martes, marzo 28, 2006


Cuando no ganan los de siempre
En Carpe Diem, le damos un lugarcito al golf. Resulta que la semana pasada, se disputaron el Player Championship y el Madeira Open. Uno en el PGA Tour Norteamericano, y el otro en la paradisíaca Isla de Portugal en un evento del Tour Europeo.
El Player es como un quinto major no oficial, por ende los 8 palitos verdes que se reparten son un bocado apetecible y se dan cita los mejores golfistas.

El caso es que los triunfadores fueron el triniteño Stephen Ames y el francés Jean Van de Velde. Uno sabe que ambos no pertenecen al círculo aúreo de los triunfadores o ganadores habituales. Ergo los comentarios de la prensa en general son por demás cáusticos. Cito el caso de La Nación [ver notas del lunes y esta otra.
Tanto Ames como Van de Velde, han representado a sus países en innumerables competencias y han tenido top tens en torneos importantes. La pregunta que surge es ¿cuando para la prensa un jugador tiene el prestigio de ganador? Pareciera que con ganar algún torneo no alcanza, y esto me sorprende.
En el 2001 cuando el sudafricano Retief Goosen arrasaba ganando en el Tour Europeo, no se lo tenía en cuenta para los majors, y así se llevó el US Open, pese a que por errar un putt factible en el hoyo 72 y forzar a 18 hoyos para el desempate, lo tildaran de "miedoso" [quiero conservar la postura idiomática]. Retief demostró al día siguiente su nivel golfero y arrasó con esa victoria, y luego de un año fué aceptado a regañadientes como un potencial ganador.
Pareciera ser que el golfista además de eximio debe tener dotes marketineras, para ser tenido en cuenta por la prensa. Por tal motivo veo una desmesurada imagen del Niño García, y otros que ganan de a poco siguen en el anonimato, o se los sigue sepultando por errores del pasado [como se le endilga a Van de Velde].
Xtema Olazábal declaró que si el hubiera pasado por el calvario del British Open de Carnoustie 99, no hubiese tocado nunca mas un palo de golf. Acá el galo, no solo siguió estoicamente, contra todo tipo de embates y bromas de la prensa, sino que se recuperó de operaciones complejas y tuvo que remontar perder otros dos desempates [uno en el Tucson Open del PGA 2000 y el Open de France 2005].

"A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César".

Vienen a mi mente las palabras de Litto Nebbia: "la verdadera historia, quien quiera oir que oiga".

He dicho, Quique F.

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