martes, abril 10, 2012

Maestros

El domingo pasado culminó la 76º edición del Masters de golf, evento que se desempeña año tras año durante la segunda semana de abril en el Augusta National Golf Club de Georgia EE.UU. Es el mas joven de los eventos que forman parte de los torneos mayores que integran el Grand Slam del noble deporte del golf.
Solo clasifican los 50 mejores del mundo, y los que acceden via clasificaciones especiales. Por tal motivo el jueves 5 de abril iniciaron la competencia mas de noventa golfistas, que disputarían por pasar el corte clasificatorio que se produce en la mitad del torneo, y también soñar con ganar y lograr el tan ansiado saco verde.
Todo, absolutamente todo está previsto en este torneo. Casi hasta lo imprevisible. Por eso, el factor meteorológico es vigilado con suma cautela, y tienen radares y estaciones meteorológicas que monitorean viento, lluvia y amenaza de tormentas eléctricas. Lo cierto es que desde el inicio, la hermosa cancha de Augusta National mostrò sus garras y fue alternando diversos jugadores al tope del tablero. En los primeros 17 hoyos, el sueco Henrik Stenson iba 5 golpes bajo par, para devolver 4 golpes en el hoyo final, merced a un anotar un ocho (cuadruple bogey)! Quedarìa al frente el inglés Lee Westwood con -4, escoltado por un pelotòn de jugadores. El dìa viernes, esencial ya que define la cantidad de jugadores que pasaràn el corte, dejò a un Fred Couples, un estadounidense de 52 años, al tope del tablero con -5. Fue muy emocionante, pensar que un veterano, (ya que juega en el Champions tour, reservado a los mayores de 50), estaba marcando el camino. Máxime, cuando Fred había ganado este torneo, pero 20 años atrás!
El fin de semana siguió dando sorpresas y mostró altibajos en los jugadores, una cancha impecable, con posiciones de bandera y greens que se tornaban cada vez mas difíciles por efecto de la sequedad en los mismos, y la pelota rodaba como en una mesa de billar. De todos modos los jugadores se las arreglaron para dar buen espectáculo y así llegaba a la punta para el día final, el zurdo Phil Mickelson, escoltado por el sueco Peter Hanson, debutante en el Masters.
El domingo como siempre, el cansancio del torneo, la presión de la punta y otros detalles, hicieron eclosión en los nervios de varios golfistas. Ya desde el inicio, en el segundo hoyo, el sudafricano Louis Oosthuizen anotaba un albatros (tres bajo par) en el par 5 del hoyo 2, al embocar desde 243 yardas, con un hierro 4. Es la cuarta vez en los 76 años que se da un albatros, y la ovación y el tiro dieron vuelta por todo el mundo, ya que con ese genial golpe (de golf y de suerte), tomaba la punta del torneo.
Los demàs jugadores perseguìan al sudafricano, pero eran meros amagues, ya que Oosthuizen tuvo en el putt (en el juego de precisión) su mayor fortaleza, Ninguno logrò alterarlo, hasta que la paciencia y perseverancia de su compañero de juego en el hoyo 16 (a dos hoyos del final), el estadounidense Bubba Watson embocò el birdie para compartir la punta, y mantener la paridad hasta el hoyo final. En los nueve hoyos finales, muchos tuvieron la oportunidad de igualar al Louis, pero solo Bubba cristalizó sus aspiraciones.
Emoción como en la edición 2009 que tuviera como ganador al cordobes Angel Pato Cabrera, quien también ganara en un triple empate. Aquí eran dos: Oosthuizen y Watson. La modalidad es a muerte súbita, el que gana el primer hoyo de desempate, se queda con el torneo. Repitieron el hoyo 18 y seguían igualados. Fueron al difícil par 4 del 10 y ambos fueron con el drive (tiro inicial) para sendos costados. El sudafricano quedó corto del green, y Bubba estaba entre los árboles. No dudó, jugó como lo hizo a lo largo de los cuatro días: con firmeza. Apuntó a un hueco que imaginó, y de allí hizo doblar la pelota unas 40 yardas hacia la derecha, para dejar la pelota a 8 metros de la bandera. Louis necesitó cinco impactos y Bubba con el par, 4 golpes se coronaba ganador del Masters 2012.
El festejo fue por demás emotivo, al saludar a su caddie y luego a su madre estalló en un llanto de emoción. Su padre, quien lo impulsó al golf, lo miraba desde el cielo y Bubba querìa abrazarlo. Pero nada fue en vano, un mes ha, el norteamericano junto a su esposa habían adoptado un bebé de un mes. Fijaos si el pequeño no vino con un pan bajo el brazo: elemental Watson!
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Enviado desde mi Lettera 22

1 comentario:

Juan Manuel Bulacio dijo...

Lo vi, y fue realmente espectacular! Lastima que enfoquen siempre los mismos y cueste seguir a los que vienen atrás, ya que no sale el tablero completo y los comentaristas poco dicen de ellos. Hay que esperar ver las letras de abajo y estar muy atentos. Abrazo. JM