martes, abril 04, 2006


Combatiendo la fragmentación

El compromiso del reciente viceministro de educación de la Argentina, Juan Carlos Tedesco es claro: mejorar la calidad de la educación y hacerlo de manera más homogénea.

Disminuir las diferencias que existen entre los distintos sectores e impulsar políticas de Estado que logren trascender la gestión.

Declaró que este año trabajará por la sanción de una nueva Ley General de Educación.

Lo cierto es que Tedesco viene trabajando firme en las políticas educativas desde la arena de lograr acuerdos.
Un caso cabal, fue el impulso y el consenso que buscaron darle a la Ley de Financiamiento Educativo desde varios sectores, el IIPE entre ellos.

El acuerdo logrado para tratar el proyecto de esta Ley fué algo inédito: por primera vez en muchísimo tiempo se reunieron sindicatos docentes, empresarios, gobernadores,educadores y legisladores para participar de anuncio de saltar del 4 al 6% del presupuesto nacional para educación en menos de un lustro.

Este logro demostró la forma prolija y profesional de los sectores que impulsaron esta reforma impensada pocos años atrás, ya que usualmente los números mandan: economñia dictamina y educación obedece. Pero la dupla Filmus - Kirchner et otros escribieron algo distinto en este sentido, y en el estilo de la puesta en escena se presume el soporte IIPEano o Tedesquiano.

Eso fué cerca del 18 de septiembre de 2005. A fin de año, el académico [en todo sentido, Avellaneda incluida], Tedesco dejaba paso en el IIPE a nuevas autoridades, pero el mismo declaraba que no se retiraría: dejaría tiempo para dedicarse a otras cosas. Ahora uno va entendiendo mejor aquellas palabras.

Que irse a descansar? No, ni loco. Habiendo arreglado parte del financiamiento para la educación con pautas demasiado claras para girar los fondos a las provincias, cosa que causó malestar en algunos gobernadores.
Consciente de estas posibles filtraciones, llevará a Osvaldo Devries para manejar los fondos con las provincias. Devries es una persona que tiene vasta experiencia en el manejo de las finanzas del Palacio Sarmiento y cubrirá bien su función, liberando las espaldas de Juan Carlos para que el hombre siga jugando de centro foward.

Tedesco va por más: comprometerse con una Nueva Ley General de Educación, una que supla la infeliz Ley Federal de la reforma de los 90'. Aquella ley hecha con mucho esmero por especialistas, pero que a la hora de implementarla sufrió parches y desmanes por parte de diversos grupos, y hasta le valió a la genial Cecilia Braslavsky jugarse por aquella Ley, y que le cerraran las puertas sus antiguas colegas de Flacso.

Lo peor es el sabor amargo que dejó aquelle Ley, aún cuando no llegamos a ver la promocion de una cohorte completa y evaluar cuantitativamente su comportamiento.
Y en rigor de verdad, la sensación es similar en casi todos los países de la región que hicieron reformas en los dorados y neoliberales 90's, a excepción de CUBA y Uruguay.

Este es uno de los tantos desafíos que enfrentará Tedesco, y en ese sentido es harto consciente de ello.

Esta tendrá un fuerte acento en la calidad y en la equidad de la educación.
Será una ley que exprese el compromiso de diversos partidos y sectores sociales para convertir la educación en una variable clave para el impuso económico y la formación ciudadana.
La educación es necesaria para que un país tenga una economía competitiva y una ciudadanía fuerte.

Respecto de los Institutos de Formación Docente, aclaró que existe una diversidad enorme de estilos de formación, con unos 1400 institutos de formación docente.
Cerca de la mitad de los profesores los forman las universidades, donde los ministerios no tienen injerencia.

Una de las grandes tareas tendrá que ser articular con las universidades, porque en muchas de ellas el título docente es un accesorio a la licenciatura, sin que la pedagogía ocupe un lugar importante.

Tenemos que innovar en la capacitación continua y salir de la idea de que capacitar es hacer un cursito por fuera de la escuela. Se tiene que hacer en equipo, no en forma individual, y en la escuela, no por fuera.

Mas allá de la trayectoria y amplios conocimientos de Juan Carlos, algo conocemos de su bajo perfil, y su vocación por trabajar armando equipos. Mas que viceministro será un DT y el rendimiento de Pizurno será casi como el Racing Club de Avellaneda de 1966. Pelota al medio!

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