martes, octubre 09, 2007

La Plata del Potosí

El abandono de algunos recursos tiene como contrapartida la explotación intensiva de otros.
La economía colonial está orientada hacia la extracción de metales preciosos.
Su obtención condiciona las demás actividades, influye decisivamente en la distribución espacial de la población y determina la calidad de vida.

La estructura productiva colonial busca satisfacer las necesidades de circulante de la metrópoli. Y de una amplia gama de posibilidad de extracción de excedentes, se opta por una solución muy acotada : la especialización de la colonia en la producción de una única mercancia, el dinero.

La historia económica de Buenos Aires, arranca antes de la fundación de Johnny Garay.
Durante una gélida noche de 1545, cuando el indio Huallpa, se pierde entre los cerros altoperuanos buscando una llama.
Enciende una fogata para calentarse, y las piedras le devolvieron el reflejo!: el cerro era de plata.
Pótojsi! dijo [ha brotado].

D
urante doscientos años, la gente continuó creyendo que la plata del Potosí crecía como las plantas, renovándose continuamente, al tiempo que la sacaba y embarcaban para Europa. Comenzaba la era de la plata.


De 1503 a 1660, llegan a España 16.000 [diecisesis mil] toneladas de plata.
El triple de las reservas de toda Europa, originadas en su mayor parte en las minas del Potosí.
Siguiendo la doctrina mercantilista, las autoridades coloniales, no regularon la producción de plata, generando en su país una acelerada inflación y provocando la ruina de varias actividades artesanales.

En Buenos Aires, su puerto cuya actividad no guardaba relación con las actividades productivas, los lingotes provenientes de Potosí representaron en su momento el 80% del valor de las mercaderías que se exportaban.
La mayor parte de lo que ingresaba provenía del contrabando.
Se formó así una ciudad, cuya riqueza no se basaba en la producción sino en otros menesteres

Fuente: Memoria Verde - Historia Ecológica de la Argentina, Antononio Brailovsky y Dina Foguelman.

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