El domingo 6 de noviembre de 1814 nacía en Bélgica, Adolphe Sax, fabricante de instrumentos musicales.
A nuestro buen Adolphe, le debemos la creación del saxofón, que significa Sonido de Sax.
Su padre y su tío, se dedicaban a la fabricación de instrumentos.
Adolphe, estudió clarinete. Como le encuentra limitaciones, inventa variantes de instrumentos desde joven, pero no recibe buen eco, hasta que en 1842 se intala en Paris, donde conoce al compositor Hector Berlioz, quien elogia el variado timbre de los saxofones, y hasta escribe arreglos para estos instrumentos en varias de sus obras..
Los saxofones aportan un timbre absolutamente nuevo, en su nuevo material, que es el cobre, rematado en un cono parabólico, que se ejecuta mediante una caña. El instrumento será patentado en 1846, luego de arduas luchas, que el incansable Sax disputará y ganará en varios frentes. Particularmente en el ámbito de la música para bandas militares.
Durante el siglo XX, la consolidación del noble género del jazz, tendrá en el saxofon, un aliado incondicional. Instrumento que goza de eximia salud, porque nos pone de buen humor, tal como lo escribe Glen Miller, ejecutado por una Big Band de Saxopatas ...
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