La nostalgia acude a uno en estos tiempos.
Haya sido un año excelente, o para el olvido.
Por estos lares ha sido bueno.
La bitácora sigue viva, y eso indica que hay buena onda.
Mucha gente que visitó, varios dejaron sus comentarios e impresiones. Otros enviaron mensajes de correo electrónico.
No somos devotos del rating, sino de la calidez que depositamos y la que nos brindan otros.
Confiamos esto seguirá creciendo.
Por eso somos soñadores, gente que puede imaginar y luchar por construir un mundo mejor. John no nos acompaña desde la tierra, pero su obra crece a diario, por eso lo pusimos como emblema, y fijaos en la viñeta quienes celebran y bailan, unos insignes insectos.
Muchas veces no reparamos en las pequeñas grandes cosas de la vida a tiempo: un mate a tiempo, un saludo cordial, un abrazo reparador, un mar calmo, el olor del amanecer, guarecerse bajo un eucaliptus florecido, etc.
Invitamos desde Carpe Diem a recuperar estas cosas que ayudan a vivir y batallar con ganas, a reconciliarnos con los seres queridos, y descubrir que los hijos crecen y nos siguen enseñando, que es una dicha tener los padres vivos, y saber comunicarnos con ellos.
En fin, que la vida es un bello misterio. Tan solo debemos condimentarlo.
¡Gracias 2006!
1 comentario:
BELLAS Y SABIAS PALABRAS SR. FIGUEROA.. lo seguimos hace tiempo, pero siempre nos dió un poco de pudor escribirle (es que somos bastante cortos intelectualmente je)
Feliz 2007!!
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