El sábado 28 de junio de 1913, llegó al mundo Roberto Grela.
Algunos dicen que fue el mayor guitarrista que ha dado el tango, veremos que opinan los señores conductores …
Lo cierto es que una persona que toca con tal fruición, un tema dedicado a su barrio, como en este caso, con San Telmo de fondo, es alguien con una sensiblidad exquisita, y una expresividad profunda, sin necesidad de acudir a las palabras.
Grela, el autididacta, tocaba de oído. Se perfeccionó por mérito propio, y gracias al contacto con otro músicos.
Su utilización de la púa, le dan mayor sonoridad y emotividad, y esta es una marca registrada del sonido greliano.
Roberto Grela se formó con el tango, pero no se limitó al 2x4.
Hizo folklore junto a Abel Fleury, un guitarrista impar, de quien aprendió infinidad de yeites del instrumento. Luego buscaría nuevos rumbos en el jazz y en la música brasilera, porque Robertito era un todo terreno.
En los 50, Pichuco lo invita y su unión con Aníbal Troilo dejará para la historia del tango al Grela más emotivo, el que conmueve al bandoneonista para que dé lo mejor.
Evidentemente la conjunción Troilo-Grela fue única e irrepetible, El Gordo también provocaba en el guitarrista un clima profundo y de gran sentimiento. Ambos estaban tan consustanciados espiritualmente, que hasta una simple trampera, era motivo de una interpretación inolvidable.
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