El 21 de junio de 1963 el cónclave de cardenales elegía a Giovanni Montini como papa, que pontificaría con el nombre de Pablo VI.
Un hombre brillante, humilde, reservado y poseedor de una "cortesía infinita."
Fue uno de los papas que más viajó en la historia y el primero en visitar los cinco continentes.
Su corpus de pensamiento debe ser buceado en sus discursos y cartas, así como en sus pronunciamientos más importantes.
Llevó a cabo el Concilio Vaticano II, convocado por Juan XXIII, que había presidido la primera de cuatro sesiones.
Concilio que sesionó en latín, y dejó su huella en la historia de la Iglesia. Pensemos simplemente en la posibilidad de celebrar misas en lenguas vernáculas, o ver al celebrante, de frente y no de espaldas, entre tantas otras cosas.
Llevó a cabo una reforma rigurosa de la curia romana, dió un memorable discurso ante la ONU en 1965, abogando por la paz, debido principalmente a la intensificación de la Guerra de Vietman durante la presidencia de Lyndon B. Johnson:
"Nuestra breve visita nos ha dado un gran honor; el de proclamar al mundo entero, desde la Sede de las Naciones Unidas, Paz! Nunca olvidaré esta hora extraordinaria. Tampoco podemos llevar a un término más apropiado que el expresar el deseo de que esta sede central de las relaciones humanas para la paz civil del mundo, sea siempre consciente
y digna de este gran privilegio."
"No más guerra, nunca más guerra. Paz, es la paz que deben guiar los destinos del pueblo y de toda la humanidad."
Al igual que Pío XII, Pablo VI puso mucho énfasis en el diálogo con todas las naciones del mundo mediante el establecimiento de relaciones diplomáticas. El número de embajadas extranjeras acreditadas en el Vaticano se duplicó durante su pontificado.
Esto fue un reflejo de un nuevo entendimiento entre la Iglesia y el Estado, que había sido formulado por primera vez por Pío XI y Pío XII, pero decretado luego por el Concilio Vaticano II.
La Constitución pastoral Gaudium et Spes afirma que la Iglesia Católica no está ligada a ninguna forma de gobierno y está dispuesta a cooperar de todas formas.
La Iglesia mantuvo su derecho de elegir obispos por su cuenta sin ninguna interferencia por parte del Estado.
En su encíclica Populorum Progressio (1967), trató el tema del "desarrollo de los pueblos" y afirma que la economía del mundo debía servir a la humanidad y no sólo a unos pocos. Tocando una variedad de principios tradicionales de la enseñanza social católica: el derecho a un salario justo, el derecho a la seguridad del empleo, el derecho a condiciones de trabajo justas y razonables, el derecho a afiliarse a un sindicato y la huelga como último recurso, y el destino universal de los bienes y mercancías. Esta encíclica afirma que la paz real en el mundo está condicionada a la justicia, y rechaza las nociones para
instigar la revolución y la fuerza para cambiar las condiciones económicas.
Creó el Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso y la Oficina para el desarrollo económico y la asistencia catastrófica Pablo VI fue el primero en mostrar una toma de conciencia de los muchos problemas que sólo recientemente han sido traídos a la luz.
El 16 de marzo de 1978, su amigo de juventud Aldo Moro, un político demócrata cristiano, fue secuestrado por las Brigadas Rojas, que mantuvieron al Papa en suspenso durante 55 días. El 20 de abril, Moro apeló directamente al Papa para intervenir. A sus ochenta años de edad, el Papa escribió una carta a las Brigadas Rojas:
"No tengo ningún mandato para hablar con usted, y no estoy sujeto a ningún interés privado en lo que respecta. Pero le quiero como a un miembro de la gran familia humana, como un amigo de la época de estudiante y -por un título muy especial- como a un hermano en la fe y como un hijo de la Iglesia de Cristo. Hago un llamamiento que ustedes
ciertamente no ignorarán;... de rodillas se los ruego, liberen a Aldo Moro, simplemente, sin condiciones, no tanto por mi humilde y bien intencionada intercesión, pero debido a que comparto con usted la común dignidad de un hermano en la humanidad ... Hombres de las
Brigadas Rojas, me dejan, el intérprete de las voces de muchos de nuestros conciudadanos, la esperanza de que en sus sentimientos de corazón, que la humanidad triunfará. En la oración, y siempre amándolos, espero prueba de ello Paulus PP VI."
El Papa continuó buscando formas de pagar el rescate por Moro pero fue en vano. El 9 de mayo, el cuerpo acribillado a balas de Aldo Moro fue encontrado en un coche en Roma. Visiblemente afectado y conmovido, luego presidió su funeral en San Juan de Letrán.
Pablo VI fue enterrado bajo el suelo de la Basílica de San Pedro con los otros papas. En su testamento, pidió ser enterrado en "tierra verdadera" y por lo tanto, no tiene un sarcófago decorado, sólo una tumba en el suelo.
Se fue con la simpleza de los grandes. Y a 34 años de su partida, seguimos desmenuzando tanto material inteligente y fraterno que nos legara.
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