He aquí el texto de una de las cartas que dejara Favaloro.
Es larga, pero vale la pena leerla, para captar parte de la desazón y deseperación que lo embargaba.
Ojalá, percibamos a tiempo estas cuestiones, antes que estar atentos al rating de turno, o que los árboles no nos tapen el bosque.
Si, es posible!
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