viernes, mayo 30, 2008

Para pensar antes de subir al avión ..

Este es otro texto reflexivo, exquisito y práctico de Paenza, publicado el 23 de marzo de 2008 en Página 12. Ahí va,

¿Cómo embarcar?

Uno llega a un aeropuerto. Se dispone a iniciar un vuelo y ya sabe lo que le espera: largas colas (siempre "hacer cola" es una falta de respeto... siempre, no importa la circunstancia ni la ocasión). Sigo. Largas colas para resolver problemas burocráticos. Una vez que uno superó esos escollos, todavía falta uno no menor: embarcar. Cada uno cree que lleva el equipaje de mano adecuado. Es decir, que va a caber en el compartimiento superior o debajo del asiento. Pero, claro, hay otros pasajeros que tienen la misma idea que uno y, peor aún, llevan un colchón de dos plazas envuelto en papel madera (es sólo un chiste). Hay que embarcar cuanto antes, para aprovechar el espacio disponible.

Desde ya, los pasajeros que compraron boletos de primera clase (o ejecutiva) entran primero. Pagaron más y eso los califica (en esta sociedad el que paga más entra más rápido, no hace cola, tiene privilegios... tiene poder).

Y aquí es donde surge el problema. ¿Qué hacer? A las compañías aéreas les interesaría optimizar ese tiempo, no tanto porque estén preocupadas por nuestro bienestar, sino porque cuanto más tiempo un avión esté en el aire, más rédito para ellas.

Como muchas otras veces, conviene apelar a la matemática. Claramente, uno no puede probar con el embarque de todas las formas posibles. De hecho, cualquier método que uno elija tendrá siempre inconvenientes que planteamos los humanos: viajar con chicos o con mucho equipaje de mano, o tener asientos en diferentes filas pero pretender embarcar todos juntos (algo lógico), o simplemente aquellos que no respetan ningún orden. Todo esto hay que contemplar. Sí, pero ¿cómo?

Mejor aún, ¿qué haría usted? Es decir, si usted tuviera que delinear una estrategia para embarcar pasajeros, ¿cuál sería? No hace falta que le dedique mucho tiempo, pero sí que se detenga un rato a pensar. Es que aunque usted crea que encontró la solución, no tendría manera de comprobarla... ¿o sí?

Curiosamente, ése es otro problema. Suponiendo que cualquier persona diseña una estrategia que ella/él considera óptima... ¿cómo lo demostraría?

Es obvio que no podrá probar con pasajeros y aviones "de verdad" porque ¿quién se los prestaría? Y por otro lado, ¿cuántas pruebas tendría que hacer?

Para eso –entre otras cosas– es que sirve hacer un modelo. Un modelo (que provee la matemática) permite practicar y probar. Eso lo hace una computadora. Usted planifica algo (que simula la situación real), lo traduce al lenguaje que una computadora pueda entender (con un programador) y, luego, pone a prueba lo que pensó.

Lo bueno es que si el modelo se ajusta a la realidad, uno puede intentar muchísimas veces virtualmente sin costo. Si el modelo no funciona, uno puede hacer los ajustes en forma teórica y probar nuevamente.

En este caso, si uno quiere comparar cuál método funciona mejor (si embarcar de adelante hacia atrás o viceversa), si sentar primero a los pasajeros que ocupan las ventanillas, luego los del medio y finalmente los pasillos... el que a usted se le ocurra: lo programa y prueba. Agrega factores correctores distintos: demoras por niños, personas mayores, paquetes muy grandes que no entran fácilmente en el compartimiento superior, personas que conversan entre sí sin sentarse y liberar los pasillos, etc. Usted puede contemplar todas las variables que quiera. Y luego, hace "correr" el programa. O sea, hace que el programa simule a la realidad, como si usted tuviera pasajeros y aviones de verdad. Hace las modificaciones que quiera. Anota... y después, compara.

Un físico norteamericano, Jason H. Steffen * harto de lo mismo que todos nosotros, decidió utilizar un método matemático para probar las distintas variantes y ver si podía dar una solución científica al problema. Para encontrar la solución óptima, usó un algoritmo basado en una cadena de Markov que lleva el nombre de Montecarlo (que se usa también –entre otras aplicaciones– para investigar cómo se distribuyen átomos y moléculas). Y lo usó para simular los pasajeros dentro de un avión **.

Steffen –para empezar– empleó diferentes ideas. Usó un avión con 120 pasajeros, con seis asientos por fila y 20 filas. Agregó una hipótesis extra: no había ni primera clase ni clase ejecutiva. Todos iguales. Y supuso que el avión estaba completo. Por supuesto, estas condiciones están lejos de ser las que aparecen todos los días, pero tenía que empezar de alguna manera.

"Empezando con orden inicial, tomé el tiempo que tardaban en embarcar y lo anoté. Después, tomé dos pasajeros al azar, cualesquiera, y les cambié el orden en el que entraban en el avión. Si lograba que de esa forma entraran igual o más rápido, aceptaba ese nuevo orden y cambiaba otros dos. En cambio, si una configuración aumentaba el tiempo, la rechazaba, volvía al paso anterior y modificaba otros dos pasajeros. Paré luego de ¡10.000! (diez mil) intentos ya que cualquier otra modificación no alteraba los resultados", escribió Steffen.

El modelo le asignaba a cada persona (además del asiento) un número al azar –entre 0 y 100– que indicaba el tiempo que tardaría en ubicar su equipaje de mano. Escapa al objetivo de este artículo contar todos los detalles, pero me interesa mostrar cuáles fueron sus conclusiones.

En principio, los mejores resultados se obtienen cuando la distancia que hay entre los pasajeros, permite que haya varios cargando su equipaje en forma simultánea. Y eso se obtiene si esa distancia es de 12 filas. Aumenta el tiempo de embarque considerablemente, a medida que los pasajeros que están embarcando van a sentarse en la misma fila o en filas adyacentes. Con el modelo que usó Steffen, puede haber un máximo de diez pasajeros acomodando su equipaje al mismo tiempo.

Por supuesto, para poder implementar cualquier método, los pasajeros de todos los aviones tendrían que aceptar

(nosotros... digo, los pasajeros) un orden de entrada. Como escribió Steffen, siempre habrá una fracción de los pasajeros que entrarán sin cumplir con esto porque son familiares, porque llevan chicos o porque forman parte de otros grupos, etc.

Pero lo ideal no es necesariamente posible. El autor propone entonces que haya al menos una fila libre, o bien adelante o bien atrás, en el momento que acomoda su equipaje. Y como consecuencia, la mejor distribución aparece cuando la mayor parte de los pasajeros tienen una fila vacía que los separa de los que ya entraron o de los que entrarán después. Es decir, lo que importa no es tanto el lugar en donde se van a sentar, sino la posición relativa (los que ya están sentados y ubicados, o los que vendrán después).

