Subo al bondy, que extrañamente venía abarrotado. Todos en el pasillo. Voy abriéndome, porque en el fondo somos buenos. Logro mi objetivo, y un alma piadosa se ofrece a llevarle sobre su regazo mi carpeta y libro. Acepto y empiezo la charla con el profe de ajedrez que supe conocer por Trelew.
Conversamos sobre el mundo del ajedrez y sale a la palestra la utilidad de estas actividades en las escuelas y en la vida en general. E' vero. Lamentablemente como no es algo fashion (el ajedrez), ni promueve el uso de fastuosas herramientas, sino tan solo la capoccia, no vende.
Localmente, se siguen los pasos de un maestro, que supo además promover el ajedrez a nivel escolar: Don Jorge Laplaza, pero es una gota en el desierto. Habrá que insistir.
España promueve el ajedrez. Paliativo interesante pa' salir de nuestra pelotudez generalizada. Don't you?
Un fenómeno Laplaza! Un verdadero maestro. Ojalá muchos profesores del noble ajedrez sigan sus pasos!
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