El devenir cotidiano
Llego a casa, corro a la maquinola. Cuento con algunos minutos y con la banda ¿ancha?.
Pero debo competir [ahora mas] por tan preciado recurso: el de la comunicación con el mundo.
Lamentablemente, la PC tiene unos 40º constantes de temperatura, y agarra todas las manias/virus que a uno se le ocurran.
No importa, cuando dejo a uno de los críos, paso por un locutorio y listo.
Tampoco es sencillo. Pido auriculares. Deben correr la PC para conectar unos, ya que la salida de audio del frente no funca. Arrancan: accujazz, George Benson. Vamos!
Me dispongo a teclear ... , otras vez los dislates. Huelga de vocales, y teclas renuentes o hechas merda por los juegos o vaya a saber que polenta de dedos fortachones.
Suena Kurt Rosenwinkel con Sippin' At Bells, y de repente algo desafina. Un chillido penetrante, cada vez mas potente: están perforando la loza del locutorio para no se que diablos.
Recuerdo la teoría de Félix de Azúa sobre internet, en el sentido que están jugando con nosotros. Nos muestran la punta del ovillo, y nos hacen creer que es algo que funciona. Pero de un tiempo a esta parte veo que las conexiones buenas/estables escasean, las pc´s que facilitan la tarea tienden a cero y el uso que hacemos de la red de redes deja que desear. No veo que comuniquemos con mayor facilidad.
Me convenzo que en breve para acceder a contenidos interesantes habremos de pagar por ello y como. Azúa decía: la red está manejada por militares y banqueros. Nos dejan jugar, pero cuando queramos algo que funcione en serio, no habrá opción: paganini.
Cuando lo escuché en el 2002, me interesó sin saber bien por-qué. Discrepaba en la superficie con Félix, pero a medida que se añeja, su discurso es omnivigente.
La filosofía y su cruda visión de la realidad.
A votre santé, de Azúa!
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