Una vez más, la matemática aparece como la forma más eficiente para resolver un problema de la vida cotidiana, si es que en definitiva ubicar pasajeros en un avión en forma eficiente se puede considerar como tal.

* Jason H. Steffen trabaja en el Fermilab, en donde funciona el acelerador de partículas más rápido del mundo (hasta hoy, porque dentro de un par de meses perderá ese privilegio cuando entre en funcionamiento el CERN, en la frontera franco-suiza). Los resultados fueron publicados en http://arxiv.org/pdf/0802.0733v1 y en un artículo que escribió Philip Ball en la revista Nature, edición de febrero de este año.

** Steffen usó una técnica basada en un algoritmo de optimización conocido con el nombre de Cadena de Markov Montecarlo (MCMC) similar al algoritmo Metrópolis (Metrópolis et al., 1953).

Las claves de la solución

1) El modelo que usó Steffen supone que el tiempo que lleva el embarque se debe al tiempo que ocupan los pasajeros en ubicar su equipaje de mano, sea en el compartimiento superior o abajo del asiento que tienen delante. De hecho, el autor dice que si la gente no pudiera llevar equipaje de mano el artículo que escribió no existiría porque no habría nada que analizar.

2) Ubicar a los pasajeros dentro del avión ocupa más tiempo que la recarga de combustible y reaprovisionarlo de comida y bebida.

3) La intuición indica que la peor manera de abordar es de adelante hacia atrás (y el método usado por Steffen lo confirma, obviamente). Pero embarcar de atrás hacia adelante en bloques sólo divide el tiempo a la mitad. Igualmente, el análisis demuestra que es la segunda peor de todas las opciones. En todo caso, mueve la fila de pasajeros que se amontona hacia la parte trasera del avión, pero no mejora significativamente el proceso. Más aún: si bien hay muchos pasajeros dentro del avión, muy pocos ubican sus equipajes simultáneamente. Es más la gente que está esperando que los otros terminen que la gente que está efectivamente acomodando el equipaje.

4) Hacer sentar primero a todos los que ocupan las ventanas, luego los asientos del medio y luego los pasillos mejora las opciones anteriores, pero por muy poco también.

5) Si uno dejara entrar los pasajeros al azar, el tiempo que utilizarían se reduciría a la mitad de lo que es convencional hoy. "Esto demuestra que subir al azar, ¡no es catastrófico! como uno podría suponer."

6) Steffen plantea dos opciones: una ideal y otra la mejor entre las posibles. Digo así, porque la óptima requeriría de una disciplina inalcanzable (e inesperable) tanto por parte de los pasajeros como de las compañías aéreas. Pero la mejor entre las posibles significaría disminuir el tiempo por lo menos a la cuarta parte... con posibilidades, en algunos casos extremos de llevarlo a la ¡décima parte!

7) La situación ideal se alcanza cuando pasajeros adyacentes (o sea, que entran juntos al avión) tienen asignados asientos con 12 (doce) filas de separación. Esta configuración permite tener el máximo número de pasajeros acomodando su equipaje en forma simultánea. Esto permite que entren 10 pasajeros al mismo tiempo. "Entran 10. Se espera que terminen. Entran otros 10. Y así siguiendo hasta que entran todos." Este esquema permite embarcar los pasajeros ocupando sólo un 20 por ciento del tiempo que se utiliza hoy (en promedio).

8) Sin embargo, la mejor de todas las posibles (y que no involucre que los pasajeros tengan que hacer un curso para entrar en un avión), es formar bloques de personas que tengan asientos designados "cada cinco filas". Esto se obtiene (en el caso del avión de 120 lugares) con cinco bloques de 24 pasajeros cada uno.


Aporte de Adrián Paenza y Gabriel "Junior" Sus

El texto que sigue es del afamado "Matemática, estás ahí?" de Paenza. Gabriel me lo acercó, y lo comparto en nuestra bitácora.
Gracias al autor, y al acercador.


Universidad de Cambridge
Lean este mensaje:
Sgeún un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el ódren en el que las Itears etsan ersciats, la úicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la útlima Itera etsen ecsritas en la psio cion cocrrtea. El rsteo peuden etsar taotlmntee mal y aún pordás lerelo sin pobrleams. Etso es pquore no lemeos cada Itera por sí ms1ma sino que la paalbra es un tdoo.
Pesornamelnte me preace icrneilbe...
Con todo, uno podría suponer que esto sólo pasa en castellano, pero el siguiente párrafo sugiere algo distinto:
Aoccdrnig to rscheearch at Cmabrigde Vinervt1sy, it deosn't mttaer in waht oredr the Itteers in a wrod are, the olny iprmoatnt tihng is taht the frist and Isat Itteer be at the rghit pclae. The rset can be a total mses and you can sitll raed it wouthit porbelm. Tihs is bcuseae the huamn mnid deos not raed ervey lteter by istlef, but the wrod as a wlohe. Amzanig huh?

Aquí es donde se me escapa totalmente mi capacidad de elaboración. ¿Cómo funciona el cerebro? ¿Cuánto, en realidad, se lee textualmente y cuánto se anticipa lo que debería decir?
Recuerdo una anécdota con un grupo de amigos, que quizá sirva también para ejemplificar que uno, en verdad, tampoco escucha lo que se le dice en su totalidad, sino que "rellena lo que está porvenir" con su imaginación. Y claro, eso suele traer algunos problemas.
Allá por el año 2001 estábamos en la cantina de David (una cantina italiana en el corazón de Buenos Aires) un grupo de amigos, y el tema del fútbol es inevitable, sobre todo si en la mesa estaban Carlos Griguol, Víctor Marchesini, Carlos Aimar, Luis Bonini, Miguel "Tití" Fernández, Fernando Pacini, Javier Castrilli y el propio dueño de la cantina, Antonio Laregina.
En un momento, Tití se levantó para ir al baño. Cuando él no podía escuchar, les dije a todos los otros que prestaran atención al diálogo que tendríamos con Tití cuando él retornara a la mesa, porque quería demostrarles a todos (y a mí también) lo que escribí antes: uno no siempre escucha todo. En todo caso, uno intuye lo que el otro va a decir, pone la mente en control remoto y se retira a pensar cómo seguir o algo distinto.
Y entonces, esto pasó. Cuando Tití volvió a la mesa, le pregunté:
-Decime, ¿no tenés en tu casa algún reportaje que le hubiéramos hecho a Menotti en la época de Sport 80?.
-Sí -me contestó Tití-. Yo creo que tengo varios cassettes en mi casa... (y se quedó pensando)
-Haceme un favor -le dije-. ¿Por qué no me los traés la semana que viene? Yo, los escucho, los borro y no te los devuelvo nunca más.
-Está bien, Adrián -me dijo sin mayores sobresaltos-. Pero no me empieces a apurar. Yo sé que los tengo, pero no recuerdo exactamente dónde. Ni bien los encuentro, te los traigo.
MORALEJA: ante la risa generalizada, Tití seguía sin poder comprender qué había pasado. Él, en realidad, había sido sólo un "conejillo de Indias" para el experimento. Yo creo que, muchas veces, no nos concentramos en escuchar, porque "asumimos" lo que el otro va a decir. El cerebro usa ese tiempo, ese "instante", para pensar en otra cosa, pero claro, algunas veces, comete un error.

