El
pasado
domingo
17 de noviembre se fue Syd Filed, padre de los guionistas que pulió
y
le dió realce a esta
profesión.
Había nacido en Hollywood, a fines de 1935 y dejó esta vida en Beverly Hills. Vino a este mundo, y se fue, en el estado de California. Todo un testimonio de su vínculo para con la imagen televisiva y cinematográfica (entre otras). Lo evocamos en el día mundial de la TV, medio de difusión en el cual Syd amasó gran parte de series y narraciones. No en vano fue amén de guionista, consultor de las cadenas Fox, Disney y Universal.
Había nacido en Hollywood, a fines de 1935 y dejó esta vida en Beverly Hills. Vino a este mundo, y se fue, en el estado de California. Todo un testimonio de su vínculo para con la imagen televisiva y cinematográfica (entre otras). Lo evocamos en el día mundial de la TV, medio de difusión en el cual Syd amasó gran parte de series y narraciones. No en vano fue amén de guionista, consultor de las cadenas Fox, Disney y Universal.
Syd
postulaba la unicidad del lenguaje
cinematográfico.
Enseñaba
las
reglas básicas para que cada
autor
pudiese expresar
sus propias
ideas
en
la obra.
Pichón
de desafío!
Filed
escribió
Ellibro del guión: fundamentos de la escritura de guiones (Plot
Ediciones, 2001), considerado, desde su primera edición en inglés,
en 1979, como referencia ineludible
para la
escritura cinematográfica. Afirmaba
que el
aspecto crucial de un guion cinematográfico era su articulación en
torno a “tres actos” separados por momentos cruciales de la
narración. Durante el primer tercio, a
lo largo de media hora aprox., se
despliegan y dramatizan los elementos fundamentales del relato.
Transcurrido ese tiempo, el protagonista es sometido a un trance que
introduce el primer punto de inflexión, que abre el segundo acto, o
“fase de confrontación”: la lucha por lograr sus objetivos.
Aquí una segunda vuelta de tuerca a la trama (“punto medio”) da paso a una crisis que está a punto de desbaratar los esfuerzos del héroe. Durante el último tercio se sirve el resultado de esos esfuerzos del héroe, su éxito o su fracaso, y las consecuencias de este. Ejemplos que seguían esta estructura narrativa son películas como Chinatown, Thelma & Louise o Matrix.
Aquí una segunda vuelta de tuerca a la trama (“punto medio”) da paso a una crisis que está a punto de desbaratar los esfuerzos del héroe. Durante el último tercio se sirve el resultado de esos esfuerzos del héroe, su éxito o su fracaso, y las consecuencias de este. Ejemplos que seguían esta estructura narrativa son películas como Chinatown, Thelma & Louise o Matrix.
Tenía clarito que los grandes de la industria cinematográfica iban por otro camino:
“En Hollywood, lo que importa no es el contenido sino la recaudación. La avaricia y el miedo son los dos motores fundamentales del cine de Hollywood”, afirmaba.
“En Hollywood, lo que importa no es el contenido sino la recaudación. La avaricia y el miedo son los dos motores fundamentales del cine de Hollywood”, afirmaba.
Curiosamente
Sydney
estudiaba Literatura en la Universidad de Berkeley, pero
Jean
Renoir le sugirió que se matriculara en la escuela de cinematografía
de la Universidad de Los Ágeles. Trabajó
durante una temporada como escritor independiente de guiones, con
escaso éxito.
Entonces
conjugaba
la escritura con la revisión de guiones ajenos,, cuando la escasa
calidad de gran parte del material que le llegaba le hizo consciente
del filón que se le abría como profesor de aspirantes a guionistas.
Dió
clases en varias universidades, y recorrió el mundo dictando
seminarios y conferencias acerca del mundo de los (buenos) guiones.
Y
no en vano, observamos como los buenos guiones televisivos, tienen un
lenguaje cinematográfico. Es una característica que logró impulsar
el gurú de los guiones.
Se fue, pero nos dejó lo mas importante: su obra.
Se fue, pero nos dejó lo mas importante: su obra.
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