miércoles, abril 01, 2009

1927 - 2009

El fallecimiento de Raúl Alfonsín, primer presidente democrático luego de oscuros años, nos lleva a repensar que significan algunas épocas y algunas personas. Independientemente de las coincidencias o divergencias que uno tenga.
Pero, sin lugar a dudas, a RA le tocó bailar con la mas fea, con una dama que había olvidado todo paso de danza, que no fueran marchas marciales y militares. Su gobierno y nuestra sociedad estaba plagado de personas que habíamos olvidado lo que era vivir en sociedad, algo que ayer resumimos con motivo del día del comportamiento humano.

Desde aquí nuestro reconocimiento, y nuestro agradecimiento, porque si algo logró Alfonsín, fué que valorasemos el gobierno del pueblo, verdadera expresión del trabajo colectivo. Pudo haber tenido muchos desaciertos, propios del volver a las pistas del baile democrático. Porque el estilo de vida político, también hace a la calidad de vida de las sociedades, y es un tema para nada menor a la hora de habitar esta, nuestra tierra.



1 comentario:

Juan Manuel Bulacio dijo...

Quien no hace, no se equivoca. Quien no se compromete no tiene derecho a la queja y a la crítica.
Alfonsín es un excelente ejemplo para los argentinos, no por sus aciertos y errores políticos y en el ejercicio del gobierno, sino por su coherencia y su entrega hasta el final. Lo poco que se vio de sus últimos tiempos, ya muy enfermo, fueron muestras de fortaleza y dignidad. Los argentinos necesitamos gente así. Más allá de sus ideas, el compromiso y la honestidad que mostró deberían ser seguidos por quienes hoy lloran su muerte. Si algo de eso hacemos, su vida no habrá sido en vano.