En diciembre de 1971, los británicos del conjunto de rock sinfónico Deep Purple (Ian Gillan, Ritchie Blackmore, Jon Lord, Roger Glover e Ian Paice), viajaron a Montreux, para grabar su sexto disco. Para esto habían alquilado el casino de Montreux, y una unidad móvil de grabación, propiedad de los Rolling Stones.
Tenían planeado arrancar a grabar luego del concierto de cierre de temporada, a cargo de Frank Zappa., que tuvo lugar el día 4. En medio del concierto, una bestia disparó una bengala al techo. Ergo, el Casino ardió (nada nuevo bajo el sol), mientras Zappa daba indicaciones desde el escenario, guiando a los asistentes para desalojar el lugar en paz.
Los integrantes de Deep Purple salieron de allí con Zappa, casi al final.
Gillan y sus compañeros fueron al hotel para pensar qué hacer: tenían una unidad de grabación carísima pero se habían quedado sin lugar donde trabajar.
Desde el hotel, veían al otro lado del lago Ginebra, como ardía el casino ..
Mágicamente el director de la oficina de turismo de Montreux, Claude Nobs les ofreció una alternativa, la de grabar en el teatro Pavilion.
En aquel lugar durante el primer ensayo, Ritchie Blackmore hizo un riff de guitarra para templar el ambiente. Era tan sencillito, que a Blackmore le daba vergüenza mostrarlo.
El resto del conjunto lo fue siguiendo. Lo llamaron Title nº1, como para darle algún título. Provisorio al menos. El (fuerte) sonido de los Purple dejó en evidencia la falta de aislamiento acústico del teatro y tardaron pocos días en echarlos.
Apenas pudieron terminar la base instrumental de Title n° 1, cuando llegó la orden de desalojo. Al bajista Roger Glover, bajista y bisagra del grupo, se le había aparecido en una pesadilla el título Smoke on the water.
La banda acabó utilizando el Gran Hotel de Montreux como base de operaciones y allí se grabó el disco Machine head. La grabación empezó el 6 de diciembre. Glover pidió ayuda a Gillan para escribir una canción que evocara el episodio del incendio en el recital de Zappa. Pusieron texto y melodía al solo de guitarra propuesto por Ritchie, y con el título soñado por Glover, lo incluyeron en el álbum, pero sin darle ninguna importancia.
El destino quiso que el episodio quedar inmortalizado de inmediato, y se convirtió en su canción más famosa.
De aquel episodio, que bien podría haber sido una tragedia, surgió una melodía inspirada un 4 de diciembre. Fecha en la que Frank Zappa nos dejara, pero en 1993.
Se hizo humo, y se elevó, igual que 22 años antes. Pero esta vez, rumbo a la eternidad.
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