Así como en un brote de retoño que crece a pasos agigantados en horas, publicamos esta segunda edición de nuestra columna radial.
El entusiasmo lejos de decrecer, aumenta exponencialmente [función monótona creciente].
Quizá porque en este espacio hablo de dos seres muy allegados, y para no ser menos, Carlitos Ingrassia [Director Artístico de FM Urquiza] cazó al vuelo el corpus del texto y musicalizó el espacio con un criterio inmejorable.
Pequeños milagros de la radio, complementada con Internet.
También gracias a Chuchín, mi Benjamín y eterno asesor computable. Porque los tiempos cambian [la neurona se apoltrona], y el software también.
Amén de las desmejorías constantes del sistema operativo que abre ventanas, pero cierra las puertas a la lógica.
Pero eso da tela para otra entrada, lúgubre y no festiva como esta. Ta'?
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