jueves, mayo 23, 2013

Flaco, alto, pálido y emblemático

El Obelisco es un ícono de la ciudad de Buenos Aires.
Está emplazado en la Plaza de la República, en la intersección de las avenidas Corrientes y 9 de Julio.
Fue construido en 1936 con motivo del cuarto centenario de la fundación de la ciudad, y se inauguró un 23 de mayo.
Desde ya es un Monumento Histórico Nacional.

¿Que había allí?
En ese solar estaba emplazada anteriormente la iglesia dedicada a San Nicolás de Bari, que se demolió para construir la Avenida 9 de julio.
En la torre de esa iglesia, fue izada oficialmente por primera vez en Buenos Aires, en 1812, la bandera argentina.
Dicha circunstancia se recuerda en una de las inscripciones del lado norte del Obelisco.

El intendente Mariano de Vedia y Mitre, nombrado en la presidencia de Agustín Pedro Justo, de manera apresurada y en contra de las opiniones, encarga al arquitecto Alberto Prebisch la construcción de un obelisco, la cual, sin mucha planificación, se realizó en sesenta días; antes que los porteños reaccionaran, éste ya estaba construido ..
La obra comenzó el 20 de marzo de 1936 y fue inaugurada el 23 de mayo de ese año.

Respecto al motivo de la forma del monumento Prebisch dijo:
Se adoptó esta simple y honesta forma geométrica porque es la forma de los obeliscos tradicionales... Se le llamó Obelisco porque había que llamarlo de alguna manera. Yo reivindico para mi el derecho de llamarle de un modo más general y genérico «Monumento».

La construcción del Obelisco estuvo a cargo de un consorcio alemán, quel finalizó la obra en el tiempo récord de 31 días, para la que empleó a 157 obreros.

El tendido de la línea B de subterráneos favoreció la construcción del monumento.

Su altura es de 67,5 m, y de estos 63 m son hasta la iniciación del ápice, que es de 3,5 m por 3,5 m.
La punta es roma; mide 40 cm y culmina en un pararrayos que no logra verse por la altura, cuyos cables corren por el interior del Obelisco.
La base tiene 6,80 m de lado.


Tiene una sola puerta de entrada (en el lado oeste) y en su cúspide hay cuatro ventanas, con persianas metálicas, a las que sólo se puede llegar por una escalera recta de 206 escalones con 7 descansos cada 8 m y uno a 6 m.

Inmediatamente de su construcción, el obelísco se tornó en centro de las burlas y protestas de los porteños, tres años después de su inauguración, en junio de 1939 el Concejo Deliberante sancionó la demolición del Obelisco por Ordenanza Nº 10.251, por 23 votos contra tres, aduciendo razones económicas, estéticas y de seguridad pública.
Pero la ordenanza fue vetada por el intendente Goyeneche, y no prosperaron otras tentativas por derribarlo.

El Obelisco es frecuentemente utilizado como punto de reunión de diversas manifestaciones, las que abarcan también las avenidas 9 de julio y Corrientes que lo rodean, hecho similar al que ocurre en Plaza de Mayo.

El obelisco fue escenario de numerosas anécdotas y hechos insólitos.
En 1939 alguien colocó en la cima de la estructura una bandera argentina. Pocos meses después, un joven amenazó con arrojarse al vacío si no se le conseguía un trabajo.

En 1987 se rodeó al obelisco con una reja para impedir las inscripciones en sus paredes.
En 1998, activistas de Greenpeace violaron el acceso y desplegaron desde la punta un cartel con la leyenda «Salven el clima».
Entre sus intervenciones, quizá la más polémica fue cuando el primero de diciembre de 2005 apareció completamente cubierto por un condón gigantesco de color rosado, en conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA.
El 20 de septiembre de 2007, conmemorando los 150 años de las relaciones bilaterales entre Argentina y Alemania, el obelisco amaneció cubierto con una tela de 60 m² con los colores de las banderas de esos países.

En el frente que da al lado sur, en su base, en pequeño rectángulo, se encuentra un soneto de Baldomero Fernández Moreno,

El Obelisco
¿Donde tenía la ciudad guardada
esta espada de plata refulgente
desenvainada repentinamente
y a los cielos azules asestada?

Ahora puede lanzarse la mirada
harta de andar rastrera y penitente
piedra arriba hacia el Sol omnipotente
y descender espiritualizada.

Rayo de luna o desgarrón de viento
en símbolo cuajado y monumento
índice, surtidor, llama, palmera.

La estrella arriba y la centella abajo,
que la idea, el ensueño y el trabajo
giren a tus pies, devanadera.

¡Felices 77 años!

Fuente: Wikipedia.

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