miércoles, junio 07, 2006


Día del periodista

A modo de festejo el suplemento Tela de Rayón trajo a Román Lejtman para dar una charla sobre el oficio.
Resulta que Lejtman asumió meses atrás la dirección de contenidos del Multimedio América. Arrancó con una reseña sobre las circunstancias en las cuales llega a la prensa escrita, e hizo un breve repaso de su carrera, sus dudas, y otros gajes del laburo.
Fué realmente sincero y no guardó cartas en la manga, ni propinó golpes bajos. Sacó a relucir la formación adquirida en la facultad de Derecho y el amor por la historia y la política proveniente de su hogar paterno.
El auditorio del Mef estaba a full, y las preguntas fluyeron con absoluta naturalidad.

Spots:
  1. Potenciar a los medios audiovisuales de contenido para que dejen de ser tan fugaces.
  2. La TV te da masividad, la radio espontaneidad y la grafica es la mas compleja: perdura en los archivos y siempre te expones mas que en los otros.
  3. El título de periodista ayuda, pero puedo laburar con gente sin título. Hay una escuela insustituible que es la de las redacciones.
Se detuvo en cada pregunta mirando al interlocutor a los ojos, y mechó mil anécdotas para reforzar sus convicciones.
América sigue sumando un fuerte equipo de profesionales, y apuesta a una integración con representantes por el interior del país, como para sumarlos a un multimedio que está librando una batalla donde lo mejor está por venir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lejtman debería hablar claro y decir lo que piensa: que en su productora prefiere laburar con gente sin título de periodista porque de ese modo les paga menos, porque tiene al personal en negro, y porque detesta que sus empleados le pidan dia de examen

Quique Figueroa dijo...

Son cuestiones complejas.
Sobre el tema del título,fijate el punto 3, donde RL dice poder laburar con gente sin título [de hecho, el arrancó así].

Sobre los días por examen, salvo honrosas excepciones, a ningún empleador le "divierte" cumplir con este [y otros] derecho[s]. Pero es un problema de las empresas y sus políticas de recursos humanos [si es que aún existen, tanto unas como otras], y de nos los laburantes, de velar por el cumplimiento de los derechos adquiridos.

Nada fácil, obviamente.