Félix nació en Barcelona allá por 1944, en el seno de una familia acomodada.
La relación con sus padres no fué buena. Vivía castigado, y por ende dentro de su pieza.
Esto provocó una lectura compulsiva del joven de Azúa, quien comenzó a escribir una novela policial sin decirle nada a nadie.
Un día su padre lo descubre, y en una escena que recuerda como kafkiana e impardable, le rompe una a una todas las hojas de su obra, mirándolo a los ojos.
Al evocar esto arriesga que había una gran competencia entre el y su padre.
Seguramente porque este no podía responder a la infinidad de interrogantes que el futuro filósofo le planteaba.
Por eso se fué de su casa a los 16 años, como para que no lo enviaran a buscar con la Guardia Real.
De Azúa, se doctoró en filosofía, es profesor de estética, novelista, ensayista y poeta.
Obtuvo el premio Herralde por su novela "Diario de un humillado".
Otras obras: Mansura, Lecturas compulsivas, Cambio de Bandera, Farra, Historia de un idiota contada por el mismo.
Sus estudios
Algunos de sus compañeros de colegio (los mas inteligentes), se dedicaron a las ciencias. En cambio, el quería enterarse "que hacemos aquí en esta caricatura", la única forma de enterarse era a través de la filosofía.
Empezó entonces sus estudios, de una manera ingenua, queriendo saber "que es este montaje cruel y sin sentido".
Sin embargo, lo único que consiguió, fue enterarse que en aquel entonces la carrera de filosofía era cruel, y sin sentido. Pese a ello, le tomó afición.
"En París estudiaba con unos tipos simpáticos y muy inteligentes. Iba a sus clases, tomaba notas , me explicaban cosas. Tomabamos café, conversábamos [Ecoute Michel! ..].
Años mas tarde sabría que eran Foucault, Derrida. Pero en aquel entonces daban clases, eran gente absolutamente normal.
Tardamos mucho en darnos cuenta, como en aquella película de Minelli, donde aquel que se encuentra con Dean Martin le pregunta:
- Perdone Sr. Dean Martin, ¿ya sabe Vd. quien es Vd.?"
Allí conoció a Agustín García Calvo, el filósofo mas incisivo de los que hoy rondan los 75 años. Agustín comenzaba sus clases de la manera que hay que empezar, con gente que no sabe nada de filosofía, haciendo filosofía presocrática.
Y recuerdo al ppio. los delincuentes y los quinquis preguntándose que está diciendo este tío, a que se esta refiriendo. Y al cabo de una hora, estaban discutiendo:
- No tu dices que este vaso no está aqui. Este vaso está aquí!
En fin, ya discutian sobre la realidad, en términos platónico-aristotélicos.
Porque es verdad, y Agustín tiene razón, la filosofía es simplemente el pensamiento, y cualquiera es capaz de pensar ..
El franquismo
Una dictadura nunca dura cuarenta años, si no tiene la complicidad absoluta de todas las fuerzas económicas y de una parte muy importante de la sociedad.
La política de Franco fué una política de represión, de todo el aspecto intelectual. Pero eso al país le importó un bledo. Aquí que maten intelectuales es la cosa mas normal del mundo desde el siglo XIII. Pero la política economicamente entregada a los tecnócratas del Opus Dei, enriqueció a las burguesias regionales, acompañada de un crecimiento enorme por parte de los inmigrantes. Tanto los que se iban fuera del país, como los que iban de una región a otra de la penísula.
Eso hizo que buena parte de la población no estuviese en contra del franquismo, pese al horror.
Por caso una familia proveniente de las Alpujarras que se instalaba en Barcelona en los 70. Venía de una realidad donde comía una vez a la semana algo consistente, y el resto mojaban pan en tomate triturado para subsistir. Aquí al cabo de 6 meses podían comprarse una gabardina y se sacaban una foto en la plaza y la mandaban al resto de su familia. Al año tenían piso. A los 4 tenían moto o un coche.
¡Esa es una fuerza muy difícil de politizar!
Gente que sale de la mas absoluta miseria, que derecho tiene uno de exigirle sacrificios en nombre de la revolución universal!
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