Cada 4 de febrero es recordado no como un día mas, sino evocando la figura de mi suegro, Lemuel Nazar, quien naciera un día como hoy pero allá por 1928.
El Doctor partió de forma imprevista en un viaje celestial. Estaba pasando un plácido domingo en el delta del Paraná cuando, sin escalas intermedias, una nube se lo llevó.
Han pasado varios años de aquel viaje intempestivo, y aún hoy lo seguimos descubriendo en pequeñas cosas.
Entonces le guiñamos el ojo a la nube mas cercana cuando se nos viene a la cabeza.
Entonces le guiñamos el ojo a la nube mas cercana cuando se nos viene a la cabeza.
Y corroboramos precisamente eso: que la felicidad se compone de la suma de cosas cotidianas, al alcance de la mano.
Así uno encuentra el camino hacia el equilibrio.
Así uno encuentra el camino hacia el equilibrio.
Afortunadamente, algunos nos mostraron la ruta: "no vayas donde otros, si no hay una razón. El secreto está en la vida, en aprender a querer, a sentir, a luchar, y a dar".
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