martes, noviembre 25, 2008

Físico ignorado pal' Nobel

La asignación del premio Nobel de Física, el martes último, provocó un vendaval en la comunidad científica italiana: la Academia de Estocolmo premió a tres japoneses -Yoichiro Nambu, Makoto Kobayashi y Toshihide Masakawa- olvidándose, al parecer, del físico italiano Nicola Cabibbo.

"Es un escándalo increíble", clamó Renato Angelo Ricci, presidente honorario de la Sociedad Italiana de Física, que recordó que Cabibbo realizó la primera y fundamental parte del descubrimiento premiado. "El premio Nobel de Física se lo tendrían que haber dado exclusivamente a Nicola Cabibbo, que en 1963 abrió el mayor filón de la física moderna", señaló Enzo Boschi, presidente del Instituto Nacional italiano de Geofísica y Vulcanología. "Los tres científicos japoneses se limitaron a extender la teoría de Cabibbo, un resultado importante pero banal ante lo que él había hecho", agregó, en medio a un coro de reclamos.

La indignación por el fallido Nobel italiano trascendió las fronteras: el sitio online de la revista británica New Scientist , de hecho, publicó una nota cuyo título lo decía todo: "El Nobel de Física menosprecia a un científico clave".

Lo cierto es que en las 20 páginas en las que la Academia Sueca explica por qué premió a tres científicos del país del sol naciente, el nombre de Cabibbo está citado ocho veces. Y el fundamento del premio asignado está en un descubrimiento físico llamado "matriz ckm", una ecuación considerada como uno de los pilares de la física cuántica que se llama así en honor a la primera letra de los apellidos que la formularon: Nicola Cabibbo, Makoto Kobayashi y Toshihide Masakawa.

Cabibbo, que da clases en la Universidad de La Sapienza y preside la Pontificia Academia de las Ciencias, se mantuvo al margen de la tormenta. Con elegancia, lo único que declaró fue: "Prefiero no decir nada".

Por Elisabetta Piqué - La Nación

1 comentario:

Juan Manuel Bulacio dijo...

Ya ha pasado otras veces. El premio tiene mucho de político. Si no se lo dieron a Borges...