El poder expresivo de Tal Farlow resume el regreso a mis pagos por unos días.
Un encuentro fuerte al transitar las calles del rioba, pero con otra mollera.
Ni mejor, ni peor, con unos años de experiencia adicionales en el haber.
Pasan tantas cosas al caminar por la Pueyrredón devenida doble mano, que me retrotaigo a años anteriores a 1981, cuando se impusiera la mano única en la citada arteria. Eso entre tantas otras cosas. Ver los chicos volviendo al cole, época ya demodé para este ser.
En fin, disparadores varios.
Amén.
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