jueves, julio 06, 2006

Julio, un mes a plena música y sobre ruedas
Pocas veces el calendario nos depara estas sorpresas, la de juntar grandes personalidades por diversos motivos.
La magia del séptimo mes, todo lo puede: el Citröen 2 CV y el Mono Villegas. Un auto revolucionario [y con mucho swing].

Arranquemos cronológicamente.
Allá por 1935 fallecía el ingeniero francés André Citröen, pionero de la industria automotriz.
Sus innovaciones: el encendido eléctrico, la tracción delantera y el diseño y concepción de un vehículo para el sector trabajador.

El concepto del 2 CV, era el de “cuatro ruedas bajo un paraguas”. Buscaba dar movilidad a los campesinos y ser una herramienta de trabajo.
De hecho en las pruebas, el 2 CV debía llevar en su interior una canasta de huevos a través de terrenos embarrados, y llegar a destino con el contenido intacto.
Se fabricaron prototipos, pero luego durante la ocupación alemana, los mismos fueron destruidos en su gran mayoría, al igual que sus planos, para que el invento no fuese capitalizado por los alemanes.

Veinte años atrás, [mas precisamente un 10 de Julio de 1986], partía un grande: Enrique Mono Villegas.
Músico excepcional. Poseedor de un exquisito oído, un sentido pianístico fuera de lo común, y un humor agudo e inteligente.


Pero siempre decía lo que pensaba, y no se hacía ningún problema.
Algunas de ellas:
  • “El jazz pertenece a los negros, y punto. Los blancos nos pasamos la vida tratando de imitarlos [inútilmente], y hasta hubo uno que se pintó la piel ..”
  • “ De Brahms para acá, todos nos copiamos”.
  • “Desde que comenzó el show busines en EEUU, se terminó la música, todo es negocio, y ya dije que no hay música popular, sino letras populares. El ochenta y tanto por ciento de la humanidad tiene una banana en la oreja y no siente ningún placer escuchando música”.
  • “A nosotros los músicos, nos gusta la música pura, no el canto. Soy enemigo de los cantantes, salvo cuando se usa la voz humana como un instrumento más. La paradoja es que la voz humana es el mas perfecto de los instrumentos, pero nadie lo usa como instrumento, sino para hacer pulsaciones e histerias Es horripilante, desafinan como perros y son ídolos populares que ganan millones de pesos”.
  • “El jazz no ha sido, no es, ni nunca será popular. Pero es perenne y universal. Y siempre se está modificando en todo el mundo, a través de la imitación de los negros, por supuesto. Y el jazz interesa en el mundo entero porque es la creación. Todo es conocimiento, conocer es amar. Pero en la música hay hinchas, y parece que si hay gente a la que le gusta el tango, tiene que odiar el jazz y el folklore … La única diferencia es la música buena, o la música mala”.
  • “Yo hice una ley para este país: a más música, menos oyentes. Hay que terminar con esta terrible mentira de decir que la música es un lenguaje internacional. La música es un lenguaje igual al francés, el inglés o el castellano … Pero en la Argentina siempre existe el doctor, el escribano o el diputado que te dice: ‘Aunque yo no entiendo nada de música, a mí me parece ..’, y yo le digo ‘Doctor, si Vd.no entiende nada de música, no le puede parecer absolutamente nada sobre música..”
Este personaje fuera de serie, nació en un hogar donde su padre fue dentista, escribano, abogado y después largó todo por los gallos de riña.
Su madre murió cuando el Mono tenía seis meses, lo criaron unas tías, que le dejaron hacer todo cuanto se le dio la gana. Por eso mismo a los siete años, era capaz de ejecutar piezas de Mozart al piano.
El apodo según el propio Villegas, era porque “imitaba muy bien a los humanos”.
Lamentablemente no hay demasiados registros de este genial compositor, y muchas veces al recordarlo se omiten los aportes infernales que Villegas dejó en la música argentina y la influencia que ejerció, ejerce y ejercerá sobre generaciones de músicos de todos los estilos.

“Hay que rescatarlo: para el, la música era una alternativa más del afecto y la emoción, y porque riesgosamente para su integridad artística nunca dudó en tirarse a la pileta”, dice Manolo Juárez, quien agrega “su libertad para vivir es un ejemplo que trasciendo todos los géneros”.

Tan solo nos resta decir “Mono: descansa en Jazz”.

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