Hoy se celebra el día del Padre en varios países. Más allá de la cuestión comercial, siempre es grato recordar a personas especiales y queridas, si hasta Google lo grafica de este modo.
Padre hay uno, pero también adoptamos modelos y conductas de otras personas.
La paternidad es un oficio donde siempre queda por aprender.
Este es primer año que no tengo el teléfono para llamar al Viejo, siento una saudade terrible.
Canta Satchmo en la radio "What a wonderful world", y asoma alguna lágrima, de no poder estrechar en un fuerte abrazo al Viejo, y recordar los buenos momentos...
Pero ahicito nomás, resuena una voz que dice "No seas boruccio. What a wonderful world".
Veo también a otro personaje, que adoraba imitar a Louis Armstrong, Coquito Cazenave, el cuñado del Viejo, un escribano imitador, que personificaba bien las piruetas y caricaturas de Satchmo.
Los veo, y creo estar allí, varias décadas atrás.
Si .. es como decía el Viejo, la memoria tiene recovecos raros.
Cosas que sucedieron treinta, cuarenta, cincuenta o más años ha, se recuerdan con nitidez.
No así las boludeces que uno dijo hace media hora.
Uno puede sentir que algunas muestras de afecto hacia otros seres hayan quedado pendientes. Pero, justamente esas señales son las que suelen captar los padres. Desde donde estén: cerca, lejos, en la tierra, o en el cielo. Ellos captan todo, y como pueden nos mandan sus señales.
El desafío nuestro es saber captarlas.
Cuando eso pasa, el milagro sucede, y el nudo en la garganta se transforma en sonrisa amplia. Así, sin decir nada, como las cosas que vienen muy de adentro de cada uno.
¡Feliz día paterno!
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