viernes, mayo 15, 2015

Guitarra vas a llorar

Lucille está sola. El Rey no está.
'Lucille' es la guitarra más famosa del mundo, y su dueño partió rumbo al Olimpo.
Blues Boy BB King dejó este mundo, y nos llenó de notas afinadas, resignificando el valor del blues. 
Había nacido en 1925, en Misisipi, y pasó a la inmortalidad (literalmente), el jueves 14 de mayo, mientras dormía en su residencia de Las Vegas.

Provenía de un hogar humilde, y en tiempos donde ser negro, era sinónimo de postergación.
No era broma, ser músico, hacer blues, y enfrentar no solo al mundo indiferente, sino al potente Ku Klux Klan en aquella zona.
Pero seres como BB, tenían una gran decisión, amén del talento. Y constancia por encima de todas las cosas.

Sus padres eran muy humildes. Como si esto fuera poco, su madre abandonó el hogar con un BB de 4 años!
Vendría el contacto con la música, en el coro de la iglesia. Luego con la viola, la música fue su insrtumento para combatir la pobreza y la tristeza. Esto arrancó como un divertimento terapéutico, e hizo parte de la historia de la música. 
Tocó en miles de recitales, desde arrabales, hasta en la Casa Blanca.

La carrera de B.B. King empezó en las periferias de Mississippi, y tomó envión cuando en Memphis cerca de los 24 años, empezó a grabar discos producidos por Sam Phillips, que luego fundaría Sun Records, el sello discográfico que descubriría en los cincuenta a Elvis Presley, Roy Orbison, Jerry Lee Lewis, y Johnny Cash.

El éxito le llegó relativamente pronto, y King se convirtió en la persona que transformó una música rural y negra, el blues, en un sonido urbano y universal. Contó para ello con la ayuda de su admirado Frank Sinatra, que en la década de los sesenta le abrió las puertas de espectáculos en Las Vegas en los que B.B. King se convirtió en el primer negro en actuar. Aunque su salto a la fama masiva se produjo, según él mismo relata en su autobiografía, en 1968, en un concierto en la sala Fillmore West, en San Francisco, en 1969. "Cuando vi una hilera de blancos con melena" haciendo cola para entrar, King le dijo a su manager: "Nos han contratado en el sitio equivocado".


Trabajó mucho en los ochenta y noventa, con sesenta años, haciendo conciertos por todo el mundo, a razón de trescientos por año.
Tocó con músicos jovenes provenientes del rock, y con referentes locales, importandole poco si eran conocidos mundialmente. 
El Rey era una figura convocante. Desde aquí nuestro homenaje.

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