Estamos despidiendo un año mas,
se va la primera década del s.XXI.
Infinidad de avatares tecnológicos,
y la canción es la misma,
la eterna búsqueda de la felicidad.
El sendero se percibe con rodeos,
curvas y contracurvas,
empinadas subidas, y peligrosas cornisas,
acechan a cada instante.
Y también están los valles, los descansos,
o los recodos del río con su divina sombra.
Tonce uno descubre que no es cuestión de llegar antes,
sino de hacerlo bien acompañado.
Aparece otra dimensión, la del camino colectivo,
un viaje conjunto, a veces mas pesado,
pero repartiendo la carga, se hace mejor,
y hasta perder el rumbo se hace liviano.
La felicidad se compone de eso,
gotas de pequeños momentos,
que al repetirse, forman un manantial y dan vida,
por eso Feliz Navidad Colectiva.
Para gozar en conjunto,
celebrando las diferencias,
promoviendo la diversidad,
asi, algo nuevo nacerá.
Con o sin copas, acercando voluntades,
ese será el brindis universal,
dejando de ser meros peces,
poniendole alas a nuestros deseos,
echandolos a volar.
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