Ensayo de Albino Gómez
Tres disparos atribuidos a Lee Harvey Oswald terminaron hace 45 años con la vida de John Fitzgerald Kennedy, el presidente estadounidense que había despertado grandes sueños de progreso en su país y en la región. Según el autor, su muerte frustró la posibilidad de un entendimiento fructífero entre la Argentina y EE.UU., al que se habían comprometido tanto Arturo Frondizi como el mandatario asesinado en Dallas.
El 22 de noviembre de 1963 me enteré pasado el mediodía que acababa de morir el Presidente Kennedy. Estaba en funciones en nuestra Cancillería donde la noticia provocó una gran conmoción, como prácticamente en todo el mundo. Muchos recordábamos todavía los dos encuentros que había mantenido con el Presidente Arturo Frondizi apenas dos años atrás, y la excelente relación establecida entre algunos miembros de los respectivos equipos de asesores.
Publicado en Perfil del 23.11.2008
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