Hay fechas que son importantes, esta es una de ellas.
No olvidaré este 7 de abril, un día pleno, soleado (anke dicen que en algún momento llovió, no se).
Pa' mi, hubo (y habrá) un sol radiante/fulgurante y contagioso.
Con el generoso recuerdo de haber compartido ese día junto a personas tan inolvidables, que hoy me cuesta creer que no están, anke en yealidá están, pero desde otras coordenadas, mas celestiales que terrestres.
Mucha agua ha corrido bajo el puente, y el cauce sigue dando sus frutos.
La vida es eso, como un recorrido de agua, ande a veces, como el Anisacate, luego de una creciente, de un desborde generoso, el agua olvida su recorrido original. Y hasta probablemente en algún meandro, el curso de agua pegue un barquinazo, producto de la creciente (precisamente), y se desvie. Más no conozco cursos de agua que no vuelvan a su cauce, puede que se modifiquen (un poco, no mucho). Quizá allí radique la sabiduría de la madre naturaleza. Como la vida. Por eso comparto esta bellísima fecha junto a vosotros, y traigo a unos amigos (el Che Trío), quienes con su sapiencia laboral/musical, nos deleitarán con un tema de otro gran amigo de Carpe Diem, el Cuchi Leguizamón. Seres que forman parte de nuestra vida e historia, personal y musical.
Alzo mi mate criollo y brindo junto a vosotros por la vida, y el amor sempiterno.