jueves, junio 18, 2009

Enseñar desde el hacer

Reproducimos interesante artículo publicado en El Arca
"Educar a la juventud es cultivar
en la tierra el espíritu, en el hoy el mañana,
en la vida terrenal el ser espiritual"

Rudolf Steiner


En 1919, luego de su fracaso en la Primera Guerra mundial, Alemania se encontraba en medio de un caos económico, social y político, ninguna institución gubernamental funcionaba. Fue entonces cuando Rudolf Steiner fundó un movimiento que pretendía establecer un sistema basado en la justicia, la compasión y la equidad. Steiner dio conferencias atendidas por miles de personas y en Stuttgart un grupo de industriales se unieron para fusionar sus fábricas dentro de una iniciativa económica basada en los principios idealísticos de Steiner. Uno de esos industriales fue el dueño de la fábrica de cigarrillos Waldorf Astoria, quien le pidió a Steiner que fundara una escuela para los niños de los trabajadores de la fábrica (esta es la razón por la cual muchas escuelas Steiner son llamadas escuelas Waldorf). Fue así como el 7 de septiembre de 1919, abrió sus puertas la primera escuela Waldorf. A partir de ese momento, el movimiento educativo Waldorf, se expandió por Alemania y otros países.

Incentivar las capacidades individuales

La educación Waldorf se basa en acompañar al hombre desde pequeño en sus diferentes etapas evolutivas—divididas en septenios—. En el primer septenio, que abarca desde la concepción hasta comienzos de la primaria, se enseña por imitación. En la infancia media, que va de los siete a los catorce años, el aprendizaje se realiza a través de la imaginación, que despierta y activa los sentimientos. La adolescencia es el período de maduración de la personalidad y la etapa en la que se termina de desarrollar la actividad intelectual.
El objetivo de la pedagogía  Waldorf es el crecimiento íntegro del niño, y para lograr esto se equilibra lo académico con lo artístico y lo práctico. Las escuelas con esta orientación se inclinan principalmente a las asignaturas humanísticas e incorporan la expresión artística como un medio de aprendizaje en las materias curriculares. Los oficios ocupan otro lugar central, a los estudiantes se les da talleres sobre telar, carpintería, cocina y jardinería, entre otros. Los contenidos que inculcan estos colegios no sólo abarcan los de la enseñanza oficial, sino que también suman otros que tienen que ver con la educación artística, artesanal y técnica, insertados a veces dentro de las materias curriculares. Lo que diferencia a una escuela con pedagogía Waldorf de otros establecimientos educativos es la forma de transmitir la autoridad y el sistema evaluativo. El maestro evalúa el proceso a través del contacto cotidiano con el alumno, éste no es expuesto a exámenes. Para Steiner, los niños deben ir asimilando conocimientos de acuerdo a sus capacidades e interés y no por su edad o presionados por calificaciones Al alumno se lo califica conceptualmente hasta los doce años, los maestros presentan informes anuales a sus padres sobre la evolución del alumno. Así se evita la competencia entre los chicos a una edad tan prematura. Luego se incorporan las calificaciones sin dejar de lado el aspecto conceptual. Un grupo es acompañado por los mismos maestros de primero a séptimo grado, así se establece un vínculo más profundo entre el alumno y el maestro, y éste puede percibir las necesidades pedagógicas de cada niño. El hecho de que se tengan en cuenta las capacidades individuales de cada niño hace que el colegio sea apto para chicos con problemas de aprendizaje o necesidades especiales. Una de las cosas mas importantes que hacen que este método de enseñanza se diferencie de otros, es que todo se enseña desde el hacer.
Otra de las diferencias de estas escuelas es la dirección colegiada; un grupo de maestros discute los asuntos pedagógicos y resuelve los problemas. No hay un director fijo.
Actualmente existen alrededor de novecientas escuelas Waldorf repartidas en diferentes países. En la Argentina hay alrededor de diez escuelas Waldorf. El primer colegio argentino de estas características fue el Rudolf Steiner, que se instaló en 1940 en Florida, en provincia de Buenos Aires.

2 comentarios:

Fernando Terreno dijo...

Me gustó enterarme porqué les decimos escuelas Waldorf. Interesante todo el artículo Quique.
Saludos cordiales.

De Cachorros Humanos y Animales dijo...

Muy Bueno Quique ! Realmente Steiner ha dejado un legado invaluable. Personalmente, es mi mentor y mi guía. Este pensamiento tan claro de que luego de cien años de expuesta su teoría y práctica, la humanidad podría entenderla y llevarla a cabo, es la pauta de que fue un adelantado a su época y siempre vigente en sus ideas innovadoras para esa época y porque no para esta también. Saludos !!!!