jueves, mayo 29, 2008

Hammond

Gracias a Guillermito Fuentes Rey, conocí a Fernando Rusconi, un joven músico cultor del órgano Hammond.
Poco puedo decir, salvo invitarlos a escuchar esa música en su sitio.
Personalmente, tuve como un viaje hacia música grosa, la sinfónica pero una parte muy especial y comunicativa [Jethro Tull, Emerson Lake & Palmer, Deep Purple, Pink Floyd, etc.]

Disfrutadlo!

Mempo Giardinelli: la lectura y la escritura

Comparto jugosa entrevista realizada al escritor chaqueño y publicada hoy [29.5.2008] en el diario La Gaceta de Tucumán.
Plena de claros conceptos que llaman a la reflexión.
Patea la pelota, no al corner, sino dentro de la misma chacan, y busca toques cortos dejando en evidencia las descoordinaciones dentro del equipo de la sociedad, o hacia el interior del grupo familiar.

"Lo que ahuyenta al chico de la lectura es la desidia del adulto, o sea padres y maestros que en general no leen o leen muy poco. No hay que echarle la culpa a 'la escuela', porque eso es eludir responsabilidades. El problema de la falta de lectura no es un problema de los chicos, sino de los grandes", afirmó el escritor Mempo Giardinelli

"Estar fuera de toda competencia, no disputarle el espacio a nadie y trabajar con más y mejor tiempo interno, íntimo, es para mí fabuloso. Cierto que en las provincias tenemos carencias, pero estar lejos de la neurosis porteña es una bendición", afirma el escritor cuando se le pregunta qué sintió cuando abandonó el circuito cultural porteño, y se mudó "al interior".

- ¿Cómo se llevan la literatura y la escuela?
- Escuela y literatura pueden -y deben- llevarse estupendamente bien.
De hecho, no hay acceso al conocimiento si no es a través de la lectura, y qué mejor que leer buena literatura?


- ¿La escuela ahuyenta a los chicos de la lectura ?
- La afirmación de que la escuela ahuyenta a los chicos de la lectura me parece una falacia.
Lo que ahuyenta a los chicos de la lectura es la desidia de los adultos, o sea padres y maestros que en general no leen o leen muy poco. No hay que echarle la culpa a "la escuela", porque eso es eludir responsabilidades.
El problema de la lectura no es un problema de los chicos, sino de los grandes.
Van varias generaciones atrapadas por la televisión basura, ante la complacencia idiota de los sucesivos gobiernos, por lo menos desde la dictadura.


- ¿Qué papel les cabe a los intelectuales para achicar la brecha cultural entre Buenos Aires y el interior?
- La verdad es que no lo sé, yo no abro ni achico brechas; simplemente leo todo el tiempo y escribo lo que puedo.
Trato de ser un intelectual responsable y activo, y desde la Fundación que presido desde hace una década intento contribuir a que haya menos ignorancia en mi provincia.

- ¿Es posible pensar en "pueblos cultos" pero pobres?
- Por supuesto, y yo lo he visto en México, donde comunidades muy humildes mantienen una fuerte identidad cultural y se desarrollan como pueblos cultos. Esto  es: educados, honrados y con valores. También en Centroamérica esto es visible, y sin dudas el ejemplo más fuerte es el de Cuba, más allá de lo que se quiera pensar sobre su sistema político. Ser pobres no tiene por qué condenar a nadie a la ignorancia. Y contrario sensu, ahí tiene usted en Europa y Norteamérica pueblos riquísimos en términos monetarios que sin embargo son ignorantes, brutos y prepotentes.

- El concepto de cultura se ha alejado últimamente del concepto de Bellas Artes ¿Han cambiado los ejes para trazar y ejecutar políticas culturales?
- Han cambiado, en efecto, pero eso no significa, al menos en mi opinión, que la cultura pueda prescindir del concepto tradicional. La idea de las "bellas artes" sigue vigente porque los creadores y creadoras buscan siempre la belleza estética, en todas las disciplinas. Lo que pasa es que en las últimas décadas, y sobre todo desde la Segunda Guerra Mundial y en los países periféricos, se desarrolló una concepción de la cultura más amplia, socio-antropológica. Que está muy bien, pero a sabiendas de que si es sólo eso se corre el riesgo de caer en puro folclorismo vacío.


jueves, mayo 22, 2008

Semana de mayo

Conmemoramos no sólo la gesta de la semana de mayo, donde tuvo la revolución un par de centenares ha.
En 1966, nacía el Gustavo Horacio, tipo cabal, que supe cononcer en el ministerio de educación pcial.
Una de las personas con quien suelo conversar sobre temas varios. Escucho sus aportes, casi siempre interesantes.
Complejo de describir, es un lector voraz, pero con muchas ganas de socializar libros, música o películas.

Mañana soplará las velitas, allí en Playa Unión y en Rawsón.
Nosotros desde esta bitácora, celebramos esa onda que le pone a las cosas que hace, o a su cualidad que lo convertiría en un gran batero [toca instrumentos varios cuerdas, bongó, armónica, etc.], la de tocar escuchando.
En nuestro caso, aludo a la escucha  para con el interlocutor.
Virtud milagrosa e inhallable en estos tiempos.

Adapto la frase de Enrique Mono Villegas, al estilo del Gustavo Horacio: "Al gran pueblo argentino, ...LIBROS!!"

jueves, mayo 15, 2008

Elepé

Los miércoles a las 23 hs. se proyecta Elepé. Lo conduce Nicolás Pauls, y el objeto es contar la historia de un disco desde su nacimiento.
Ayer fué la segunda emisión, de un total de trece capítulos.

Entrevistaron a Miguel Cantilo y Jorge Durietz, los inolvidables Pedro y Pablo.
Contaron anécdotas jugosas, y datos casi desconocidos.
Por ejemplo, ¿quién fué el mentor artístico de este grupo?
..
Horacio Molina.
El los escuchó en Punta del Este, y los contactó con Francis Smith, productor musical de CBS. Hicieron una prueba de estudio y los contrataron pa'grabar, pero junto a la orquesta del sello.

Como Pedro y Pablo tocaban de oído, y el arreglador del disco fué el talentosísimo Jorge Callandrelli. Probablemente de esta conjunción de polenta, poesía, bossa, tango y el toque de Jorgito,  "Yo vivo en esta ciudad" sonó y suena con una armonía increíble.

Acordaron agregar bandoneón al tema principal, que fué ejecutado por Aldo Altayrac, como así también oboe en "La quimera del confort". El nombre original de este tema era "Estamos hundidos hasta los pies", pero las vicisitudes de los 70' y la moralina del onganiato estaban en esos detalles. "Los perros homicidas", eran "Los policías homicidas", y sufrió idéntica suerte.

Miguel contó la experiencia de explicarle los yeites que hacían al tocar el tema, a uno de los guitarristas de la orquesta, en este caso Cacho Tirao, y como éste valoraba los arpegios que estos introducían en la melodía.

Rescato el entusiasmo que puso esencialmente Pedro [Miguel Cantilo], en cada palabra que dijo, y al tocar los temas de aquel entonces, lo hizo con arreglos modernos.
Se ve entonces, como el tipo sigue tocando y dandole vueltas a la música todo el tiempo.

Las intervenciones de Alfredo Rosso, ayudaron a desmenuzar las terribles letras del dúo, donde brota una poesía pulenta, plena de humor.
Temas como "Johnny Bigote", donde se alude tácitamente a los milicos de turno, y especialmente a Onganía, pero de forma sutil y amena:

Johnny queria tener un bigote
Que fuera bien grandote
Queria un mostacho de macho cabal
Porque la gente respeta y escucha
Al hombre de pelo en trucha
Que amplia su hombria con rostro brutal

O:
Asociación modelos argentinas
Te imaginas (que cosa che?)
A.M.A (Ah, las modelos)
Asociación modelos argentinas
(si, la vi en televisión)
Presidida por Karin Pistarini
(la Susanita shock)
Chunchunna y je, esa carucha!
(las pobres consiguen lo que quieren!)

Como pensar que con esas caruchas
Tengan luchas de consorcio
Esos monumentos al divorcio
Culpa de la perfección

Donde hay un guiño encubierto, la alusión a la mujer del padrino artístico de PyP, la Chunchuna Villafañe.

Si, hay mucho de café concert. Se percibe, es un género difícil de entender, donde la intimidad del escenario, facilita el enganche con diálogos. Algo muy Vinicius de Moraes, pero por estos lares, nunca fué popular. Probablemente por el acartonamiento argento, en esto los brasileros son mas sencillos y llanos.

Fué un programa muy bien logrado. Tan solo lamento no haberlo grabado.
Agendadlo pa'  las próximas emisiones.

miércoles, mayo 14, 2008

Comunicar para el cambio social.

Comunicar para el cambio social, el primer libro que publica Comunia, pone el foco en el potencial que tiene la comunicación para generar cambios positivos en la sociedad actual.

Editada por La Crujía, la obra recopila las ponencias más representativas de las Jornadas de Comunicación para el Tercer Sector que Comunia viene organizando durante los últimos cuatro años.

¿Qué temas trata la obra?

Comunicar para el cambio social aborda, entre otros temas, la construcción de lo común, la participación ciudadana, la inclusión de sectores menos favorecidos y la promoción de valores. Estos temas buscan ser los disparadores para reflexionar sobre nuestro rol como individuos, como organización y por qué no como sociedad. Además, el lector encontrará recomendaciones prácticas para obtener mejores resultados de su estrategia de comunicación tanto a nivel interno como externo.

¿Quiénes son los autores?

Al tratarse de una recopilación de Jornadas, los autores son los expositores que a lo largo de los cuatro años participaron de estos encuentros cuyo eje central siempre fue la comunicación en el sector social. Justamente, la multiplicidad y diversidad de voces es uno de los aspectos más valiosos de esta publicación, ya que se presenta la visión de líderes sociales, académicos, funcionarios públicos, periodistas, religiosos y empresarios. Algunos de ellos son Juan Carr, Nelson Castro, Washington Uranga, Fanny Mandelbaum, Fernando Laborda, José María La Porte y Alicia Cytrynblum.

Para ver el índice completo hacer clic aquí

¿A quiénes está dirigido?

La lectura de Comunicar para el cambio social aporta herramientas concretas a todos aquellos que deseen especializarse en el sector sin fines de lucro, a los comunicadores que busquen la profesionalización en el ámbito social, a quienes están desarrollándose en el área de RSE, a miembros de OSC y, en general, a todos los interesados en temáticas sociales y humanas.

¿Cómo se puede acceder al libro?

Además del circuito comercial de La Crujía, el libro está a la venta en Comunia. Lo recaudado será destinado al financiamiento del área de Investigación, que es la encarga de procesar los datos producidos por la organización para generar conocimiento. El libro se vende a $28 y para solicitar ejemplares hay que comunicarse al 4326-5706 o vía mail a biblioteca@comunia.org.ar

lunes, mayo 12, 2008

DanceAbility













ALITO ALESSI—proyecto DanceAbility

Charla y Proyección de Videos













Sábado 17 de mayo

10.30 hs.

Entrada libre y gratuita

Insituto Mogilevski — Camargo 231

Ciudad de Bs. As.






Otras actividades en Bs. As:

- Seminario de DanceAbility

- Seminario de Contact Improvisación



DanceAbility, creado por Alito Alessi y Karen Nelson, es una forma de danza que reúne a personas con y sin discapacidades físicas a partir de un método in­clusivo. Su objetivo principal es construir una comuni­dad que incluya a todas las personas más allá de su discapacidad, experiencia o cultura. Una enseñanza básica de DanceAbility es seguir el propio interés y deseo y aplicarlo al beneficio de la comunidad. Técni­cas sencillas y secuencias específicas permiten la danza y expresión creativa de todos los cuerpos.







Declaración de Interés Cultural

Secretaría de Cultura de la Nación (en trámite)

Apoyan: la Embajada de EE.UU.

 Agradecemos la colaboración del Instituto Mogilevski







· Más información: danzasinlimites@arnet.com.arwww.danzasinlimites.org

Danza Sin Límites

Marina Gubbay—Andrea Fernández— Gabriela Guebel

Mujeres insistentes

Inteligente entrevista publicada en educ.ar:

María Dolores Cabezudo: "No dejéis pasar nada de lo que ocurre a vuestro alrededor sin preguntaros por qué"

Eso aconseja la científica española para trasmitir el interés por las ciencias. María Dolores Cabezudo visitó recientemente nuestro país con motivo del encuentro hispano-argentino de científicas "Mujeres de Ciencia: dos continentes", que se realizó a fines del mes de marzo en el Centro Cultural de España en Buenos Aires. En esas jornadas, científicas argentinas y españolas promocionaron la labor de las mujeres que trabajan en las áreas de las ciencias experimentales y de la salud.

Cabezudo logró la categoría máxima como profesora de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, donde se desempeñó entre 1966 y 1994. Su labor investigadora se desarrolló en los ámbitos de la química analítica y la tecnología de los alimentos. En esta última especialidad organizó la carrera de Ciencia y Tecnología de Alimentos en la Universidad de Castilla La Mancha.

educ.ar aprovechó la visita de esta destacada científica y conversó con ella acerca de su carrera como investigadora, y sobre cómo se puede trasmitir el interés por estas ramas del conocimiento.

—¿Cómo se despertó su interés por el estudio de las ciencias?

—He comprobado con el tiempo que siempre sucede un fenómeno muy corriente: que los mejores profesores que has tenido te han descubierto el valor de su especialidad. En mi familia todos eran de Letras y abogados y fue así que elegí la química porque es una rama experimental y la tienes que hacer en un centro oficial, no la puedes hacer en tu casa, como otras carreras. Y cuando terminé pues el problema era: ahora ¿qué hago?

Entonces me presenté a uno de los profesores; no me recibió él, me mandó al ayudante, y le dije: me gustaría hacer investigación, y él, sentado, me señaló con la mano la puerta y me dijo: ¡¿pero usted no sabe que Don … no quiere mujeres en su laboratorio?! y me fui. Pero no lo dejé, eso fue un desafío y afortunadamente, pasado el tiempo, conocí a una mujer investigadora (la Dra. Concepción Llaguno) que me dijo que no era tan difícil, que probablemente lo conseguiría, aunque se trabajaba mucho, se ganaba poco, etc., y así he llegado al máximo. Pero si en ese momento me hubiera echado para atrás…

—¿Qué sintió en aquel momento en que la rechazaron por ser mujer?

—En ese momento sentí rabia, pero después de ese momento no tuve grandes inconvenientes. He tenido que defenderme y he tenido que competir pero he tenido grandes satisfacciones, aunque reconozco que es aburrido estar toda la vida, todos los días, a todas horas pensando en defenderse.

—Cuando las escuchaba en la charla pensaba en eso, que las mujeres siempre tenemos que destacarnos o esforzarnos mucho más…

—Pero no intelectualmente, sino esforzarnos en la astucia. Si tú intelectualmente no das la talla eso ya es suficiente para que te descarten, pero si das la talla además tienes que estar defendiendo tu terreno siempre. Los hombres, yo creo, tienen que defender el terreno sólo a ratos–, pero bueno, si estás ojo avizor, si sabes orientarte, si tienes contactos, pues se puede, se puede destacar.

—Este año en nuestro país se ha declarado el "Año de la Enseñanza de las Ciencias", como forma de incentivar estas áreas curriculares. ¿Cómo cree usted que se puede transmitir el interés por las ciencias?

—Yo creo que hay muchas estrategias que valen, pero hay que enfocarlas con un espíritu pedagógico eficaz. En España también estamos haciendo semanas de la ciencia, días de la ciencia, y yo he participado aunque a veces lo encuentro poco gratificante. Sin embargo, tengo un diploma que me concedieron niños de 10 a 12 años, y lo llamaron "Diploma de sabia"; he recibido varios galardones, y he obtenido distinciones meritorias, pero ese es el que más gracia me hace y ¿dónde está la clave para que estos niños me digan que soy sabia? Supongo que sus maestros les dijeron que yo era importante, –no soy ingenua–, pero lo que más asombro les produjo es que yo les dije: "Un científico no se pregunta qué es esto sino por qué es esto así y a partir de ahora no dejéis pasar nada que ocurra a vuestro alrededor sin preguntaros por qué; vamos a poner algunos ejemplos de la vida cotidiana". Entonces, claro, yo podía sorprenderlos con muchas cosas. Eso es lo que debería impregnar todas las cuestiones de propaganda de la ciencia, no tanto explicar: mire usted, le voy a presentar un rayo láser y este rayo láser es capaz de hacer esto, lo otro y lo otro no, etc., sino ¿por qué el rayo láser hace tal o cual cosa?

—Preguntarse el porqué de las cosas ¿y también relacionar esos conocimientos con la vida cotidiana de las personas?

—A veces sí, pero hay cosas cotidianas que no tienen explicación, que son convenios, por ejemplo el manejo del ordenador produce satisfacción, y en el manejo del ordenador se supone que si tú le das a Control F2 pues ocurre tal cosa que no tiene lógica alguna. Entonces aprender ese tipo de cosas es adaptarte a la mente de alguien que discurriría probablemente con mucha lógica, pero bueno, y qué. Si Microsoft no se hubiera extendido por todo el mundo la mísma orden sería en unos casos F2 y en otros Alt 28, etc. Ahora, ¿por qué yo creo que la clave es preguntarse por qué? Porque a los niños contándoles que la mariposa va a la flor la abeja capta el polen de la flor…, etc. se acaba enseguida. Ahora, si hay un niño al eso le suscita saber más estamos fomentando futuros investigadores.

—En cuanto a su especialidad en tecnología alimentaria, ¿cuál es la importancia en la investigación en ese rubro?

——Cuando yo empecé a hacer investigación en el año 1961, había muy pocos libros de ciencia de los alimentos juntando los idiomas más comunes, se sabía mucha práctica y poco científicamente. La ciencia se iba transmitiendo a través de publicaciones científicas parciales, mediante separatas, o mediante una selección de separatas que formaban un cuerpo de doctrina; cada científico y su grupo iba dándose a conocer como especialista. En aquel momento éramos pocos y nos convertíamos en destacados porque cada uno de nosotros estaba de alguna forma haciendo capítulos de libros. Ahora hay libros buenos y se ha generado mucha ciencia en todos los campos de los alimentos. Quizá es un poco decepcionante, porque cuando eres joven y publicas mucho te citan todos los colegas de tu ámbito, pero en el momento en que aparece un buen libro sobre el tema –aunque te citen en él– los alumnos no leen quienes son los autores de la bibliografía, ni te citan ni les importa. Lo que les importa es captar los conceptos. Y ningún investigador actual cita a todos los investigadores que en la historia han sido, sino que citan cosas muy actuales.

En cuanto a los campos en los que yo he trabajado, está el campo del vino, en el que he trabajado mucho. En esa época en España se hacían vinos razonables, pero se sabía poco cientificamente, especialmente sobre los vinos varietales y su identificación química. Tambien he trabajado en el campo del análisis sensorial aplicado a vinos. Yo había estado haciendo un posdoctorado en EE.UU. y traje esa idea de que había que convertir la cata de vinos, que era una especie de reunión entre amigos en algo para poder sacar conclusiones seguras, y eso lo introduje en España en 1972. Formé parte de la Comisión Internacional que diseñó la copa Standard para juzgar los vinos, y la que redactó los estándares internacionales europeos para juzgar sensorialmente los vinos.

En otro campo en el que yo creo que destaqué fue el de la ciencia de los alimentos. Los resultados se obtenían por los métodos de laboratorio del momento y luego se manejaban los datos manualmente. En mi caso me metí en dos ámbitos que en ese entonces eran bastante nuevas para los investigadores de alimentos, ahora no. Una era la Cromatografía de gases, que era una técnica por la cual se había otorgado a los autores el premio Nobel diez años antes. Empezar a trabajar en una técnica por la que hacía diez años se había otorgado el Nobel creo que fue una buena cosa. Y la segunda cosa es que esta técnica bien aplicada generaba tal cantidad de información que era imposible manejarla manualmente con sensatez; entonces yo me desvié al campo del tratamiento estadístico de datos, y creo que mi grupo fue el primero que publicó un estudio después de haber aplicado el tratamiento estadístico multivariante de los datos. Ahora es algo obligado, pero en ese momento cuando presenté una propuesta a la Oficina Internacional de la Vid y del Vino hubo una reacción un poco hostil: Ahora resultará que todos vamos a tener que estudiar matemáticas para vender vino, y cosas así. Esos fueron algunos avances que mi grupo ha conseguido. Ahora, como decía, ya está todo esto en los libros.

—¿En qué otros campos de investigación participó?

—Por ejemplo, ha sido deseo de la mayoría de las universidades que cada área cultivara una investigación muy aplicada. En Castilla la Mancha hay realidades espectaculares, como la caza, sobre las que interesaba incidir.. Es una zona donde hay caza mayor, menor y volátil, hasta el extremo de que los cazadores se desplazan de distintos puntos de Europa en las épocas de caza. Se mantienen zonas acotadas, salvajes, grande, donde no es difícil abatir piezas de trofeo. Por supuesto hay una política de protección de la supervivencia de todas las especies pero es compatible con la caza en determinadas épocas. A los deportistas no les interesa la carne. Por ello, en esta zona nuestra investigación estuvo dirigida a estudiar , algo que permitiera conservar la carne largo tiempo, que fuera agradable, que fuera buena, generalmente en forma de embutidos.

Otra cosa de la que me gustaba hablar es de la miel. La hizo famosa internacionalmente el libro de Camilo José Cela que se llama Un viaje a La Alcarria. Camilo José Cela ha muerto hace poco, es un literato español galardonado con el Nobel de Literatura, dedicado a describir La Alcarria, un espacio natural silvestre de Castilla-La Mancha, donde la miel es muy cotizada. El procedimiento tradicional de elaborar era un procedimiento artesano, y lo que la universidad se planteó fue distinguir la miel genuina de ciertos siropes no genuinos y a continuación revalorizar la miel, reconociendo en ella las características del hábitat donde han vivido las abejas. Si en zona de naranjos, con la flor de azahar; si en zonas de bosque, con plantas de romero, de tomillo, o zonas de árboles como la encina, la acacia, el eucaplipto, etc… Descubrir las características sensoriales de la miel probándola –ya que es un sustrato sumamente dulce– es muy difícil, pero nosotros hemos desarrollado métodos de éxito. Por otro lado, no basta vincular la genuinidad de un producto a una prueba subjetiva y tan difícil. Nosotros desarrollamos toda una parte de análisis químico para detectar las sustancias –que están en cantidades pequeñas–, y que son características de determinadas flores o de determinadas plantas, encontrarlas en la miel y luego entrenar a los catadores sabiendo que esto es miel de romero y que tiene tales y tales compuestos, y que ellos prueben estos compuestos.

—¿Y todas estas investigaciones son promovidas por la universidad o en algunos casos también hay empresas? ¿Cómo se impulsan las investigaciones?

—Hay empresas del vino que exportan y mantienen un alto nivel de calidad, las cuales se someten a una técnica muy depurada. Pero otro mercado es el de la exportación de mosto de uva a países donde el cultivo de la vid no es posible. Exportar mosto de uva supone exportar un 85% de agua y parece lógico que las empresas intenten exportar lo que no es agua, para que en los países de destino se reconstituya el mosto, se fermente y se obtenga vino o incluso vinagre vínico. Nosotros hemos estudiado cómo atomizar el mosto o liofilizarlo –dos procedimientos para privarle del agua- sin que pierda sus características en unas condiciones físicas suaves, de tal manera que el volumen a transportar se reduce sensiblemente. Esta es una de las investigaciones llevadas a cabo por mi grupo, por encargo de una importante empresa. Hablo con interés y entusiasmo de ésto porque creo que hemos sido de los primeros en pretenderlo con éxito.

Otras investigaciones que me gusta mencionar tienen que ver con las especias condimento. Nosotros vivimos en una región llena de espacios naturales de vegetación espontánea, que son muy apreciadas en la gastronomía mediterránea: la albahaca, el tomillo, el romero, el perejil, el laurel, ... A iniciativa de algunas empresas nos preguntamos si estas plantas que han perdurado en zonas silvestres a lo largo del tiempo tendrían cualidades mejores que las que se importan. Este estudio constituyó una Tesis Doctoral de modo que la autora se convirtió inmediatamente en evaluadora de artículos científicos de esta especialidad de varias revistas. El estudio nos descubrió que las especies espontáneas reunían cualidades muchos mejores que las importadas y que el procedimiento de secado más frecuente perjudicaba a las características de las plantas, por lo que era aconsejable otras técnicas. Esto lo pusimos de manifiesto a través del microscopio electrónico.

—Generalmente ¿se asocia la ciencia con algo muy abstracto?

—Digamos que hay dos niveles de estudio que conducen a determinados resultados. A veces las deducciones proceden de consideraciones teóricas procedentes de campos abstractos, fundamentales, pero en otros casos se manejan criterios de índole práctica y sus aplicaciones. Es importante el enfoque y el punto de partida. Ante un asunto desconocido, porque a un empresario le interesa o porque el gobierno regional convoca ayudas o becas para fomentar una determinada línea de investigación, lo primero es ubicar el tema en la rama de la ciencia afectada: microbiología, bioquímica, química, ... y extraer las pistas para abordarlo. Por citar un ejemplo, actualmente nadie dirá que ha descubierto las bacterias lácticas, pero si podrá aportar nuevos matices a lo que se sabe o más útiles aplicaciones.

—Por su experiencia, ¿qué sugerencias daría en cuanto a transmitir este espíritu científico?

—En el curso 99/2000 el Rector de mi Universidad me encargó la conferencia de inauguración del Curso, suponiendo que era una novedad que esta conferencia la diera una mujer, aprovechando el cambio de milenio. Yo me esforcé en que lo que dijera resultara interesante para los docentes y los alumnos de Derecho, de CC Químicas, de Ingenierías, de Humanidades, etc... y una de las cosas que dije fue –basada en una frase de la actriz, maestra de actores y actrices de teatro, Margarita Xirgu- que el docente debía ser como un actor. El actor habla de cosas que están en las Bibliotecas, pero su obligación es presentarlas de forma creíble y apasionante. Tambien el docente debe presentar la ciencia de forma creíble y apasionante, tanto su propia ciencia como la generada por los demás.


María Dolores Cabezudo publicó más de 130 artículos científicos que han aparecido en las publicaciones extranjeras más prestigiosas de la especialidad. Ha sido investigadora principal de más de 35 proyectos subvencionados por los ministerios de Educación y Ciencia, de Ciencia y Tecnología, y de Agricultura Pesca y Alimentación.

jueves, mayo 08, 2008

CICLO DE "CINE Y RELIGIÓN: Miradas europeas"


 
 
 
El GERE (Grupo de Estudios sobre Religiosidad y Evangelización) y RELIGAR (Grupo de Trabajo de Religión y Sociedad en la Argentina Contemporánea) tienen el agrado de anunciar una nueva actividad organizada en colaboración:
 
Ciclo de "CINE Y RELIGIÓN: Miradas europeas"
 
A través de una selección de filmes de autor nos aproximaremos a una lectura estética y filosófica del fenómeno religioso, el problema de la trascendencia humana,
y las distintas miradas sobre las manifestaciones de los imaginarios religiosos.
 
Programa:
 
 -16 de mayo: El proceso de Juana de Arco (1951), dir. Robert Bresson. 
Comentarios: José M. Poirier (Revista Criterio)
 
-28 de mayo: El Evangelio según San Mateo (1964), dir. Pier Paolo Passolini. 
Comentarios: Fernando Devoto (CONICET-UBA)
 
 -9 de junio: La Vía Láctea (1969), dir. Luis Buñuel.
Comentarios: Fernanda  Gil Lozano (UBA-Inst. Hannah Arendt)
 
-25 de junio: La fiesta de Babette (1987), dir. Gabriel Axel.
Comentarios:  María Bjerg (CONICET-UNQUI)
 
Lugar: Auditorio de la Universidad de San Andrés, 
25 de Mayo 586 (Ciudad de Buenos Aires).
Horario: 18 hs.
Entrada libre y gratuita
 
Coordinadoras: Claudia Touris (RELIGAR) y Marta Penhos (GERE)
Contactos:
ctouris@fibertel.com.ar mpenhos@fibertel.com.ar

Mesa debate: pasado, presente y futuro de la industria editorial.

Ediciones Continente invita el viernes 9 de mayo a las 21, en la sala María Esther de Miguel de la Feria del Libro, a la charla debate:

Pasado, presente y futuro de la industria editorial argentina

Cuatro generaciones de editores discuten y comparten su realidad

Particparán de la mesa don Arturo Peña Lillo, fundador de Editorial Peña Lillo, Jorge Gurbanov, editor de Ediciones Continente, Daniel Divinsky, titular de Ediciones de la Flor y Leopoldo Kulesz, director editorial de Libros del Zorzal . Moderará el periodista Juan Terranova.



Ecumenismo y TV

Este viernes 9 de mayo, a partir de las 20 hs. tendremos un encuentro ecuménico de Pentecostés en la pquia.Ma.Auxiliadora de Trelew.
Estáis todos invitados, la gente de buena voluntad. Es algo que venimos preparando junto a hermanos de distintos credos.
Esperamos salga polenta. Ojalá.


El sábado 10 de mayo desde la 13 hs. y por espacio de 90' se televisará el Run4unity desde Roma. El evento se hará en todo el mundo, pero invito a presenciarlo desde la señal EWTN, que transmitirá el acto central desde Italia.

El domingo 11 desde las 21 hs. y durante 60' se proyectará

"Continente de la Esperanza", el Catolicismo en America Latina (Discovery Channel)

Discovery Channel presenta el domingo 11 de mayo a las 21:00, [repitiendo el lunes a la 1, 4, 10 y 15 hs.], su producción original CONTINENTE DE LA ESPERANZA. Filmado en Brasil y México, este programa de una hora de duración gira en torno a los desafíos enfrentados por el catolicismo en América Latina, y a la vez muestra las transformaciones sufridas por la iglesia católica en la región y analiza sus implicaciones.

DISCOVERY CHANNEL ANALIZA LA SITUACIÓN ACTUAL DEL CATOLICISMO EN AMÉRICA LATINA EN SU PRODUCCIÓN ORIGINAL "CONTINENTE DE LA ESPERANZA"
Utilizando como punto de partida la visita del papa Benedicto XVI a Brasil en el año 2007, CONTINENTE DE LA ESPERANZA entrevista a sacerdotes, historiadores, teólogos y sociólogos de Brasil y México, con la intención de explicar por qué la iglesia católica ha perdido a tantos fieles en las últimas décadas, encontrando a la vez dificultades para formar a los nuevos sacerdotes y reproducirse como institución.
Para tener una idea clara, en los últimos 30 años el porcentaje de seguidores del catolicismo en Brasil, país que concentra la mayor población católica del mundo, disminuyó del 90% al 67%. Esta misma tendencia es observada en otros países de América Latina.
Otro indicio alarmante que denota la situación actual es la escasez de párrocos. De acuerdo con el programa, en Brasil serían necesarios 120.000 sacerdotes para atender a la población. En la actualidad, apenas existen diecisiete mil. La situación es tan preocupante que cerca de 70% de las misas dominicales del país son celebradas sin párrocos.



