Crónica de un casorio: el sueño de Luce

El santuario de Nuestra Señora del Divino Amor en Roma, fue la sede de la
ceremonia de beatificación de Chiara Luce Badano, quien nos dejara
veinte años ha.

Un coro distinto, integrado por jóvenes amigos de la Novia.
En cada palabra cantada, una sonrisa.
Sus viejos en primera fila.
Sin lágrimas, con entereza, y alegría gozosa.
Porque Chiara Luce Badano, nos ilumina desde el cielo, nos acompaña y
es modelo universal para la Iglesia.

El aplauso que acompañó constantemente el festejo, expresaba la alegría de todos por tener una beata tan joven, cercana, natural.
Una chica que sobrellevò su cáncer con tanta entereza, que animaba a vivir desde la cama, cuando el físico no le daba para estar en pie.
Luce, la tenista, la bella y radiante joven, la que quería ser azafata, una persona con sueños y un alma rebosante de cariño y ternura.

El clima vivido en Roma se extiende a diversos puntos del orbe, ande donde jóvenes, familias, hemos recordado a la luminosa Luce con infinidad de celebraciones y reuniones.

En Ciudad Autónoma de Buenos Aires se celebró una misa, animada por jóvenes.
En Trelew, hubo dos lugares que congregaron multitud de personas, en uno los jóvenes, y en otro, los "jóvenes experimentados" compartimos la televisacìòn del festejo en el salòn Paulo VI del Vaticano, fiesta televisada por EWTN.

Vivimos junto a muchas personas en todo el planeta la alegría de ver que muchas personas tienden a hacer cosas buenas, aún desde las situaciones mas adversas y jodidas, y que no van
a estar en la primera plana de los diarios, siquiera en su interior muchas veces.

Pas de problem!
Nosotros las identificamos y las difundimos.
Porque los buenos ejemplos nos animan a seguir en este fuego sagrado de la
vida.
Amén.

Gracias Luce, y a todos y cada uno de los jóvenes que nos enseñan a
transitar por la vida, con su ejemplo.

Hay muchos, sólo debemos poner la lupa sobre ellos, hacer
zoom/ampliarlos, y apoyarlos.
Os invitamos.