Entrevisa de Alicia Petti, publicada en La Nación
Gustavo Lutteral [46 años], se desempeñó desde muy joven entre la radio y la TV.
Tiene formación de locutor y periodista y es, fundamentalmente, un apasionado de la música.
Productor, movilero, columnista, corresponsal durante tres años en los Estados Unidos y conductor de distintos ciclos.
Hizo diferentes experiencias en Aspen y la Mega.
Actualmente, dirige RPN (Rock y Pop Nacional, 93.7), la nueva FM de Radio Nacional.
-¿Cuál es el objetivo de RPN?
-Darle a todo el país una radio que difunda y promueva a los artistas del rock y pop nacional, más allá de que estén de moda o tengan discográficas que los apoyen. La radio combina artistas que fueron exitosos y no se difunden más, con los nuevos. Otra cosa es que nos pusimos en contacto con las 40 radios que integran la cadena de Nacional en el interior del país y les pedimos que nos mandaran a los músicos de rock que están en sus provincias. La misión también es tener un buen nivel de audiencia. No queremos hacer una radio que no escuche nadie. Igual, su objetivo principal es difundir parte de la cultura musical de la Argentina.
-¿Se inaugura una frecuencia con esta propuesta?
-Fue una refundación. A partir del 14 de octubre empezamos con los locutores y, si bien las mejoras técnicas están en marcha, todavía no cesan. Estamos haciéndolas permanentemente para optimizar la señal, que en algunos lados tiene interferencia. Trabajamos en el proyecto desde fines del año pasado, con una expectativa muy grande, porque es la primera vez que trabajo para un medio público. Como director de Aspen, compraba contenidos a la BBC. ¿Por qué nosotros no podemos desarrollar un medio público que se destaque y cree contenidos? Yo creo totalmente en los medios públicos.
-¿Qué diferencias existen con otras FM?
-Esta FM emite música todo el día. Y cuando digo música, también incluyo la voz de los locutores, que han sido seleccionados entre el plantel de la casa. Las voces son como los colores del pintor: hay algunas muy lindas, pero que a veces no van. Para mí, todo es música; también, los separadores. Y en ese sentido convoqué a dos profesionales con voces privilegiadas: Graciela Mancuso y Luis Fuxan. Estamos haciendo un trabajo muy cuidadoso con los operadores. Yo me propuse hacer una radio pública que nadie pudiera discutir en su profesionalidad. También tiene que tener una forma de musicalización, con el gancho suficiente como para que resulte agradable escucharla. Si hacés una radio de elite, la escuchan cuatro locos. Uno tiene que equilibrar y poner la música hitera y darles estabilidad a artistas nuevos y hasta algunos viejos, como Pajarito Zaguri. Lo bueno suena sin tener que pasar por la pauta de ninguna grabadora. Ahí está la importancia del medio público: prescindir de la dictadura del mercado, sin que por eso esté fuera del mercado.
-¿Quién musicaliza?
-A mí me tienen que echar la culpa de todo lo que suena en la radio; lo que gusta y lo que no. El único que musicaliza la radio soy yo, lo cual es un trabajo arduo, pero hermoso. No programo como si estuviera grabando un CD para escuchar en casa, sino que tengo que manejar el gusto personal con otra objetividad. Incluyo temas que quizá no me gustan, pero que a otra gente sí. Por supuesto, no pongo nada que me parezca horrendo -dice, y se ríe.
-¿Cuándo surge esta vocación tuya por la música?
-Desde siempre. La música es mi salvación, mi terapia. No concibo la vida sin música; nutre mis otras actividades. De chico, mi mamá me decía: "Te vas a terminar vistiendo con la tapa de los discos". Siempre pedí discos de regalo. Escuchaba Andy Williams, The Beatles y The Carpenters, música clásica; Mercedes Sosa y María Elena Walsh. Así me fui nutriendo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario