Este 1° de diciembre, Woody Allen celebra sus primeros ochenta años de vida. El director sabe que tiene algo de talento, “pero no el suficiente como para bombear sangre a mi corazón cuando entre en rigor mortis”. Puede que Woody no lo celebre, si nosotros. Gran trabajo hay en la obra de este cineasta que se autodefine como “un humorista de Brooklyn que ha tenido suerte en la vida”.
Natalio Grueso, lo describe como un renacentista, culto, superviviente dentro de la industria del cine estadounidense gracias a haber construido a su alrededor un buen equipo de trabajo. Amén de producir sus películas con poco capital.
A sus ochenta años, Woody llega con una película por estrenar, escribiendo otra, y preparando una serie de televisiva para Amazon. Anda en esto e insiste que es capaz de compaginar ambas escritura. Acusa sordera de un oído, cosa que lo ayuda para desconectarse cuando quiere, apagando el audífono.
Allen empezó a trabajar muy joven gracias, haciendo gala de gags hilarantes en situaciones inauditas. Esto le permitió corroborar su talento para la escritura. Con solo 16 años, remitió algunos de sus chistes a un agente, a través del cual empezó a suministrar material a Nick Kenny, columnista de ‘The New York Daily Mirror’. Transitaba 1952, y asomaba su nombre artístico, el de Woody Allen.
Quien es capaz de detener un rodaje, escabullirse durante 15 minutos y regresar al plató con una nueva y genial versión de la misma escena, pero renovada”.
Su carrera corrió peligro durante la guerra de Vietnam. Pero se eximió el reclutamiento, en el último examen médico, cuando un doctor descubrió que se mordía las uñas!
Por esa capacidad creativa, Allen produce mucho: obras de teatro y ensayos (aún) inéditos en su haber.
“Su habilidad cómica le ha permitido salvaguardar su carrera en términos económicos”, afirma Natalio Grueso, autor del libro Woody Allen: el último genio. Describe que una vez escribió que una pareja se declaraba en medio de un fenomenal atasco de tráfico. El productor le dijo que eso significaba 200 coches, cuatro horas de calles cortadas y 100.000 dólares de más en el presupuesto. Rápidamente lo cambió y el amor floreció … desde una simple cabina telefónica ...
Sus padres superaron los 100 años. Tenemos Woody para rato. Feliz cumple!
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