Ben Molar impulsó la instauración del 'Día Nacional del Tango', que se festeja en todo el mundo cada 11 de diciembre, conmemorando los natalicios de Carlos Gardel, y Julio De Caro, director de orquesta y renovador del género.
La fecha nació de un modo especial. En una noche de 1965. Ben Molar estaba parado en la esquina del tango, esquina que Francisco Pacránico y Celedonio Flores hicieron que se llamara Corrientes y Esmeralda. Iba camino de la casa de Julio De Caro para festejar su cumpleaños cuando le surgió la gran idea: asoció la fecha de nacimiento de De Caro con la de Carlos Gardel. Además, Ben cayó en la cuenta de que, además de ser las dos grandes vertientes, eran dos grandes creadores nacionales.
Hasta allí el origen anecdótico de poner una fecha para un género que fue, es y será, muy representativo de nuestra música y de nuestro ser.
El tango es una música compleja, porque ante todo, el gotan es un sentimiento que debe ser bailable.
Ahí la cosa hubo de complicarse en la década del 50 con el surgimiento de otros géneros como el rock, para luego caer en el desinterés de las grabadoras con el fenómeno de los Beatles, y la revolución que cambiaría la música para siempre.
Como si esto fuera poco, las letras de tango son veras obras de arte, que contienen poesía y humor sobre hechos cotidianos.
Veamos fragmento de Fangal, obra de 1954, escrita por Enrique Santos Discépolo y Homero Expósito:
Yo la vi que se venía en falsa escuadra,
se ladeaba, ¡se ladeaba por el borde del fangal!..
¡Pobre mina que nació en un conventillo
con los pisos de ladrillos, el aljibe y el parral!
Alguien tiró la banana que ella pisó sin querer
y justito, cuando vi que se venía ya decúbito dorsal,
¡me la agarré!...
Probablemente la debacle de las grabadoras, trajo consigo la merma en los bailes, como para etiquetar el género para viejos, e identificar al 2 x 4 con la nostalgia.
Craso error. El gotan, es repensar la vida, la realidad, el amor, la alegría, encuentros y desencuentros y volcarlos en canción.
Pensad en el estilo de Horacio Molina, en sus bellísimas interpretaciones, o en Ofidio Dellasoppa y sus desopilantes letras e interpretaciones, o la inigualable dupla de Luis Alposta y Daniel Melingo.
El tango se renovó, en gran medida, gracias al auge de volver a bailarlo, e impulsar esta mode por todo el ispa.
Sacarle viruta al piso, ver como se arregla la gente, la pasión que le pone, como lo disfrutan, contagia.
No es pa' menos.
El tema es hacer que la poesía vuelva a nacer.
Para eso hay que sentarse a escribir, y hay que buscar con lupa letristas de fuste.
Claro que existen, solo hay que darles visibilidad, lograr que graben y recuperar el género que no murió, sino que siguió existiendo, pese a la estigmatización de for export, o el cliché de sentarse en pijama y pantuflas, mirando al horizonte, añorando tiempos pasados y entonar Uno. Eso no es gotan, sino quedarse anclao al pasado. Nosotros solo afirmamos que todo tiempo pasado, ya pasó ..
El noble género del tango, exige grandes orquestas, compuestas por músicos para nada improvisados.
Y esto significa remuneración digna.
Claro que se puede: la música lo merece, al igual que los artistas y el público.
¡Por eso, feliz día del tango!
Nos despedimos con un fragmento de Don Mario Trejo,
en un tema que musicalizó otro gran tanguero,
a quien no vamos a nombrar,
y lo dejamos como intríngulis,
pa' la neurona ejercitar:
Vuelven los pájaros nocturnos
que vuelan ciegos sobre el mar,
la noche entera es un espejo
que me devuelve tu soledad.
Soy sólo un pájaro perdido
que vuelve desde el más allá
a confundirse con un cielo
que nunca más podré recuperar ...
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