El jueves 6 de septiembre de 1906, en París, nacía el inquieto Luis Federico Leloir, hijo póstumo que fue médico, bioquímico y farmacéutico.
En 1970 recibió el Premio Nobel de química, por sus investigaciones que permitieron combatir una enfermedad congénita como la galactosemia.
El pequeño Leloir vivió en un campo bonaerense, cerca de San Clemente, siendo el menor de ocho hermanos.
Aprendió a leer solito a los cuatro años, gracias a los diarios que había en su casa.
Desde chico se interesó por la naturaleza.
En el colegio secundario, no se destacó como alumno.
Empezó a cursar arquitectura, carrera que abandonó velozmente, para ingresar en la Facultad de Medicina.
Sus comienzos no fueron sencillos, tanto que debió rendir no una, sino cuatro veces el examen de anatomía.
En 1932 se recibió de médico, y decidió dedicarse a la investigación de laboratorio.
Al año siguiente conoció al Dr. Houssay, quien dirigió su tesis, que recibió el premio al mejor trabajo doctoral.
Como su formación en física, matemática, química y biología era escasa, decidió asistir a clases en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, en calidad de oyente, que tal?
Se perfeccionó en Inglaterra y Estados Unidos.
Desde 1947 trabajó en la Fundación Campomar, junto a un grupo de selectos colaboradores.
Siendo un centro de excelencia, desde aquel entonces.
Luis Federico Leloir, cabal ejemplo de un ser aplicado, constante en su trabajo y estudio.
Cultor del bajo perfil, y del humor. Solo se recriminaba el no haber patentado su gran invento químico culinario, el de la salsa golf, hecho que tuvo lugar en el comedor del club de golf Mar del Plata.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario