Ayer, 22 de agosto, se nos fue el maestro y mentor Jorge Corneo.
Hay un reducido grupo de personas esenciales, aquellas que uno quiere retener por infinidad de motivos. Giorgio fue una persona precisa para con las palabras, profundamente respetuoso de las ideas, y un tipo veramente cercano para aquellos que tuvimos la dicha de tratarlo.
Cuesta resumirlo, porque fue un regalo conocerlo, y (muchos) no podremos dejar de quererlo.
1 comentario:
Es verdad. "¡Animo!" era su grito de aliento permanente. Su voz nos va a seguir acompañando...
Gastón Siriczman
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