Gran personaje el de Ricardo Espalter. Una persona dúctil.
Estos orientales suelen impactarme, desde Enrique Almada hasta China Zorrilla, pasando por el bendito Toto Paniagua.
Recuerdo a Almada haciendo de profe de modales, y frente a las gotitas de Fluchs de Espalter, lo inquiría al reclamo de:
- ¡No me espute!
Ahicito nomás el Toto enloquecía, confundiendo el rebuscado verbo con otras afrentas.
Pero las cosas que lograba este grupo, eran mas profundas. Verdaderos actores, con guiones, actuaciones sobresalientes, y un amplio respeto por el público. Cosa poco usual en nuestros artistas [televisivos].
La música fue una de sus grandes pasiones. "Mi verdadera vocación es el canto —declaró en una ocasión—, siempre quise cantar ópera". Su fuerte eran los gestos en una televisión que él consideraba llena de palabras. "Mi oficio —decía— es la pantomina".
Otra de sus pasiones fue, a su modo, la política. Para las elecciones uruguayas de 1989 Espalter lanzó la campaña de PUT (Partido Unificado de Trabajadores), con Pinchinatti como candidato a presidente.
Un mago era su asesor en economía y proponía privatizar el Parlamento.
"Llenábamos las plazas —evocaba Espalter—, venía gente del interior con pancartas. En los discursos, siempre metía una mía. Me las arreglaba para decir que cuando sea Presidente, esta plaza volverá a ser lo que fue. Va a estar iluminada, no habrá ladrones, la gente estará contenta. Cuando la gente está feliz no roba. Y además voy a solucionar el problema de las sirvientas que trabajan en Punta del Este y después los patrones se van sin pagarles. Y la gente se moría."
Un gran recuerdo el del Toto, y mis respetos a todos los geniales uruguayos, no solo a los de Hiperhumor, sino a un pueblo hermano, pródigo en actores, músicos y artistas inolvidables.
A la salú del Toto Paniagua!
Estos orientales suelen impactarme, desde Enrique Almada hasta China Zorrilla, pasando por el bendito Toto Paniagua.
Recuerdo a Almada haciendo de profe de modales, y frente a las gotitas de Fluchs de Espalter, lo inquiría al reclamo de:
- ¡No me espute!
Ahicito nomás el Toto enloquecía, confundiendo el rebuscado verbo con otras afrentas.
Pero las cosas que lograba este grupo, eran mas profundas. Verdaderos actores, con guiones, actuaciones sobresalientes, y un amplio respeto por el público. Cosa poco usual en nuestros artistas [televisivos].
La música fue una de sus grandes pasiones. "Mi verdadera vocación es el canto —declaró en una ocasión—, siempre quise cantar ópera". Su fuerte eran los gestos en una televisión que él consideraba llena de palabras. "Mi oficio —decía— es la pantomina".
Otra de sus pasiones fue, a su modo, la política. Para las elecciones uruguayas de 1989 Espalter lanzó la campaña de PUT (Partido Unificado de Trabajadores), con Pinchinatti como candidato a presidente.
Un mago era su asesor en economía y proponía privatizar el Parlamento.
"Llenábamos las plazas —evocaba Espalter—, venía gente del interior con pancartas. En los discursos, siempre metía una mía. Me las arreglaba para decir que cuando sea Presidente, esta plaza volverá a ser lo que fue. Va a estar iluminada, no habrá ladrones, la gente estará contenta. Cuando la gente está feliz no roba. Y además voy a solucionar el problema de las sirvientas que trabajan en Punta del Este y después los patrones se van sin pagarles. Y la gente se moría."
Un gran recuerdo el del Toto, y mis respetos a todos los geniales uruguayos, no solo a los de Hiperhumor, sino a un pueblo hermano, pródigo en actores, músicos y artistas inolvidables.
A la salú del Toto Paniagua!
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