Bitácora devenida Golfista, temporal y afortunadamente. La sabiduría es ante todo conocimiento de si - proverbio chino.
viernes, agosto 19, 2005
De los Tres para Todos
Anoche asistimos al último de los encuentros del ciclo Jueves de Música en el Mef. Pagamos la (salada) entradita de $20, y nos dispusimos a disfrutar, ya que no es usual tener artistas de la talla de Verónica Condomí, Facundo Guevara y Ernesto Snajer (toditos juntos).
El auditorio impone un estilo desacartonado, los músicos ingresan al escenario por la misma puerta que accedemos todos, sin los tapujos o misterios propios de los teatros.
Salvo la gracil figura de Verónica Condomí, sus compañeros podían haber pasado por meros espectadores: ropa y aspecto de personas comunes.
Para nada producidos como exóticos artistas.
Abre el fuego la fémina, pide permiso y se descalza al mejor estilo Marikena Monti.
Verónica pone los pies en la tierra para elevar al resto del auditorio. Acto seguido enciende un sahumerio, que lentamente perfuma la sala.
El repertorio es amplio, esencialmente folklóricos: Si llega a ser tucumana (Manuel J."Teresito" Castilla y Gustavo "Cuchi" Leguizamón), Cardo o Ceniza(Chabuca Granda), Piedra y Camino(Jacinto Piedra), y creaciones del trío, tales como Eclipse de Luna y La Fogosa.
Sin embargo el mote de folklore, no es el que mas le sienta al producto del trío. Ellos le dan una vuelta de tuerca mas a cada tema. No hay voces chillonas, de hecho la vocalista (casi) exclusiva es la Condomí. Quien demuestra no solo solvencia y profesionalismo en su timbre de voz, sino en los sutiles juegos vocales que imponen tan delicados arreglos.
Sus melodías son agradables, y no hay estridencias ni cambios bruscos (tal como solía hacer cuando formaba dúo con Liliana Vitale).
Si a esto le sumamos su calidez en la forma de decir, la pausa que maneja entre frases, y el magnífico acompañamiento de ambos instrumentistas, podemos decir que el espéctaculo fue justamente eso.
También es muy jugada la puesta en escena de voz, percusión y guitarra, sumando individualidades. Esto es: cada uno se dedica a lo suyo, y el interés en ningún momento decae.
Es como ver tres historias en paralelo dentro de una misma película: Snajer con su poder interpretativo logra acordes armoniosos, usando escalas poco usuales. Por eso digo que el género es algo mas que folklore, quizá podríamos denominarlo música étnica. Ya que el efecto que logran podría haber impactado tanto en Argentina, como en Dinamarca. Ernesto toca, pero no apabulla. No hace gala de su virtuosismo, no mete acordes a lo pavote: los tres son uno solo. De allí el título de la placa: De los Tres.
Un párrafo aparte para la percusión: Facundo Guevara contrasta con el común de los percusionistas. De aspecto formal/serio, cuando sube al escenario aún sin hacer gala de movimientos estrepitosos, da una clase sobre el manejo de platillos, tumbadoras, caja peruana, pezuñas, palos de agua y un arsenal infernal de herramientas. Dió el tempo para arrancar en varios temas, y logró hacer gala de algo que pocos percusionistas logran: tocar escuchando.
Los tres demostraron ser muy profesionales en su rubro, y transmitieron un mensaje muy armónico. Dejaron entrever influencias del Chango Farías Gómez en el canto, arreglos tipo Cuchi Leguizamón, bastante del estilo de Pedro Aznar y Pat Metheny, y otras que no se como encuadrar: hay que escucharlo.
Recuerde entonces el título del álbum (de producción propia) "De los Tres": Condomí - Snajer - Guevara, no lo va a defraudar ...
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