situación planteada.
Como también verificar que dificilmente haya nada nuevo bajo el sol.

Arriesgo: las cosas unos (cuantos) años atrás se resolvían de un modo mas radical, con menos anestesia.
Pero, no se volvían sobre los mismos temas.

Veo, que hoy vamos y venimos sobre un universo mas acotado/anodino.
¿Será que nuestro horizonte está un tanto limitado por una imaginación menos frondosa?

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