A medida que uno recorre la inmensidad de la sintonía televisiva, el universo tiene infinitos canales. Pero aquellos que merecen la atención suelen ser excepciones. Hay grandes actores que dejaron su obra, y los seguimos extrañando, no a modo de saudade, sino por la vigencia de lo que sabían hacer.
Es el caso de Benny Hill, un inglés que naciera al sur de Inglaterra en 1924. Trabajó de lechero, conductor y baterista.
Nunca se casó, y el buen Benny (que en realidad era Alfie) fue insistente: propuso matromimonio en tres ocasiones, con idéntico resultado, el rechazo reiterado.
En el plano artístico, Benny empezó con pequeñas actuaciones teatrales en diversos clubes. Luego de la Segunda Guerra, actuó en radio, mientras la televisión daba sus primeros pasos. Su afamado show, estuvo al aire en Inglaterra de 1969 a 1989.
Algunos calificaban diversas actitudes de Benny como sexistas o discriminatorias. Personalmente, creo Benny Hill supo continuar el humor difícil, aquel que requiere buenos guiones, y sin hacer uso de la palabra, llega al espectador. Un milagro cultivado por Buster Keaton y Charles Chaplin.
El gran Carlitos se declaraba fanático de Benny, cosa que le permitió al inglés visitar el estudio privado de Chaplin (un privilegio casi único), y corroborar que el genial artista tenía la colección completa de los programas de Benny Hill.
Recuerdo los tiempos de Malvinas, y la censura forzosa que impulsaba el (des)gobierno de aquel entonces. Indicaron bajar de cartel el Show de Benny Hill, y Canal 11 (hoy Telefé), se resistió a la medida, en virtud de la audiencia del programa. Y por algo no mermó, ni aún con la (insensata) guerra de por medio.
Es que la risa, cuando es inteligente, y no proviene de golpes bajos, nos permiten ver algunas situaciones donde nos identificamos, y nos reimos con mas ganas. Eso es sanador, y de algún modo lograba hacerlo en reiteradas ocasiones, el buen Benny.
Como murió, en la soledad de su casa, que era alquilada y modesta, Nunca tuvo auto, y vivió con su madre, quien falleciera poco tiempo antes. Que estaba haciendo Benny, mirando televisión. Por eso sus productos dejaron huella, y marcaron camino, que lo desmientan sino el gran Rowan Atkinson, o Mr.Beam, dos grandes seguidores dos.
Es el caso de Benny Hill, un inglés que naciera al sur de Inglaterra en 1924. Trabajó de lechero, conductor y baterista.
Nunca se casó, y el buen Benny (que en realidad era Alfie) fue insistente: propuso matromimonio en tres ocasiones, con idéntico resultado, el rechazo reiterado.
En el plano artístico, Benny empezó con pequeñas actuaciones teatrales en diversos clubes. Luego de la Segunda Guerra, actuó en radio, mientras la televisión daba sus primeros pasos. Su afamado show, estuvo al aire en Inglaterra de 1969 a 1989.
Algunos calificaban diversas actitudes de Benny como sexistas o discriminatorias. Personalmente, creo Benny Hill supo continuar el humor difícil, aquel que requiere buenos guiones, y sin hacer uso de la palabra, llega al espectador. Un milagro cultivado por Buster Keaton y Charles Chaplin.
El gran Carlitos se declaraba fanático de Benny, cosa que le permitió al inglés visitar el estudio privado de Chaplin (un privilegio casi único), y corroborar que el genial artista tenía la colección completa de los programas de Benny Hill.
Recuerdo los tiempos de Malvinas, y la censura forzosa que impulsaba el (des)gobierno de aquel entonces. Indicaron bajar de cartel el Show de Benny Hill, y Canal 11 (hoy Telefé), se resistió a la medida, en virtud de la audiencia del programa. Y por algo no mermó, ni aún con la (insensata) guerra de por medio.
Es que la risa, cuando es inteligente, y no proviene de golpes bajos, nos permiten ver algunas situaciones donde nos identificamos, y nos reimos con mas ganas. Eso es sanador, y de algún modo lograba hacerlo en reiteradas ocasiones, el buen Benny.
Como murió, en la soledad de su casa, que era alquilada y modesta, Nunca tuvo auto, y vivió con su madre, quien falleciera poco tiempo antes. Que estaba haciendo Benny, mirando televisión. Por eso sus productos dejaron huella, y marcaron camino, que lo desmientan sino el gran Rowan Atkinson, o Mr.Beam, dos grandes seguidores dos.
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Enviado desde mi Lettera 22
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