CONTINENTE DE LA ESPERANZA también discute el papel de las mujeres y de los indígenas católicos en el altar mientras presenta formas alternativas de expresar la fe, como es el caso de las misas carismáticas.
El programa recorre los barrios de la periferia de Sao Paulo y sube a las montañas del estado de Chiapas, en la región del sur de México, para mostrar el exhaustivo trabajo de los sacerdotes que en las parroquias más alejadas intentan evitar la fuga de sus seguidores hacia otros grupos religiosos.
El documental también destaca el papel ejercido por los fieles laicos para mantener viva la llama de la fe católica. A modo de ejemplo, la producción entrevista a una catequista de Sao Paulo que se ha convertido en Ministra de la Palabra de su comunidad; y a un indio maya casado y con hijos, que celebra misas en las aldeas más remotas de Chiapas.
De Brasil a México, este documental expone las señales de una iglesia en transición, en el continente en el que el Vaticano tiene depositadas más esperanzas.
CONTINENTE DE LA ESPERANZA es una producción original realizada para Discovery Channel por Tomlinson-de Onis Productions. Por parte de Discovery Channel, Michela Giorelli ejerció como productora ejecutiva e Irune Ariztoy como productora. Alan Tomlinson se encargó de dirigir el documental para Tomlinson-de Onis Productions.

lunes, mayo 05, 2008

Despite [o la cercanía del teutón]

Arrancamos bien la semana, ya dejamos de ser una familia con dos hijos propios y tres sobrinos devenidos hijos por 10 días.
Vale decir, la casa recuperaba sus dimensiones, con la inmensa alegría de haber aprendido un montón en este desafío de tomar como propios los hijos de otro, aunque sean cercanos.
Me voy con el Chino [Bursete] a Rawson. En el viaje como siempre hablamos de cualquier cosa, menos de laburo: en 17 kilómetros el tema puede ir de un extremo a otro, pero siempre desde una óptica fraterna [regla que siguen hasta las diatribas/insultos].
Desciendo del vehículo en la esquina del laburo, y cuando ingreso a mi oficina y voy a colgar el saco, detecto que era de un color distinto al del lompa: primera sorpresa. En fin, cosas del apuro!
Palpo los bolsillos y veo que están la billetera y los documentos. Ahhhh[livio].
Mas al extraer los docu[mentos], veo que subitamente mi rostro había mudado al del propio Oriental!
Allí descubrí el cruce de sacos. Al rato entonces me acerco a la delegación de la AFIP en Rw, y me topo con un maestro y sus discípulos, En este caso el Chino dando una clase sobre como regularizar la situación personal a gente de toda clase, oficio y edad. En pocos metros cuadrados Burset hacía uso de una pedagogía china [de allí su mote], ya que la audiencia escuchaba, y no despotricaba vs.el fisco como sucedería en ciudades varias.
Quise intercambiar los sacos, ya que estaba sobre el respaldo de la silla, pero algunos alumnos se habían encariñado con el circunstancial maestro, de modo tal que estando cerca de mi objetivo [mi saco], alguno espetó:
- Atentti al ladri!
El pandemonium era cercano, vi rostros que tornaban de la atención sobre planes de pago, hacia ese infractor irredento que ahora, amén de no pagar, quería llevarse la pertenencia de un tercero. Así percibí torvas y múltiples miradas, mas intercedió el Chino, haciendo como suele hacerlo él con uno de sus conocidos:
- Gracias Quique.
Y me fui. Huyendo no de la AFIP, sino de esos aplicados y devotos alumnos. Pero a las 2 cuadras topeme con las llaves del vehículo chino dentro de uno de mis bolsillos. Volví sobre mis pasos, y esta vez reingresé en forma aún mas silenciosa que la anterior, depositando las llaves sobre el escritorio del Chino recaudador. Ahora los que operaban la terminal de pagos, eran los deudores, que estaban haciendo un simulacro de pago, tan concentrados ellos, que no se percataron de mi ausencia. Para no despertar nueva ira, despedime sigilosamente, con un gesto, correspondido por una seña muda y fraterna del Guille. Ahora sí, volvía a ser yo mismo!

sábado, mayo 03, 2008

Felicidad, anguila esquiva

De la columna saturnina de Norberto Firpo, "Rigurosamente incierto", publicada en La Nación del 3 de mayo de 2008.

La Universidad de Harvard acaba de poner en pantalla el curso online de psicología positiva.
Las aulas de esta materia, la más popular de cuantas se dictan allí, estaban abarrotadas de alumnos, o sea que la medida obedeció a la necesidad de abrir nuevos caminos a la enorme cantidad de interesados en pulsar los resortes de esa materia.

Pero ¿de qué trata y qué demonios estudia y enseña la psicología positiva?
Respuesta: trata sobre las posibilidades que brinda el mundo moderno para que un individuo cualquiera sea feliz, relativa y moderadamente feliz.
Estudia lo compleja y temeraria que puede resultar la pretensión de alcanzar tal objetivo (antes del descanso eterno, claro) y enseña unas cuantas fórmulas para gambetear obstáculos y para superar la retahíla de frustraciones que, por resquebrajamientos de la autoestima, convierten a la felicidad en inaprensible anguila, en pedestre utopía.

Hay que decirlo: el tema de la felicidad y cómo conseguirla está mereciendo obsesivo tratamiento periodístico, a tal punto que a menudo los medios de prensa vierten noticia sobre investigaciones insólitas, llamadas a generar risa o estupor.

Una de ellas: científicos de la Universidad de Bristol, Inglaterra, consideran –dice la revista Neuroscience– que la gente que mantiene activo contacto con la basura y que desdeña el rito cotidiano del jabón y la ducha es la más predispuesta a albergar una bacteria que impulsa al cerebro a acelerar la producción de serotonina. Y la serotonina, natural antidepresivo, suele ser identificada como la hormona del bienestar.

La mugre, deducen en Bristol, quizá conduzca al hombre, con mucha más presteza que el dinero, a ser feliz.

Pero ¿contribuye el dinero a que el cerebro fabrique serotonina a escala mayorista, a rolete? Estudiosos de la Universidad de Bologna, Italia, lo niegan rotundamente: el vil metal y el todavía más vil papel moneda mantienen al cerebro en angustiosa expectativa y en feroz debate, ya que el miedo a la eventual bancarrota y la omnipresente ilusión de acumular aún más riqueza son polos opuestos en permanente controversia, que quitan el sueño, taponan las arterias coronarias y generan rabiosos entuertos laborales y familiares.

En El malestar de la cultura (Alianza, 2006), Sigmund Freud alude al "arte de vivir" y a las funestas distorsiones que sufrió ese arte: en vez de marchar en pos de cuanto placer forje el sentimiento de felicidad, uno –flor de canalla, tan a menudo– procura eludir injurias y tristezas, endosándoselas al prójimo.
¿Es cierto eso de que nadie puede ser feliz sino a expensas de la felicidad ajena?
El resentimiento social se nutre de interrogantes de esa calaña. © La Nacion